¿Qué es el 0 de enero y por qué es importante para la astronomía?

El 1 de enero es el primer día del año para todo el mundo. Excepto si eres astrónomo.

La ausencia del 0 en el calendario es un foco de confusión desde que se decidió que se iba a empezar a contar los años comenzando por el 1 y no por el 0.

El año siguiente al -1 a.C. fue el 1 d.C.; no se pasó por el 0. Es lo que provocó, por ejemplo, los debates sobre si el año 2000 era el primero del siglo XXI o el último del XX, como efectivamente es.

“Al primer día del 2020 lo llamaremos 1 de enero, pero técnicamente todavía no habrá transcurrido un día entero dentro de ese año”, menciona Jorge Núñez de Murga, catedrático del Departamento de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Barcelona y director del Observatorio Fabra.

¿Entonces contamos los días o los ordenamos? La ausencia del año 0 y de los días 0 se explica porque nombramos los días en números ordinales, hablamos del primer día del año, del segundo…Por lo tanto, no existe el día 0 antes del 1 por la misma razón que en una lista ordenada no existe una posición previa a la primera.

En el momento en que se tiene que hacer cálculos sobre el tiempo usando números cardinales, surgió la necesidad de designar un día 0.

Por ello, la astronomía optó por usar como recurso el último día del año. «Es muy sencillo, el 0 de enero es el 31 de diciembre del año anterior » dice Núñez.

Como explica Núñez, el 1 de enero de 2020 a las 12 del mediodía habrán transcurrido 0,5 días de 2020. Y el día 1 de 2020 se completa justo a la medianoche, cuando en nuestro calendario pasa a ser el 2 de enero.

Este lapso entre el nombre que el calendario da a los días y el tiempo por el que efectivamente transcurren genera un problema para los cálculos astronómicos. Es muy útil para los cálculos en los que tienes que usar fracciones de año o de mes. De hecho, los libros de efemérides publican los datos de posición de astros y planetas con fecha de 0 de enero, y las tablas astronómicas empiezan por ese mismo día.

El director del Observatorio Fabra es claro: «Si los meses fuesen del día 0 al 30, no existiría este problema» .

Pese a ello, reconoce que el 0 de enero es «simplemente un recurso usado para los cálculos astronómicos», y que a la hora de publicar los datos se adaptan al calendario regular. El 0 de enero seguirá apareciendo en los libros técnicos de astronomía, aunque «ahora, con los ordenadores, ya no es tan importante», señala.

Sin embargo, afirma Núñez, «el concepto del 0 de enero existe. Y el 31 de diciembre pasado, recordemos que fue el 0 de enero de 2020 «.

GentilezA: Beatriz Genchi – beagenchi@hotmail.com

Museóloga-Gestora Cultural-Artista Plástica.