San Rafael, Mendoza 24 de noviembre de 2024

Historia de la Espeleología Argentina – Cap. 7 – Por:.Carlos Benedetto

Los comienzos de la “unidad”

En nuestro capítulo 6 (http://piramideinformativa.com/2019/12/historia-de-la-espeleologia-argentina-cap-6-previo-a-la-unidad-de-los-espeleologos-por-carlos-benedetto/) llegábamos al final de lo que consideramos la tercera etapa-década de la espeleología, pero donde seguirían jugando roles autonómos los protagonistas de las décadas anteriores, excepto el C.A.E., que había perdido a su líder en septiembre de 1999 y ya estaba fuera de acción.

En el primer congreso, Malargüe 2000, participarían representantes de 8 asociaciones, aunque un año más tarde quedarían reducidas a dos. Con entradas y salidas varias, a 20 años de aquella fundación, la situación de minoría se mantiene. Y eso sería un dato negativo si se atendiera sólo a lo cuantitativo, único aspecto que tendrían en cuenta la F.E.A.L.C. y la U.I.S. (año 2008) al momento de decidir quién representaría al país en el exterior (violando, de paso, la soberanía de nuestra espeleología), tema sobre el que volveremos..

El I Congreso Argentino de Espeleología (I CON.A.E.) se realizó en Malargüe en la primera semana de febrero del año 2000, con la asistencia internacional del belga André Slagmolen y su esposa Christianne (comisión de Espeleosocorro de la U.I.S.) y de miembros del Mendip Caving Group de Inglaterra. El primer viaje de seis a estas tierras del grupo inglés y que marcaría un notable progreso de las exploraciones en Malargüe junto al IN.A.E., que terminaría “emparejando” su catastro con el de Neuquén, ya entonces sin crecimiento.

También había un miembro de G.A.E.M.N., uno del G.E.La., dos de G.E.NEU., uno de KARST, uno de C.E.R.M.A., varios del IN.A.E., tres de G.E.A., varios del G.E.R.S., y uno que decía pertenecer al C.E.C. pero nunca pudo comprobarse, como nunca pudo comprobarse si alguna vez entró a una caverna (Hugo Vrech). Salvo el G.E.R.S. (Grupo Espeleológico de Rincón de los Sauces, Neuquén), todas las otras siglas ya fueron explicadas en los capítulos anteriores (http://piramideinformativa.com/?s=benedetto).

Durante el Congreso el resto de los espeleólogos del país pudieron conocer Cueva San Agustín y participar del descubrimiento de una nueva cueva, bautizada “Federación”, muy cercana a aquella y que, pensamos hoy, quizás constituyan ambas parte de un sistema kárstico por el cual la F.A.d.E. viene reclamando protección.

Se pusieron, en ese congreso, en evidencia varias cosas: el primero es que el G.E.La. aparecía asociado al G.A.E.M.N., en relación de dependencia, y que la rivalidad entre G.A.E.M.N. y G.E.NEU. ya estaba adquiriendo ribetes tragicómicos. Se disputaban, Rolando Vergara y Carlos Dupont, la primacía en Neuquén para ver quién se acomodaba mejor junto a la autoridad de aplicación de la Ley 2213, la Dirección Provincial de Cultura. En esa cuestión, Dupont parecía llevar las de ganar, pero en realidad no era así. De allí que suponemos que el G.E.R.S. fue una creación personal de Dupont, para tener más apoyo en Neuquén e instalar en esa provincia la sede de la Federación a crearse. De manera “no negociable” Dupont planteó que él sería el presidente, o nadie lo sería.

Fue así que en una conversación aparte, Gabriel Redonte (G.E.A.) y el autor de estas líneas acordamos ceder a esas presiones para que la Federación fuera posible. IN.A.E. lo necesitaba paras cumplir su viejo sueño de trabajar junto a G.E.A. y no contra G.E.A., y G.E.A. lo necesitaba porque IN.A.E. se convertiría así en su “largo brazo” en la Cordillera de los Andes, habida cuenta de que en Buenos Aires no hay cavernas y la espeleología era, sigue siendo allí, un hobby para ricos.

Al poco tiempo Dupont organizó un encuentro en Cutral Có, donde quedaría claro que no se había avanzado nada en la tramitación de la personería jurídica de la FAdE y donde el numeroso G.E.R.S. pretendía que las asociaciones deberían tener tantos votos como miembros, más allá de si esos miembros fuesen o no espeleólogos. Dupont alimentaba eso, ya que su propósito era posicionarse frente al gobierno local…. Nunca tuvo una visión que fuera más allá de esa provincia.

También ese año se hizo un encuentro en Malargüe, al que asistiría G.E.NEU. pero ya no G.E.R.S. ni G.E.La. ni GAEMN, pero sí el C.E.C., representado por Oscar Carubelli y Javier Elortegui Palacios. Tampoco se avanzó mucho en la personería jurídica ni en la redacción de un estatuto, y al poco tiempo no se tendría más conocimiento del G.E.R.S..

La fundación de la F.A.d.E. se había producido con sólo cuatro asociaciones entonces, el 4 de febrero de 2000. Pero no lograría conformarse como entidad nacional: no se entendía aún que el mero número no alcanza para mantener una estructura, ni siquiera para crearla. Lo cuantitativo todavía tenía mucho peso.

Enojado ante los reproches, Dupont retiró al G.E.NEU. de la F.A.d.E. y desde entonces ésta pasaría 15 años sin una “pata neuquina”.

Fue así que en la Semana Santa de 2001 fue G.E.A. quien convocó a una reunión general de la F.A.d.E. en su propia sede, para discutir pormenorizadamente los estatutos, para leer… la renuncia de Dupont y para soportar las interminables discusiones estériles provocadas por Carubelli. Así y todo humo fumata blanca, se firmó el acta, se estableció sede en Malargüe y se encomendó a IN.A.E. la secretaría (la vicepresidencia quedaría vacante), la tramitación de la personería jurídica en Mendoza y Gabriel Redonte fue electo presidente, con el acuerdo que cada dos períodos se haría un enroque G.E.A.-IN.A.E., cosa que funcionó perfectamente durante los dos primeros períodos.

En esa reunión se percibía, no obstante, una cierta hostilidad del resto de G.E.A. hacia el IN.A.E., pero no pasó a mayores. Lo peor eran las rivalidades internas de G.E.A., que estallarían en la asamblea anual ordinaria de 2005 en Malargüe.

El trámite fue rápido: en Mendoza las autoridades aprobaron el Estatuto de la FAdE el 24 de agosto de 201 mediante resolución DPJ-MZA. Nro. 750/01.

La F.A.d.E. en FEALC y UIS

También fue el INAE quien obtendría apoyo financiero parcial para que una delegación de la F.A.d.E. participara del triple congreso de la Sociedad Brasileña de Espeleología (S.B.E.), de la F.E.A.L.C. y de la U.I.S. en la ciudad de Brasilia, todo preparado para que Labegalini se consagrara como el primer latinoamericano presidente de la UIS. La fastuosidad del congreso, los agapes, las salidas al campo, muestran que allí hubo mucho dinero y mucho apoyo estatal.

Marcela Peralta, que estaba ya muy vinculada afectivamente al IN.A.E., no asistió a ese Congreso, cosa que al principio nos molestó. El devenir de los hechos políticos futuros nos hizo entender que ella tenía razón. Prefirió participar, en San Pablo, en el XV Simposio Internacional de Bioespeleología organizado por Eleonora Trajano. Como vimos en el capítulo anterior (http://piramideinformativa.com/2019/12/historia-de-la-espeleologia-argentina-cap-5-pensar-en-grande-y-sin-mezquindades-por/) Trajano se había opuesto al congreso de Brasilia, con razonamientos explicitados en una carta que allí reprodujimos y que alertaba sobre una espeleología brasileña que no estaba unida, y sigue no estándolo aún hoy; es decir, Labegalini no representaba a nadie más a que su grupo de Monte Siao, integrado por él otras tres personas. El trabajo presentado por Marcela Peralta en ese simposio está referenciado como sigue: -2001: First phreatobite species of Anaspidacea (Crust. Syncarida) discovered in Patagonia, Argentina; Patagonaspides n. gen.; n. fam., en colaboración,  XV International Symposium of Biospeleology, São Pablo, Brasil.

No nos imaginábamos, entonces, que todo ese “circo” no se detenía allí, sino que además Labegalini cumpliría la “misión” de dividir a la Espeleología latinoamericana, a la F.E.A.L.C. y asegurarse de que nunca fuera escuchada por la U.I.S. en sus necesidades. América Latina como apéndice del primer mundo, también en la espeleo….!

En ese congreso nos enteramos de que en la U.I.S. tenía una normativa no escrita y que ya estaba decidido que “no más de dos” latinoamericanos pueden ocupar cargos directivos. Fue inútil que apoyáramos a un tercero, Gabriel Redonte, quien no reunió los votos suficientes.

De mi parte, dejé la presidencia de la F.E.A.L.C. y en mi lugar fue elegido el puertorriqueño Abel Vale, que había estado en Malargüe en 1997. Vale se extendería en su mandato dos años más de lo debido y, siendo el otro latinoamericano favorecido con una secretaría adjunta, bien pronto entró en conflicto con el ahora presidente Labegalini. O sea, la “interna” de América Latina se trasladaba a la UIS. . .

Otra curiosidad fue la repentina aparición del puertorriqueño Efraín Mercado, a quien vimos por primera vez en ese congreso.

Mercado se incorporó a la FEALC como persona a cargo del Espeleosocorro y se destaca que en Malargüe dictó un curso de una semana en la materia (febrero de 2002, en plena crisis político-económica), con 17 capacitadores de su propio país, Costa Rica, Venezuela y Estados Unidos. Nuevamente los colegas del Mendip Caving Group estaban en su tercer viaje en Malargue, y miraban con desdén la capacitación, burlándose en privado del despliegue de equipamientos caros, muy “a la norteamericana” y lejos de la capacitación artesanal dada dos años antes en el mismo lugar por André Slagmolen y de la que ellos habían sido testigos.

Lo cierto es apenas cuatro años después de Brasilia 2001 ya Mercado era secretario adjunto de la U.I.S.!. Y se mantiene en el Comité Ejecutivo (ahora como Vicepresidente) hasta la fecha. Éramos elegidos ambos en ese cargo en Kalamos, Grecia, año 2005. Lo que a mí me costó 25 años a él le llevó sólo 4. Curioso, al menos.

Lo que debo destacar, a título personal, es que estas personas me ayudaron mucho personalmente, económicamente, en aquellos tiempos difíciles. Eso es cierto. Pero también es cierto que esa ayuda nunca fue desinteresada. De eso me enteraría, tarde. Para las esferas del poder, los de abajo somos material descartable, no importa sus méritos. Lo digo en mi nombre personal, pero teniendo en mente los espeleólogos que quedaron injustamente en al camino: Trajano, Urbani, Vale, etc.

ARGENTINA SUBTERRANEA

En septiembre de 2001  aparecía el primer número de Argentina Subterránea, que se convirtió, hasta la fecha, en la única revista espeleológica que ve la luz periódicamente durante 18 años consecutivos, sin interrupciones.

En ese Nro. 1, publicado en la web esta semana (https://issuu.com/fade3/stacks/6af5d776799b43ea8a2f4d6f1e5e4dac) se informa sobre la participación en el congreso de Brasil y un informe de Marcela Peralta sobre el simposio de Sao Paulo. También se da cuenta del reclamo a las autoridades neuquinas para que se levante la prohibición (por otra parte imposible de cumplir) para el ingreso a cavernas neuquinas, y el pedido a las autoridades mendocinas para inscribir a la F.A.d.E. en el registro de espeleólogos.

En el Nro. 2, febrero de 2002 , se informa sobre las actividades de espeleosocorro en Córdoba y se anuncia la creación de la Escuela Argentina de espeleología, idea de la esposa de Gabriel Redonte en Brasilia, pero que se llevará a cabo casi cuatro años más tarde.

En el Nro. 3 éramos ya premonitorios de lo que ocurriría varios años más tarde. Así reza nuestro editorial:

“Ya muchas veces dijimos desde distintas páginas que a veces pensamos que nuestra actividad no tiene sentido dado el contexto económico, político y social que vive el país; o lo que queda de él. Pero sin embargo seguimos adelante. A pesar de las dudas, y con ellas a cuestas. Nuestro Boletín cuatrimestral sirve, entre otras cosas, para ir monitoreando nuestro trabajo y nuestra relación con el medio en que nos movemos. El contexto no favorece: un país devastado por una clase dirigente incapacitada para pensar más que en sí misma, con niveles de hambre y desocupación que configuran un récord histórico, con niveles crecientes de violencia e indigencia, con una juventud que ya no puede creer en nada, con desigualdades sociales aberrantes, con desinterés por el ambiente y los recursos. En medio de eso, la espeleología pareciera un lujo, y es cierto que por momentos se nos da por pensar que nuestra actividad viene a ser una especie de mecanismo de evasión. Pero es algo más que eso. En realidad, conceptualizamos nuestro esfuerzo y nuestras banderas como la trinchera que nos ha tocado para trabajar y para luchar, justamente en función de OTRA realidad mejor, a la que aspiramos. Defender el ambiente y los recursos naturales (y las cavernas son parte de nuestro patrimonio natural) es un capítulo de una lucha mayor, porque nuestros recursos están hoy en peligro como lo estuvieron nuestras empresas que ya no nos pertenecen, o nuestros empleos, nuestra estructura económica, nuestra democracia reducida a la condición de mera partidocracia. Los enemigos del país vienen ahora por lo que último que nos queda, y en esta última frontera hay muchos argentinos y argentinas dispuestos a no permitir que se profundice un modelo que se construye a sí mismo prescindiendo de la gente y convirtiendo a los recursos naturales en mercancía propiedad de minorías. La Argentina hoy corre el peligro de perder territorio, de convertirse en basurero nuclear, de ver su patrimonio natural rifado al mejor postor como en el pasado su industria y sus empresas estratégicas. Y es necesario aunar fuerzas con todos los que avizoran el peligro y no quiere ese futuro para sus hijos. Mucho de eso se ve en este Boletín. Seguimos en nuestra trinchera, no a pesar de lo que ocurre, sino precisamente porque es nuestra forma de luchar contra lo que ocurre. Si dejáramos caer los brazos, dejaríamos un espacio que nos pertenece por derecho, y se lo dejaríamos a los enemigos del país. Justamente es eso lo que NO vamos a hacer. Trabajamos para que la espeleología avance hacia una integración con el resto de la sociedad. Hay funcionarios (unos pocos) que empiezan a comprendernos. Hay argentinos que no conocen la espeleología pero que se asocian a nuestros proyectos. Hay investigadores del medio académico que empiezan a escucharnos. Hay de nuestra parte una voluntad de sistematizar el conocimiento de todo lo que venimos realizando, de comunicar más y de ajustarnos a las nuevas exigencias de los tiempos. Y seguimos avanzando y haciendo “pito catalán” a los profetas de la desazón. Este Boletín es remitido a unas 1.000 direcciones electrónicas en el país y en el exterior (lo que también es un dato indicador de crecimiento), ello sin contar la multiplicación de los envíos gracias a los numerosos amigos que la F.A.d.E. ha sabido conseguir en este tiempo de trabajo. A los miembros de la F.A.d.E. nos está costando asumir como propia la nueva identidad que significa nuestra federación; todavía tenemos reflejos de “grupismo” primario, de adscripción afectiva a nuestros grupos de origen, a nuestras quintitas chicas. Todavía esperamos de una F.A.d.E. a la que en realidad por ahora solamente podemos y debemos DAR. Por eso es que nuestra lucha también es interior. Estamos trabajando hacia adentro para superar nuestras limitaciones. Porque estamos convencidos de que la “identidad” F.A.d.E. ya es un hecho irreversible, no a pesar de esas limitaciones, sino gracias a que hay una reflexión sobre ellas. En esto rige lo que alguien alguna vez dijo respecto de las naciones: “No preguntemos qué puede hacer tu país por ti; pregúntate qué puedes hacer tú por tu país”. Nuestro país es la F.A.d.E. y en este tiempo de construcción debemos pensarnos como aportadores de esfuerzos, no como receptores de resultados. 3 La F.A.d.E. es una obra en construcción, pero de la que hay un diseño previo con pautas que se van cumpliendo a pesar de todo. Una construcción de cara a la sociedad, pero también hacia adentro. Una construcción que no se detiene. Y a la existencia de esa identidad todavía germinal ayudan los logros (que son más de los esperados), los proyectos, las muestras de apoyo y también, ¿por qué no?, los esperables actos de incomprensión (en este último tiempo hemos recibido los ataques de malintencionados que, inventando siglas que no significan nada, pretenden disputarnos espacios, ignorando que los espacios sólo se disputan con trabajo, disciplina y perseverancia). Esos actos aparecen siempre paralelamente a los logros y son una prueba, y toda prueba puede matarnos o fortalecernos. Está ocurriendo lo segundo, sin dudas (“Ladran, Sancho; señal que cabalgamos…”). Cada entrega de este Boletín es, entonces, una rendición de cuentas de un camino que empezamos a recorrer, de una obra en construcción que avanza y que ya está alcanzando el punto de no retorno. Carlos Benedetto – Secretario FAdE.

Efectivamente, la F.A.d.E. mantendría su vigencia jurídica a la par de ARGENTINA SUBTERRÁNEA, a pesar de los exilios, cismas y habladurías…. Y la ideología ambientalista ya estaba expresada, no por el presidente (G.E.A.), sino por el secretario (IN.A.E.). Cuando se produjo el cisma de 2008, los que partieron no habían entendido ese mensaje, no lo habían refutado; o nunca lo leyeron. Ese editorial no se diferencia mucho del discurso inaugural del lanzamiento del IN.A.E. en 1990.

En ese número también se reproducía el auspicio del Simposio de El Calafate (ver más adelante) por parte de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, al tiempo que empezaba a ponerse en común una actitud novedosa: G.E.A. aportaba su Catastro al conjunto y el IN.A.E. hacía lo propio con su biblioteca. Al mismo tiempo, el catastro de G.E.A. se enriquecía con los permanentes aportes, fundamentalmente, del IN.A.E. ya que, como se dice más arriba, la F.A.d.E. ya no tenía su pata neuquina. La espeleología malargüina creció mucho en esos años, justo es decirlo. No hubo, de parte de Redonte, actitudes dictatoriales ni conspirativas, como sí las habría después de 2005. Esa “primavera” de cuatro años fueron, quizás, las más aprovechadas de la Historia de la Espeleología.

En el Nro. 4 se informa sobre la primera expedición argentino-croata, de la que participaron espeleólogos porteños, cordobeses y mendocinos. El grupo croata estaba acaudillado por Tonci Rajda y en esa expedición se descubrió que la cueva San Agustín tenía al menos dos lagos subterráneos. La noticia dio la vuelta al mundo.

A los pocos días la todavía licenciada Marcela Peralta visitaría el carso de Poti Malal junto a su maestro y mentor, Dr. Luis Grosso, para realizar el primer relevamiento de fauna cavernícola, intersticial y bentónica, sin mayores resultados.

Puertas adentro

Complementando el título anterior, en el taller de rescate de abril 2002 participaron espeleólogos de Córdoba, destacándose la figura de Mario Mora, y del Centro de Montaña de Tandil (C.M.T.), cuya sección de espeleología constaba de tres miembros, uno de ellos Norberto Gabriele, ex miembro del IN.A.E. y antes del G.A.E.M.N., según vimos en capítulos anteriores.

El mismo Mora replicaría la experiencia, con singular éxito y mucha participación (a excepción de G.E.A.) en Los Gigantes, Córdoba, apenas un par de meses más tarde.

Paralelamente, en El calafate, Silvia Barredo (G.E.A.) organizaba un simposio de Espeleología dentro del XV Congreso Geológico Argentino, pero en el mismo no se expondrían trabajos de espeleología, sino sólo de sedimentología. Sólo una ponencia enviada a distancia por el autor de estas líneas se refería a la legislación espeleo-proteccionista, en coautoría con Oscar Ponce, geólogo y ex legislador autor de la ley de expropiación de lo que sería luego el área protegida Las Brujas, Mendoza.

En el mismo año 2002 la Dirección de Recursos Naturales Renovables de Mendoza reglamentaría la ley 5978 mediante la resolución 410. Eso permitió la creación del PRIMER REGISTRO OFICIAL DE ESPELEOLOGOS DEL PAÍS, al que el Director José Leopoldo “Poli” León daría mucha importancia y, sobre todo, respeto. Toda esas bonanza se acabaría con su alejamiento y posterior fallecimiento.

El primer inscripto fue el IN.A.E. (Nro. 001), luego la F.A.d.E. (002) y quien esto firma  a título personal (Nro. 003). Luego inscribiríamos a G.E.A. Estábamos avanzando hacia un reconocimiento institucional, al menos en una provincia

A fines de ese año (noviembre) la F.A.d.E. dictaría un curso en la Universidad del Centro (Tandil), preparatorio del II Congreso, planificado para hacer en esa ciudad en 2004. El curso fue un verdadero fiasco y se avizoró el regreso de la rivalidad entre G.E.A. e IN.A.E., sobre todo debido a “estrellatos” como los de la entonces licenciada Silvia Barredo.

Un mes después se repetía la experiencia en la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), con la repetición del mismo error del mes anterior en Tandil. Había mucha gente, muchos estudiantes, pero una alta dosis de improvisación y auto idolatría por parte de Barredo y su protegido Ricardo Piethé, también geólogo, que hacía así su entrada en la espeleología nacional.

Inútiles fueron los esfuerzos para conformar un grupo sanjuanino, debido al sabotaje de algunos “popes” de la geología local, como por ejemplo Pablo Milana.

F.A.d.E. tenía entonces dos miembros sanjuaninos, el Dr. Christian Wetten, destacado geólogo, y Dante Mugnani, quien se había desempañado con mucha eficacia y hasta estuvo luego en el congreso Tandil 2004, pero luego tomaría distancia.

Ese curso en la U.N.S.J. estaba apadrinado por profesionales que empezaban a ver en la espeleología como una disciplina auxiliar de la megaminería y no de las Ciencias Ambientales, a juzgar por los comentarios de algunos geólogos que se mostraron muy “interesados” al principio, sólo al principio.

Los acontecimientos más relevantes fueron, entonces:

  • I CONGRESO NACIONAL ARGENTINO DE ESPELEOLOGÍA. «Malargüe 2000» – Malargüe, Febrero 2000.
  • IV Congreso de la F.E.A.L.C. y XIII Congreso de la Unión Internacional de Espeleología (U.I.S.) – Brasilia – Brasil – Julio 2001.
  • XV Simposio Internacional de Bioespeleologia – Sao Paulo, Brasil, julio de 2001
  • VI Asamblea General de la F.E.A.L.C. Brasília, Brasil, Julio 2001. Presidente de la Asamblea
  • Taller Internacional de Rescate en Cavernas. F.E.A.L.C. – Malargüe – Mendoza, 1 al 7 de febrero de 2002.

Publicaciones del autor:

– 2000. Algunos problemas de proteccionismo espeleológico en Mendoza. Memorias del I Congreso Nacional Argentino de Espeleología. Revista Spelaion. Malargüe, 7: 87-94

– 2000. La caverne de Saint-Agustín. Revista Regards, , Liege, Bélgica. 38: 32-33

– 2001. El impacto antrópico en las cavernas argentinas. Estrategias para un desarrollo sustentable. Proceedings del XIII Congreso Internacional de espeleología. Brasilia. Brasil, 264-265 (En co-autoría con Gabriel Redonte)

– 2002. Legislación espeleológica en Argentina: Estado, problemas y perspectivas. XV Congreso Geológico Argentino. Actas Cd-ROM. El Calafate 2002. (en co-autoría con el Ing. Oscar Ponce)

 

Carlos Benedetto

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