Hasta el momento, el oficialismo tiene avanzada la definición de tres ejes de campaña -uno en cada nivel del Estado- con vistas a intentar revertir en 70 días el porrazo en las urnas que le dejaron las PASO a manos del ex vice Julio Cobos. Todo a partir de «ordenar el discurso» evitando «la dispersión» que mostró la campaña oficialista para las PASO.

En primer lugar, tal como adelantó Los Andes, ya prácticamente es una decisión tomada la multiplicación del rol de los intendentes en los departamentos. Los candidatos a diputados nacionales pasarán a oficiar más de jefes comunales que de aspirantes al Congreso.

En segundo lugar, a nivel provincial, se acentuará el rol del Gobierno (con foco en las figuras del Gobernador y el Vice) sobre la base de una ‘imagen positiva’ que supera el 40 por ciento. Posiblemente su acción apunte contra la inseguridad, la principal preocupación de los mendocinos, según las encuestas. Una estrategia similar ya se observa en la provincia de Buenos Aires, donde Daniel Scioli busca contrarrestar a Sergio Massa.

En tercer lugar, a nivel nacional, la Presidenta convocará a un diálogo que -en principio- prevé incluir el nivel de presión del Impuesto a las Ganancias y el ritmo de ‘reacomodamiento de precios’, los temas que generan más malestar en la clase media y los sectores populares. Todo en el marco de la ronda de consultas con la CGT, los bancos y la UIA que anunció el miércoles en su discurso de Tecnópolis, con el gobernador mendocino presente.

Antes de viajar a Paraguay, Cristina Fernández mantuvo un encuentro con doce gobernadores, entre ellos Pérez y Daniel Scioli. «Donde haya errores los corregiremos, porque tampoco somos obcecados ni tontos -aseguró la jefa de Estado-. Pero queremos discutirlo en la mesa grande, con los verdaderos jugadores, no con el banco de suplentes», manifestó. En ámbitos del propio Frente para la Victoria esto se interpretó como la búsqueda del Pacto Social anunciado y nunca encarado por el Gobierno nacional. Los protagonistas convocados serán organizaciones empresarias y del trabajo, pero no políticas de la oposición.

Ratificando el rumbo del «modelo de desarrollo con inclusión», todo indica que la estrategia del oficialismo apuntará a mostrar ‘correcciones’ que pongan en el centro la atención a los principales reclamos de la población desde las tres órbitas del Estado. Se buscará llegar al 27 de octubre con un mejor ‘clima social’ que el actual, desfavorable para el Gobierno pero ‘reversible’ según la interpretación oficial.

Unificar discurso

La campaña del Frente para la Victoria mendocino tendrá como un punto fundamental el de la unificación del mensaje. Se intentará evitar las marchas y contramarchas de la campaña anterior en la que se sucedieron tres figuras: Riorda, Giaquinta y Correa, y tres protagonistas semiautónomos: gobierno, candidatos y organizaciones militantes.

No trascendió quién o quiénes serán los estrategas que se encargarán de plasmar la difusión de estas acciones. Todo indica que -a diferencia de lo que sucedió en las PASO- el Frente para la Victoria contempla la realización de movilizaciones y concentraciones masivas. Bajo estas pautas, es muy probable que la participación de Abraham se ciña a Guaymallén y su radio de acción sólo se amplíe a los departamentos ‘no peronistas’ de Godoy Cruz y Capital.

Mientras, Emir y Omar Félix se encargarán de ‘defender’ San Rafael de la marea cobista, con salidas del candidato a diputado a reforzar Malargüe y General Alvear. El resto de los departamentos justicialistas quedarán ‘a cargo’ de cada intendente, con ‘salidas’ a municipios opositores sólo para Jorge Giménez en el Este.

A esta tarea en las comunas, se intentará sumar el aporte del Gobernador apuntando a la inseguridad. Ayer se pudo ver este funcionamiento de campaña en el Frente para la Victoria de la provincia de Buenos Aires. «Vamos a acorralar el delito e intensificar la prevención», dijo Scioli al anunciar la colocación de más de 9 mil cámaras de seguridad. «Estamos trabajando con los municipios para poner las cámaras en funcionamiento, más patrulleros, más comisarías móviles», agregó.

Se espera que la reunión de anoche y la definición de los ejes de campaña para octubre aporten descompresión a la situación que viven los doce intendentes del PJ, ante el riesgo cierto de perder equilibrios y mayorías en sus Concejos Deliberantes para los próximos dos años. En los últimos días el jefe comunal de Luján, Carlos López Puelles, se pronunció por la necesidad de establecer «una línea para encolumnarse y evitar que cada uno tome decisiones por su lado».

Su par de Lavalle, Roberto Righi, se inclinó por «hacer ajustes de tuercas para ir mejorando desde lo municipal, lo provincial y lo nacional». El lasherino, Rubén Miranda, reclamó lisa y llanamente la atención de «la inflación y la inseguridad». Desde Maipú, el senador Adolfo Bermejo se inclinó a favor de que «el Gobernador esté al frente» de la campaña.

En San Martín, Jorge Giménez puso reparos a una conducción colegiada y reclamó liderazgos. El Gobernador se pronunció por «esmerarse en la gestión revisando la comunicación» y el Vice, por «sostener la unidad». Todo frente a un pedido expreso de la Presidenta: «Redoblen esfuerzos» en Mendoza para dar pelea a su mayor enemigo, Julio Cobos.

Fuente: Diario Los Andes

Marcelo Sivera – msivera@losandes.com.ar