En un contexto económico nacional de creciente complejidad, la Municipalidad de Malargüe enfrenta un panorama financiero difícil. En las últimas horas, el Intendente Celso Jaque brindó detalles sobre las decisiones que se tomarán para asegurar el cumplimiento de las obligaciones del municipio con la comunidad, ante la marcada disminución de los ingresos.

El impacto de la crisis económica en el consumo y el recorte presupuestario a nivel nacional se refleja en las finanzas municipales, especialmente a través de una caída en la coparticipación. Según explicó Jaque, la principal fuente de recursos del municipio proviene de la coparticipación y las regalías petroleras, lo que ha dejado a la comuna con escasos recursos propios. La caída constante de los ingresos en el último tiempo llevó a la decisión de no renovar los contratos de locación de servicios que vencen el 31 de diciembre de 2025.

“Es una decisión dolorosa, pero necesaria,” sostuvo Jaque, quien destacó que la falta de recursos imposibilita garantizar el pago de estos contratos a partir del próximo año. La medida afecta a varios trabajadores, quienes fueron clave en la prestación de servicios durante los últimos años. A pesar de ello, el intendente enfatizó que, desde el punto de vista técnico, la planta de personal municipal está sobredimensionada, lo que hace aún más urgente llevar adelante un proceso de reestructuración interna.

Además, Jaque recomendó a los locadores afectados por la medida que se den de baja en el régimen de monotributo para evitar posibles deudas ante la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). Esta precaución busca resguardar la situación fiscal de los trabajadores y evitarles complicaciones en el futuro.

La decisión, aunque compleja, responde a la necesidad de “preservar la responsabilidad institucional y la transparencia” en la gestión de los recursos públicos. Jaque señaló que, si bien las finanzas del municipio estuvieron en mejores condiciones en el pasado, la situación actual obliga a ajustar la estructura interna para poder sostener los servicios básicos para los vecinos.

A pesar de las dificultades, el ejecutivo reafirmó el compromiso de seguir trabajando de manera responsable y buscando alternativas que permitan mitigar los efectos de la crisis. “Sabemos que estas decisiones no son las más agradables, pero son necesarias para asegurar que los recursos se administren con eficacia,” concluyó el Intendente.

La medida de no renovación de los contratos se llevará a cabo a partir del próximo 31 de diciembre y se completará con un proceso de reestructuración de la planta de personal. Este ajuste será fundamental para garantizar la sostenibilidad de las cuentas municipales en el marco de una economía que sigue siendo incierta.