Una foto, en mi opinión siempre es más que una foto. Los videos pertenecen a los tiempos rápidos y a mí me gusta la contemplación que lleva al descubrimiento. Por eso siempre las prefiero.
Una mínima introducción a la foto NOTICIA tomada en Paris, con posterioridad al robo del Museo del Louvre, (creo que a esta altura es por todos conocida) y al supuesto “detective” de época y a un sombrero… mágico, porque nos lleva a varias historias. Que además tocan a la Argentina.
Cuando Pedro Elias Garzon Delvaux, de 15 años, se dio cuenta de que una foto suya tomada por Associated Press en el Louvre el día del robo de las joyas de la corona había atraído millones de visionados, su primer instinto no fue apresurarse a desvelar su identidad en línea. Todo lo contrario.
El joven fanático de Sherlock Holmes, Hercule Poirot y de algún héroe francés, vive con sus padres y su abuelo en Rambouillet, a 30 kilómetros de París. Mientras las teorías giraban en torno al extraño elegantemente vestido en la foto del “hombre del Fedora” —si era un detective, un infiltrado o una imagen falsa generada por IA— decidió permanecer en silencio y observar.
Un sombrero que vamos a seguir diciéndole: “Fedora”, chaleco de Yves Saint Laurent prestado de su padre, chaqueta elegida por su madre, corbata impecable, pantalones Tommy Hilfiger y un reloj ruso restaurado y maltratado por la guerra. El fedora, inclinado de cierta manera, es su homenaje al héroe de la Resistencia Francesa Jean Moulin. En persona es un adolescente brillante y divertido que, por accidente, se adentró en una historia global.
La imagen que lo hizo famoso estaba destinada a documentar una escena del crimen. Tres policías se apoyan en un coche plateado que bloquea una entrada del Louvre, horas después de que ladrones llevaran a cabo un asalto a plena luz del día a las joyas de la corona francesa. A la derecha, una figura solitaria en un traje de tres piezas pasa caminando. Internet y “las imaginaciones” hicieron el resto.
Pedro entendió por qué. “En la foto, estoy vestido más como en los años 40, y estamos en 2025”, dijo. “Hay un contraste”. La verdadera historia era simple. Pedro, su madre y su abuelo habían ido a visitar el Louvre. “… pero estaba cerrado”, comentó. “No sabíamos que había un robo”.
Preguntaron a los policías por qué las puertas estaban cerradas. Segundos después, el fotógrafo de AP Thibault Camus, documentando el cordón de seguridad, retrató a Pedro al pasar. “Cuando se tomó la foto, no lo sabía”, dijo Pedro. “Sólo estaba pasando”.
Luego de varios llamados de familia y conocidos su madre llamó para decirle que estaba en The New York Times. “No es algo corriente”, comentó. “Me asombró que sólo con una foto puedas volverte viral en pocos días”.
El atuendo que impactó a decenas de millones no es un disfraz improvisado para una visita al museo. Pedro comenzó a vestirse así hace menos de un año, inspirado por la historia del siglo XX y las imágenes en blanco y negro de estadistas con traje y detectives ficticios. “Me gusta ser elegante”, dijo. “Voy a la escuela así”. ¿Y el sombrero? No, eso es un ritual en sí mismo. El Fedora está reservado para los fines de semana, días festivos y visitas a museos.
Entiende por qué la gente proyectó todo un personaje de detective a su alrededor: robo improbable, detective improbable. Le encanta Poirot —“muy elegante”— y le gusta la idea de que un crimen inusual requiera a alguien de aspecto inusual. “Cuando sucede algo inusual, no imaginas a un detective normal”, dijo. “Imaginas a alguien diferente”.
Para Pedro, el arte y las imágenes forman parte de la vida cotidiana. Así que cuando millones de personas construyeron historias en torno a una única imagen de él con un sombrero junto a policías armados en el Louvre, reconoció el poder de una imagen y dejó que el mito respirara antes de dar un paso adelante. Y afirma: “Seguiré vistiéndome así. Es mi estilo”.
Todo esto más o menos colorido fue recogido de varios posts. Y siempre tengo que agradecer al Gran Periodista Marcelo Longobardi que hace un streaming por YouTube y quien pica mi curiosidad y me impulsa invariablemente a seguir abriendo puertas detrás de las noticias. Esta en particular me entusiasma porque todo tiene connotaciones argentinas para mí, insospechadas.
¡Hay que mirar las fotos con detenimiento y perspectiva!
Igual, aquí tengo algo más que contarles:
El nombre del sombrero en realidad no es Fedora. Es un sombrero flexible y de ala medio ancha, clásico y originario de Italia. Por antonomasia, es también llamado por el nombre de la empresa de vestimenta que lo inventó, “Borsalino”. Aunque en la jerga rioplatense de los años 20, 30 y 40, el sombrero Fedora se denominó con el termino lunfardo “gacho”. Plasmado en un exitoso tango del cantautor Carlos Gardel que se titula “Gacho gris”.
Paso a ser Fedora debido a una obra de teatro de 1882 titulada justamente, “Fedora”, en la que la actriz Sara Bernard usaba este tipo de sombrero. Años después, se estrenó la ópera italiana también “Fedora” (1898) de Umberto Giordano. De allí en más fue…Fedora.
Gentileza
Beatriz Genchi
Museóloga – Gestora cultural.
Puerto Madryn – Chubut.

