Con la llegada del calor, Mendoza vuelve a enfrentarse a un riesgo silencioso que se intensifica cada primavera y verano: la aparición de animales ponzoñosos, especialmente serpientes, arañas y escorpiones en zonas urbanas y rurales. Barrios periféricos, zonas descampadas, depósitos y viviendas cercanas al piedemonte concentran la mayor cantidad de reportes.

La última semana se conocieron dos casos de encuentros con serpientes en Mendoza. El primero fue en el Parque de Montaña, donde deportistas se toparon con una yarará ñata en uno de los senderos. El segundo caso fue en una escuela de Las Heras, donde una docente encontró una culebra de más de un metro de largo en uno de los armarios, pero el hallazgo no revistió de gravedad debido a que era una especie inofensiva.

Desde organismos sanitarios advierten que, la mayoría de los encuentros no terminan en incidentes graves. Si bien, algunas de las especies son de interés sanitario, debido al riesgo que presentan ante picaduras o mordeduras, la provincia posee sueros antiveneno para el tratamiento de ese tipo de accidentes.

Especies peligrosas de Mendoza

• Arácnidos y escorpiones

Las arañas popularmente conocidas como “Viudas Negras” son las que más casos registran, en promedio, unos 140 por año. Son de hábitos externos y tienen un veneno neurotóxico que, una vez que se inocula, ingresa al torrente sanguíneo y actúa en el Sistema Nervioso Central y periférico. Si bien la picadura de este arácnido es frecuente en la provincia, no hay casos fatales.

“En Argentina no hay muertes relacionadas a la picadura de esta araña. Lo principal es mantener la calma y acudir a un centro asistencial para aplicar el suero antiveneno”, destacó el jefe del Departamento de Toxicología de la provincia, Sergio Saracco.

“Cuando pica se siente una molestia que puede pasar desapercibida. La zona suele tomar una forma parecida a la bandera francesa, una aureola azul con centro blanco y una zona inflamatoria roja que va creciendo lentamente tras pasar 12 o 24 horas”, manifestó Saracco y agregó: “Lo peligroso es que el veneno pase al torrente sanguíneo ya que, produce anemia, destrucción de glóbulos rojos y fallas en los riñones”.

Las picaduras de escorpiones son frecuentes en Mendoza y se registran en la zona del Challao, Carrizal y Piedemonte. Los síntomas son similares a los provocados por la viuda negra, se siente ardor y molestia local. “Se recomienda que, tras ser picado por un escorpión, la persona saque una foto para poder determinar si se trata de una especie peligrosa”, acotó Saracco.

• Víboras

Mendoza es territorio de culebras y víboras, la principal diferencia es que las primeras son inofensivas ya que, no poseen ponzoña ni dientes inoculadores. En el caso de las víboras, el riesgo es mayor debido al veneno y capacidad de sus colmillos.

La mayoría de las serpientes presentes en Mendoza no son venenosas ni agresivas. En los últimos años, se han registrado muy pocos incidentes que requieren la aplicación de sueros antiveneno. El 99% de los accidentes se producen debido a los dientes inoculadores de la yarará ñata o chica, mientras que solo se registran 3 mordeduras de coral en los últimos 30 años.

“Los incidentes suelen registrarse al pisarlas accidentalmente o al intentar capturarlas. Muchos las observan quietas y piensan que están muertas, cuando se acercan a agarrarlas, el animal muerde”, explicó Sergio Saracco.

Entre las especies de relevancia sanitaria que pueden encontrarse en la provincia se destacan:

• Yarará chica o de cola blanca(Bothrops neuwiedii diporus): mide entre 60 y 90 cm. Presenta tonos marrones, grisáceos o amarillentos, con manchas en forma de “riñón” u “herradura”. Los juveniles poseen una cola blanca característica. Su cabeza es triangular y bien diferenciada del cuello.

• Yarará ñata (Bothrops ammodytoides): de 50 a 70 cm, se distingue por su hocico levantado o “respingo”. Exhibe tonos grises, pardos o marrones, con manchas dorsales romboidales que facilitan su camuflaje.

• Coral(Micrurus sp.): de colores llamativos —rojo, negro y blanco o amarillo—. Su veneno es potente, pero los accidentes son poco frecuentes y suelen ocurrir solo al manipular ejemplares.

•Cascabel(Crotalus durissus terrificus): poco frecuente en la provincia, presente principalmente en el este. Reconocible por el sonido característico que emite al agitar la cola.

“En el caso de la yarará, se observan los colmillos en la herida y la zona se inflama debido a la inoculación del veneno. El paciente tiene entre 6 y 8 horas para acudir a un hospital y ser tratado con el suero”, destacó Saracco.

Cómo se produce y dónde conseguir el suero antiveneno

Argentina produce el suero antiveneno para arácnidos y ofidios en el Instituto Malbrán, para luego ser distribuido a todas las provincias. El suero no se realiza de forma sintética sino a través de un proceso complejo ya que, se aplica el veneno a caballos y luego se extrae plasma que se purifica y transforma en ese suero eterólogo que se aplica a quienes acuden a los hospitales.

Mendoza cuenta con sueros para arañas y serpientes en los hospitales de referencia, tales como el hospital Notti, el Scaravelli, Schestakow, Perrupato, Lencinas, General Alvear y el hospital de Malargüe.

“Es importante transmitir tranquilidad a la población ya que, tras ser mordido o picado, el paciente tiene tiempo de llegar a un nosocomio para ser atendido y evaluado”, agregó Sergio Saracco.

Qué hacer ante una mordedura

Las mordeduras de serpientes suelen presentar complicaciones, tanto en el caso de las culebras como de las víboras con ponzoña. El principal riesgo está relacionado al peligro de infección en la zona.

Los especialistas recomiendan:

1. Mantener la calma.
2. No realizar torniquetes ni succionar la herida.
3. Retirar anillos, pulseras o ropa ajustada.
4. No aplicar alcohol, vinagre ni remedios caseros.
5. Lavar con agua y jabón, si es posible.
6. Trasladar a la persona al centro de salud más cercano.