La eliminación de la obligatoriedad del Certificados de Ingreso de Uva (CIU) complica la trazabilidad de la producción vitivinícola.La resolución 37/2025, que derogó 973 normas del digesto del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), abrió un frente crítico en torno a dos pilares centrales: la trazabilidad y la identidad de origen de los vinos argentinos.
El conflicto llevó a que un grupo de entidades presentara un recurso de amparo en la Justicia para reponer la obligatoriedad del Certificado de Ingreso de Uvas (CIU), que tras la desregulación en el INV pasó a ser optativo.
En el Gobierno provincial advirtieron que los productores que no cuenten con el CIU sólo podrán elaborar vinos genéricos, ya que la certificación varietal depende directamente de esa trazabilidad primaria.
Aunque el sector valoró la simplificación normativa, rechazó que el CIU, la herramienta que permite conocer el origen real de la materia prima, dejara de ser obligatorio. Para las provincias y las entidades vitivinícolas, sin ese documento resulta imposible garantizar la autenticidad de un varietal, certificar el área de cultivo y sostener las denominaciones geográficas que distinguen al vino argentino en el mercado.
En el corazón del reclamo está la trazabilidad. José Alberto Zuccardi, presidente de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA), explicó que el CIU funciona como el “DNI” de la uva: certifica de qué viñedo proviene, su ubicación, la variedad efectiva implantada y la correlación entre superficie y kilos cosechados.
“Cuando uno vende un vino, un dato clave es el origen, dónde se hizo, en qué bodega, de qué varietal se trata y otras cuestiones que están concentradas en el CIU”, afirmó Zuccardi.
Es esa información la que permite validar un Malbec de una zona específica, una indicación geográfica o una denominación de origen. El Documento de Tránsito Vegetal (DTV), remarcan los técnicos, no registra datos críticos como el tenor azucarino ni la composición varietal, elementos esenciales para la caracterización enológica y el control del mercado.
La eliminación del CIU deja al sistema sin su columna vertebral. Sin trazabilidad verificable, señalan los especialistas del sector, se resiente la capacidad de fiscalización del INV, se debilita la transparencia comercial y se erosiona la credibilidad de las certificaciones de origen que sostienen el posicionamiento del vino argentino.
Por su parte, Sergio Villanueva, director Ejecutivo de la UVA aseguró que no el CIU permite datos clave para el consumidor. “Este certíficado hace que cualquier consumidor esté 100% seguro de que el vino que esta tomando corresponde al varietal que dice la etiqueta y que se elaboró en un lugar determinado. Le da trazabilidad al consumidor“, señaló Villanueva.
La Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi), la Unión Vitivinícola Argentina (UVA), la Asociación de Viñateros de Mendoza (AVM) y la Cámara Riojana de Productores Agropecuarios (Carpa) presentaron el recurso de amparo “para garantizar el título de propiedad del productor vitivinícola y la trazabilidad del producto”.
Una de las explicaciones técnicas que esgrimen los referentes que apoyan la continuidad de la obligatoriedad del CIU es que no se trata de una carga administrativa. Por el contrario, garantiza que la identidad del vino sea verdadera y verificable.
Qué es la denominación de origen
La Denominación de Origen Controlada (DOC) es un sistema de identificación que vincula de manera directa la calidad del vino con su territorio. Bajo este mecanismo, el nombre de una región certifica que las cualidades del producto se deben a un medio geográfico específico, entendido como la combinación de factores naturales y humanos que definen su identidad.
El origen del régimen se remonta a los análisis de suelo y estudios ampelográficos impulsados por el INTA, que permitieron caracterizar científicamente las variedades y su comportamiento.
Esta estructura se consolidó a nivel nacional con la Ley 25.163, sancionada en 1999, que estableció las categorías de Indicación de Procedencia (IP), Indicación Geográfica (IG) y Denominación de Origen Controlada (DOC).
Fuente:https://www.elsol.com.ar/mendoza/tras-la-desregulacion-del-inv-como-impacta-la-eliminacion-del-dni-de-las-uvas-en-los-vinos-mendocinos/

