El juez se encuentra al frente de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza desde 2020, cuando reemplazó en la presidencia a Jorge Nanclares. Ganó las votaciones de 2021, 2023 y este martes lo hizo nuevamente.Después de ser reelecto como presidente de la Suprema Corte de Justicia, Dalmiro Garay explicó cómo se dio la votación interna y aprovechó para aclarar la discusión histórica sobre supuestas alineaciones partidarias dentro del tribunal. “Después de un intercambio de ideas y mociones entre los ministros, se me propuso seguir en la presidencia, lo cual acepté y así fue votado por la mayoría”, afirmó.
Según dijo, la continuidad implica un nuevo desafío porque “hay muchas cosas encaminadas que nos gustaría terminar, desde infraestructura hasta innovación”, procesos que -recordó- se vienen desarrollando desde la apertura del año judicial.
Garay obtuvo cinco votos a favor (el suyo más Norma Llatser, María Teresa Day, Omar Palermo y Julio Gómez). Los únicos sufragios en contra de su postulación fueron los de José Valerio y Mario Adaro. La Vicepresidencia primera quedó a cargo de Palermo, mientras que la segunda recayó en Gómez.
“Las alas peronistas y radicales son cosas del pasado”
Garay hizo una excepción a su postura de no hablar públicamente y cuestionó de manera directa la idea de dividir a la Corte entre “filoradicales” y “filoperonistas”.
“Normalmente no hago declaraciones públicas porque soy presidente de la Corte y mi rol es cuidar la institucionalidad. Voy a hacer una excepción hoy”, adelantó.
Planteó que esas etiquetas ya no explican el funcionamiento interno del tribunal. “La idea de alas peronistas y alas radicales son cuestiones que están en el pasado. Hoy se construyen mayorías en base a consensos sobre cómo se ve el Poder Judicial”, remarcó.
Además, negó cualquier condicionamiento del Ejecutivo sobre sus fallos:
“He pedido a cualquiera de los periodistas que me lo han planteado que me busquen una sentencia en donde yo haya dicho cosas que no decía antes y que estaba vinculada a una cercanía o no con alguno de los poderes fácticos que tiene hoy la provincia. No lo van a encontrar porque somos independientes”.
También sostuvo que cada magistrado tiene su propia mirada al dictar sentencia:
“Cada juez subsume el hecho en la norma y hace justicia. Esa visión la va a tener cada uno de manera distinta. Aspiro y espero que eso se supere y que cada uno tenga una visión distinta de la realidad“.
Un clima interno con diferencias, pero con consenso final
Garay admitió que hubo debate previo, pero consideró que se trata de algo natural.
“Es normal que en un cuerpo colegiado haya distintas formas de ver cómo se conduce un poder como el Judicial. Es mi rol contener esas diferencias y tratar de que, en la discusión lisa y llana de los pareceres, logremos el mejor consenso posible”, explicó.
Recordó que en la primera ronda -como marca la ley-se definieron las autoridades: él como presidente, Omar Palermo como vicepresidente primero y Julio Gómez como vicepresidente segundo.
Sobre las discusiones previas, consideró que son saludables porque “siempre se ve este debate y es sano que se dé. No comparto las unanimidades, a pesar de que varias veces me han reelegido así. Me parece que el debate previo lo que hace es terminar de forjar mejores decisiones a futuro, por lo tanto para mí es muy bueno“.
La alternancia y los procesos en marcha
El artículo 156 de la Constitución provincial establece que el cargo debe alternarse entre los ministros en la forma que determine la ley. Al ser consultado por quienes cuestionaron su reelección con argumentos vinculados a esa rotación, Garay contestó: “La alternancia es rara de hablar cuando estamos en un cargo vitalicio”, observó, aunque señaló que en términos personales él sí está a favor del concepto, como ya votó en otras instancias políticas, como en la reelección de concejales.
Sin embargo, marcó una diferencia central: “El presidente de la Corte ejerce un rol institucional, no un rol de decisión como un intendente o un gobernador. Las facultades están plasmadas tanto para el pleno como para la sala y lo que hace el presidente es conducir esas discusiones”.
En ese marco, aseguró que la mayoría priorizó la continuidad de proyectos en ejecución: “El tribunal entendió que, en procesos que estoy conduciendo, ese voto de confianza era importante. La mejor decisión era mantener la presidencia y sí rotar la Sala”.
Conflicto con los judiciales: diálogo y reforma
La elección se dio en el mismo día en que uno de los gremios judiciales realizaba un paro en sus actividades. Además, Ricardo Babilón, secretario general del gremio de Judiciales, se encuentra imputado por cortar calles en el marco de las protestas realizadas. Garay reconoció que el conflicto estuvo presente en el debate interno.
“Es necesario encarar una reforma sobre la manera en que se trabaja en el Poder Judicial. Lo hemos hecho en innovación y eso nos ha llevado a tener una planta de personal más chica”, señaló. Recordó que desde 2018 la dotación se redujo y que esto permitió aumentar la inversión en tecnología.
Sobre la relación con los sindicatos, fue directo: “En una discusión franca podemos lograr un convenio colectivo. El problema es que son dos sindicatos: uno está de acuerdo y otro no. Voy a convocarlos para empezar a charlar estos temas que son importantes para ellos y mucho más para nosotros porque implica el trabajo de todos los días del Poder Judicial”.
La relación con Cornejo y el Ejecutivo
Garay describió una relación institucional positiva con el gobernador, de quien fue funcionario y que, además, fue el encargado de designarlo como juez de la Corte. “La relación es buena. El gobernador siempre se ha interesado por el servicio de justicia”, dijo, y añadió que “en su primer mandato se construyó el Polo Judicial Penal y se hicieron muchas reformas a los procesos. Eso hace que nos hace que tengamos un servicio de justicia que está a nivel nacional como mejor visto”.
La luminosidad de un ambiente no depende solo de cuánta luz natural recibe: también está condicionada por los colores que lo rodean. Tonos demasiado saturados o contrastes fuertes pueden absorber la luz y generar sombras duras, mientras que una paleta adecuada…
“Las relaciones institucionales tienen que darse porque somos dos poderes del Estado distintos, pero que en definitiva formamos parte del servicio público que le está valiendo a los ciudadanos. En cuanto al sistema judicial en sí mismo, cada juez decide qué tiene que escribir en sus sentencias, cómo va a votar y cómo va firmar. Eso me parece que no tiene que molestarle a nadie”, argumentó Garay, que a menudo es cuestionado por su cercanía al Ejecutivo.
Fuente:https://www.elsol.com.ar/mendoza/dalmiro-garay-aseguro-haberle-puesto-fin-a-la-discusion-de-filoradicales-y-filoperonistas-en-la-corte/

