La temporada de verano en Mendoza será complicada en cuanto a disponibilidad de agua según anticipó el Departamento General de Irrigación (DGI). El pronóstico de caudales y escurrimiento de los ríos para la temporada 2025-2026 indica que el volumen disponible sobre la nieve acumulada será menor que los últimos dos años y anticipó una temporada marcada por la escasez para la provincia con valores por debajo de lo “normal“.

Frente al panorama de escasez de agua que anticipó Irrigación, una de las estrategias apunta a fortalecer los reservorios, que son una especie de lagos artificiales para almacenar y distribuir el recurso según la demanda, pero también la impermeabilización de canales y cambios en el sistema de riego.

Mendoza cuenta con diez reservorios ubicados en distintas cuencas. La del río Mendoza tiene cinco, pero solo cuatro están operativos. En el Valle de Uco hay uno, la zona del Diamante tiene otro y el Atuel cuenta con dos más, aunque estos últimos más pequeños.

El punto débil de estos depósitos es que algunos se encuentran obsoletos debido a numerosos actos de vandalismo. Los robos se producen en la época de corta cuando se disminuye el caudal de agua en el reservorio“Mientras los depósitos tengan agua no hay problema de vandalismo ya que los robos se producen por arriba del nivel del agua”, explicaron desde las subdelegaciones.

El robo de la geomembrana que recubre estos depósitos y les da impermeabilidad es algo frecuente y genera un impacto grande en la funcionalidad de los mismos, desde una disminución de la capacidad operativa hasta, incluso, la inutilización total del mismo.

“Todavía no hemos podido controlar el tema del vandalismo y cuando esto empieza a suceder, el mantenimiento y las reparaciones son muy costosas. Con la experiencia que hemos tenido con los reservorios del río Mendoza, que están ubicados en San Martín, en Tres Esquinas hemos tenido que cambiar el diseño de los mismos, que sean un poco más caros, pero que tengan una protección contra el vandalismo”, expresó Carlos Martini, director de Ingeniería del Departamento General de Irrigación.

“Cuando sacan la geomembrana, el agua ingresa a los terraplenes y se produce el daño. Los hemos reparado y poniendo geoceldas con hormigón o con piedras grandes. Las reparaciones de los reservorios corren por cuenta de las subdelegaciones”, agregó el funcionario.

Los reservorios deben ser acompañados de obras complementarias que coincidan con el concepto integral de cuenca ya que la mayor parte de los canales están sin revestir. Esa falta de impermeabilización provoca que se pierda entre el 60 y 70% del agua del río que debería llegar a las fincas.

Cambios en el sistema de riego

El sistema actual de turnos de riego es muy rígido y provoca que algunos usuarios reciban agua cada 15 días, otros cada 40 y otros cada 45, independientemente del tipo de cultivo que tengan.

“Queremos  flexibilizar para darle el agua cuando la planta lo necesita, ni más ni menos. Para eso necesitamos el reservorio. Otra función que es importante en los reservorios es que todos los canales son muy largos, de más de 40 kilómetros a veces, y se van produciendo aperturas y cierres de compuertas para poder derivar agua que terminan produciendo oscilaciones en el canal principal. El reservorio hace de pulmón y absorbe esas oscilaciones”, destacó el especialista consultado.

Las obras están orientadas a dos tipos de aprovechamiento, el riego acordado o riego a demanda. “Si quiero aplicar riego acordado, tendría que permitir que el usuario me pida el agua cuando la necesite y yo poder dársela, ese es nuestro primer objetivo, poder darle al usuario el agua cuando lo necesite y no en un sistema rígido que tenemos hoy que es por turnos”, explicó Martini.

“Para poder hacer eso, sólo el reservorio no alcanza, porque el reservorio me sirve para ingresar el agua, para mantenerla, para poder medir el caudal que ingresa y sale. Hay que adicionarle kilómetros de revestimiento por los canales para que no se infiltre y llegue a las fincas”, agregó.

El riego a demanda es cuando se puede llegar a las fincas con un caño que tenga presión y que pueda aplicar riego por goteo sin necesidad de prender la bomba. Este tipos de proyectos se dan en situaciones topográficas especiales generalmente en la parte alta de Valle del Uco, donde hay mucha pendiente o en la parte inicial del Río Mendoza

“Esos proyectos consisten en tomar el agua en un reservorio, después mandar todo por tubería con sistemas especiales de válvulas y de entrega. Llegamos a las propiedades con presión para que puedan poner riego por goteo sin necesidad de tener equipo de bombeo”, agregó.

El Departamento General de Irrigación ha licitado seis obras, las cuales no están adjudicadas aún, pero todas tienen previstas reservorios. En total son seis reservorios más, de los cuales tres son por riego acordado y tres con riego a demanda.

Fuente:https://www.elsol.com.ar/mendoza/los-detalles-de-la-medida-de-irrigacion-para-hacer-frente-a-la-sequia/