San Rafael, Mendoza viernes 31 de octubre de 2025

El robo hormiga de fusiles FAL argentinos, parte de una red internacional para abastecer de armas a los narcos brasileños

El robo hormiga de fusiles FAL argentinos, parte de una red internacional para abastecer de armas a los narcos brasileñosUn policía brasileño muestra fusiles FAL entre ellos un argentino incautados a los narcos.

Desde la guerra de Malvinas de 1982, se estima que llegaron unos 3 mil fusiles de combate argentinos a las favelas brasileñas. En Argentina hay varias causas judiciales pero hasta ahora sin condena. Los narcos los pagan hasta 3 mil dólares cada uno.

El hallazgo de un fusil de combate FAL del Ejército Argentino en la incautación del arsenal que tenía el Comando Vermelho, en medio de la guerra que se desató entre el grupo narco y la policía de Río de Janeiro, no sorprende a los investigadores que desde la guerra de Malvinas de 1982 registran un robo hormiga a los arsenales de las FF.AA. argentinas.

Fusiles desechados entregados por soldados argentinos en Puerto Argentino el 14 de junio de 1982. Fotografía: Paul Haley/Soldier magazine

Los narcos prefieren los Kalashnikov rusos o el FAL por su poder de fuego. El fusil argentino usa proyectiles calibres 7,62 mm y tiene una capacidad de fuego automático. Su alcance efectivo es de hasta 650 metros, aunque es letal y preciso a 400 metros. Las armas de mano que usan los policías de la calle, no los grupos especiales, son de poca utilidad frente a un fusil de asalto como estos.

Algunos sustracciones fueron hechas por ppersonal militar y en otros casos se han registrado asaltos de delincuentes comunes a garitas de batallones para robarle sus fusiles de asalto a los soldados de guardia. Pero la mayoría de estos robos han quedado impunes porque se trata de causas dispersas en distintos juzgados que, además, enfrentan el problema del “silencio” militar.

Un policía brasileño muestra fusiles FAL entre ellos un argentino incautados a los narcos. En el recuento de las armas de guerra incautadas a los narcos brasileños ayer aparecieron también fusiles de plataforma G3 alemanes, otros FAL de plataforma belga, AK47 rusos y AR americanos.

Entre los FAL aparece el de la FF.AA. de Argentina y otros pertenecientes a los ejércitos de Perú, Venezuela y Brasil, entre tantos otros. Pero Argentina es la que tiene la licencia belga para producirlo en América del Sur.

En el caso del fusil argentino, se especula con que puede ser uno de los 43 fales del Batallón 603 de Fray Luis Beltrán que desaparecieron hace más de 14 años, entre otros robos hormiga. Por ese hecho hay varios militares procesados, pero la causa está a punto de proscribir. Por entonces, también se habían llevado 2.500 partes de FAL, lo que permitía ensamblar hasta 400 de estas armas, en armerías clandestinas.

Veamos los antecedentes. En 2003, La Policía Federal de Brasil denunció que un grupo de militares argentinos estaría involucrado en un esquema internacional de contrabando de armas —desde fusiles ametralladoras hasta granadas— con destino a los narcotraficantes de Río de Janeiro. La institución reveló que militares paraguayos intervendrían, también, en esa actividad ilegal.

Se sabía, desde hace algunos años, de la existencia de contrabandistas que operaban desde la Argentina para enviar armas y granadas a Brasil, a través de Paraguay.

En una entrevista concedida al diario O Globo de Río de Janeiro, el comisario Getulio Becerra, entonces jefe de Coordinación General de Prevención y Represión de Estupefacientes —con sede en Brasilia— reveló los detalles del caso.

Contó, por ejemplo, que el grueso de las armas despachadas a Río está compuesto por fusiles automáticos FAL y granadas FMK2 —ambos producidos por Fabricaciones Militares de la Argentina—. Pero también hay pistolas semiautomáticas Bersa, revólveres Doberman y Pucará.

Más aún, el dossier confirma que la Argentina se ha convertido en una de las principales proveedoras de los narcotraficantes brasileños. Según estimaciones policiales, hay por lo menos unos 3.000 FAL salidos de Fabricaciones Militares en poder de los narcotraficantes que dominan los morros cariocas. Al contrabando hormiga, se agrega que después de la guerra de Malvinas, los más de 5 mil fusiles FAL que los argentinos dejaron en las islas tras rendirse fueron distribuidos por varios rincones del mundo, algunos incluso con el sello del Ejército y el número de serie.

El documento de la Policía Federal menciona hasta los valores de negociación de las armas. El precio de un M-16 norteamericano, por ejemplo, llega a costar, en Río de Janeiro, 3.700 dólares. Un FAL de Fabricaciones Militares cuesta 3.000 dólares.

La Policía Federal de Brasil pudo develar parte de la trama delictiva luego de una investigación que, después de meses, condujo a la detención del contrabandista brasileño Osvaldo Ferreira de Oliveira.

En el operativo para desnudar la red delictiva los agentes federales secuestraron 50 granadas argentinas FMK2 y unos 20.000 cartuchos de fusil.

La Policía Federal brasileña reveló el modus operandi del contrabando. El material bélico es escondido, en territorio argentino, en camiones con carrocerías de doble fondo. Disimuladas de esta forma, las «encomiendas» pasan a Paraguay y de allí cruzan en balsa el río Paraná a Brasil. La primera ciudad brasileña es Guaíra, en el estado de Paraná. De allí, los acoplados siguen viaje por Curitiba y San Pablo hasta Río de Janeiro.

La provisión ilegal de armamento argentino es casi tan vieja como la instalación de las bandas de narcotraficantes en la capital carioca. Pero según las fuentes policiales, en 1995 se registró un enorme salto. De acuerdo con el informe, los soldados del narcotráfico están equipados, preferentemente, con pistolas Bersa.

Pero los fusiles automáticos y las subametralladoras de origen argentino recién comenzaron a entrar en ese mercado a partir de 1992.

En 2003 fueron capturadas 114 granadas FMK2, contra 99 secuestradas en el 2001 y 12 en 1995.

El problema no terminó ese año. En 2013, se descubrió una cadena de complicidades que podría involucrar a una docena de integrantes de las FF.AA. argentinas por un cuantioso robo de armamento descubierto en febrero de ese año pasado en el Batallón de Arsenales 603, de Fray Luis Beltrán.

Un trabajo de inteligencia del que participó personal de Gendarmería argentina, además de fuerzas brasileñas y paraguayas, permitió recuperar en Brasil otro FAL argentino. Pero pertenecía a otro batallón, no al de Santa Fe. La muerte del sargento ayudante Hernán Solís, quien se disparó en su casa de Buenos Aires tras descubrirse el robo, impidió avanzar en el episodio. Solís era el encargado de custodiar las armas.

Incluso en 2024, se descubrió un taller donde se armaba a partir de piezas importadas una por una fusiles norteamericanos AR15, según lo descubrió el juez en lo Penal y Económico N° 2, Pablo Yadarola, y también con destino a Brasil.

De todos modos, la red internacional sigue funcionando según demuestra el hallazgo ayer en Río de Janeiro de otro FAL.

Fuente:https://www.clarin.com/politica/robo-hormiga-fusiles-fal-argentinos-parte-red-internacional-abastecer-armas-narcos-brasilenos_0_Ox9xudkfSu.html

 

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