Miguel Furque explicó en Radio Jornada que el modelo del hipermercado quedó viejo frente a un consumidor que busca rapidez y experiencias más simples.
Ir al supermercado ya no es lo que era. Entre pasillos interminables, precios engañosos y promociones dudosas, la experiencia de compra se volvió más una carrera de obstáculos que un paseo familiar. Cada vez más personas prefieren resolver todo desde el celular o elegir locales pequeños donde el tiempo rinde más.
El supermercado, un modelo que envejeció mal
Furque sostuvo que los grandes supermercados quedaron atrapados en prácticas pensadas para un cliente que ya no existe. «El sistema usa métodos antiguos para un consumidor que murió. Hoy la gente quiere resolver rápido, sin perderse entre góndolas ni caer en trampas visuales», explicó.
La pandemia aceleró esa transformación: muchos probaron la compra online y no volvieron. «Si un negocio te complica la vida, te vas. O comprás por internet. El consumidor quiere simplicidad, y si la tienda física no la ofrece, la reemplaza por una pantalla», resumió el economista.
Góndolas que engañan y precios que confunden
«El consumidor promedio toma decisiones en siete segundos y el 99% de esas decisiones son emocionales. Mientras más ruido visual haya, más rápido comprás. Por eso las góndolas son un caos de colores, carteles y promociones», señaló.
Además, advirtió además que la falta de claridad en los precios y la letra chica del precio por kilo siguen siendo trampas para un comprador agotado. «Deberíamos exigir precios claros, comparables y visibles. Nadie quiere sacar la calculadora en medio del pasillo«, ironizó.
El salto desde el carrito a la hacia la inteligencia artificial
El cambio más profundo, sin embargo, llega de la mano de la tecnología. Furque anticipó que los navegadores con IA pronto harán por nosotros el trabajo de buscar, comparar y elegir. «Ya existen plataformas como Comet, que permiten pedirle al agente de IA que te compre una remera blanca de tal precio y talle, y él busca, compara y compra por vos», contó.
Esa evolución, explicó, puede abrir nuevas puertas para consumidores mayores o con poca experiencia digital. «Una persona de 80 años que hoy no podría comprar online, podrá hacerlo hablándole por voz al asistente. Es una revolución del consumo«, destacó.
Furque concluyó que los supermercados que no mejoren la experiencia física -facilitando la vida del cliente, no complicándola- van a perder terreno. «El consumidor cambió, y el que no lo entienda, se queda atrás. Hoy el desafío ya no es vender más, sino hacer que comprar vuelva a ser una buena experiencia», cerró.
Fuente:https://www.jornadaonline.com/radio/el-supermercado-en-crisis-como-cambian-los-habitos-de-consumo-y-que-papel-juega-la-inteligencia-artificial/

