El cambio de expectativas hace difícil justificar el drenaje de dólares que sufre el BCRA.
La derrota del oficialismo a nivel provincial dejó expuesta la estrategia del Gobierno, el cual desatendió el nivel de actividad para priorizar la baja de la inflación.
El 7 de septiembre el oficialismo perdió las elecciones de la Provincia de Buenos Aires (PBA) y, desde entonces, el riesgo país no paró de subir, superando este viernes los 1.500 puntos básicos, mientras que el dólar spot alcanzó el techo de la banda. La estrategia quedó expuesta: priorizar la baja de la inflación, desatendiendo el nivel de actividad, terminó pasando factura en las urnas. Con este telón de fondo, la posibilidad de que la Argentina acceda a los mercados internacionales de deuda en 2026 parece cada vez más lejana.
De esta manera, parte del progreso logrado en casi dos años (al menos en términos financieros) parece haberse borrado en cuestión de días. Más allá de eso, mirar atrás no sirve: la realidad se impone y la «cuenta de almacenero» vuelve a ser clave. Esta se trata de calcular cuántos dólares tienen hoy el BCRA y el Tesoro y compararlos con los compromisos en moneda extranjera.
El Tesoro prácticamente agotó su liquidez para intervenir en el MLC y pagar deuda, quedándose con apenas u$s640 millones. El BCRA, por su parte, cuenta con reservas netas por u$s2.232 millones, aunque suma u$s17.090 millones de reservas líquidas (estimaciones al 16 de septiembre). Del otro lado, entre septiembre de 2025 y diciembre de 2026 vencen pagos en dólares por un total de u$s23.963 millones -entre bonos en moneda extranjera, el FMI, el Club de París, otros organismos internacionales (OOII) y BOPREALes- que, asumiendo que el FMI realice el desembolso sujeto al target de reservas netas y que los OOII permitan rollear capital, se reducen a u$s16.370 millones.
La foto es desafiante y explica por qué, bajo esta dinámica, la probabilidad de que la deuda en dólares se mantenga performing se redujo. A modo de ejemplo, la probabilidad implícita de default medida en los CDS, se ubica en 21,3% para el próximo año, saltando 5 puntos desde principios de septiembre, pero la probabilidad implícita de default a 4 años vista sufrió un salto de 21 puntos y hoy es de 68%. Quizás lo peor es que la Argentina volvería a desperdiciar una oportunidad, justo cuando los mercados internacionales están con flujo hacia emergentes y créditos distressed.
Pakistán, que hace unos meses rendía como Argentina, hoy opera en un dígito, nosotros nos fuimos a 20% (rendimiento promedio ponderado de los Globales). La contracara es que el precio promedio ponderado de los bonos argentinos cotiza en apenas 51 centavos por dólar, casi 20% menos que los 61 centavos que valían el viernes 5 de septiembre, antes de las elecciones en PBA.
Fuente:https://www.ambito.com/economia/las-expectativas-cambiaron-drasticamente-el-resultado-electoral-pba-n6192655





