San Rafael, Mendoza jueves 02 de octubre de 2025

¿Cuál plato elegir del menú 2025? – Por:.  Dr:  Rogelio López Guillemain

Este restaurante al que llamamos Argentina abrió sus puertas en 1816 y recién se consolidó en su estructura con la constitución de Alberdi de 1853.

¿Y cuál era el compromiso de calidad de este restaurante?  Seguridad, justicia, educación y salud.  Teniendo en cuenta el compromiso fundacional y nuestro hoy, veamos si merecemos una estrella Michelin o estrellarnos.

Seguridad: Más allá de todos los delitos que sufrimos los argentinos de a pie día a día, solo voy a invocar el secuestro, tortura y homicidio ¡transmitido en vivo y directo! y desmembramiento de tres mujeres, una ellas menor de edad.  El principal sospechoso de esta masacre es un narcotraficante peruano al que estas mujeres le habrían robado dinero y cocaína mientras habrían ejercido la prostitución y procedido como viudas negras.

Justicia: En Córdoba, el ex comisario Horacio Grasso, sentenciado a 27 años de cárcel por el crimen de Facundo Novillo Cancinos en 2007, cumplía su condena en prisión domiciliaria y con tobillera electrónica gracias a la justicia cordobesa.  Este homicida no solo andaba paseando por las calles, sino que asesinó a Milagros Micaela Bastos, una joven de 22 años a la que escondió en un ropero de su domicilio.

Educación: Tan solo 1 de cada 10 alumnos de Argentina termina el secundario en tiempo y forma… Sarmiento se está revolcando en su tumba.  Esta cifra catastrófica no solo no mejora, sino que empeora año a año.

Salud: Ya son 124 las víctimas que murieron a causa del fentanilo contaminado que vendía laboratorios HLB Pharma.  A esto se suma el estado terminal de los sistemas de atención de la salud, principalmente en los de gestión estatal.

Como podemos ver, no solo no cumplimos con los “compromisos de calidad alberdianos”, sino que vamos exactamente en el camino inverso.  Y para colmo, las franquicias provinciales y municipales de la marca “Argentina” suben sus precios en impuestos y tasas como si el servicio fuese de excelencia, ¡y no se hacen cargo de sus despilfarros demagógicos ni de sus corrupciones ni de sus desastres!

Es así que nos encontramos en esta situación inmodificable.  Quizás nos hubiese gustado estar en otro restaurante o al menos que este se encontrara en mejores condiciones o que tuviese otra opción en el menú, pero esto no es así.  Tenemos dos opciones: o elegimos el plato menos malo de la carta o pasamos hambre y nos la aguantamos.

Podemos elegir Kirchnerismo con salsa añeja, agria y vencida, o si no podemos optar por provincias unidas que tiene muy buena pinta pero que cuando la probás es un asco, o libertarios a la plancha que se han quemado un poco y el cocinero todavía no tiene muy clara la receta.

No hay más, y si queremos mejorar la oferta gastronómica primero debemos recuperar los valores éticos y morales que enaltecieron a nuestro restaurante patrio; escribir en el libro de quejas lo que hay que corregir, honrar los compromisos de la constitución de Alberdi y seguir firmes en una batalla cultural que trascienda las vicisitudes electorales.

Gentileza:

 Dr:  Rogelio López Guillemain

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