Malargüe impulsa acciones integrales para fortalecer el desarrollo infantil, reconociendo a cada niño y niña como sujeto de derechos, con emociones y necesidades propias para generar vínculos sólidos y saludables entre familias, educadores y comunidad, basados en el respeto, la empatía, la comunicación abierta y la confianza mutua.


Desde el municipio remarcan que acompañar a los hijos e hijas con comprensión y empatía no significa ser permisivos. La crianza respetuosa implica establecer límites claros y coherentes, explicando las razones detrás de cada norma y promoviendo la reflexión y el diálogo dentro del ámbito familiar. Este enfoque busca transformar la relación entre adultos y niños, pasando de la autoridad impositiva al acompañamiento consciente y afectivo.



