San Rafael, Mendoza lunes 04 de agosto de 2025

Una alianza académico-productiva para brindar soluciones a la industria del gas y el petróleo

Equipos del CONICET y empresas del sector gasífero-petrolero participan de un espacio de encuentro e intercambio para promover y articular la transferencia de conocimientos y capacidades de la academia al sector productivo.

La Red-Consorcio sobre Fluidos en la Industria del Gas y el Petróleo (FIGyP) se encuentra integrada por siete grupos de investigación y desarrollo (I+D) del CONICET y cinco empresas adherentes de la industria del gas y el petróleo.

“Consideramos que es fundamental poner a trabajar juntos a sectores del ámbito académico argentino y a actores de la industria del gas y el petróleo de nuestro país. A partir de haber conocido de cerca experiencias similares en el hemisferio norte, nos pareció que la conformación de un consorcio entre empresas del sector y una red de grupos de investigación del CONICET de distintos puntos del país, con diversas experticias, podía ser una estrategia fértil para lograr ese fin”, explica Martín Cismondi, investigador del CONICET en el Instituto de Investigación y Desarrollo en Ingeniería de Procesos y Química Aplicada (IPQA, CONICET-UNC) y coordinador técnico de FIGyP.

Es importante destacar que se trata de la primera red-consorcio del CONICET. Cabe mencionar también que la Gerencia de Vinculación Tecnológica (GVT) del CONICET tuvo un rol fundamental en su constitución, dado que acompañó todo su proceso de conformación. Actualmente continúa participando de la misma con el objetivo de impulsar la articulación publico privada y las actividades de vinculación que surjan de ella.

Entre los antecedentes de ideas y motivaciones que llevaron a la creación de FIGyP se puede mencionar el trabajo realizado por la comisión de la Red de Ingeniería de Procesos y Productos del CONICET durante 2019 (de la que participó Cismondi), en cuyo informe final ya se recomendaba la conformación de consorcios entre empresas e institutos de investigación.

Los institutos en los que desarrollan sus actividades los grupos de I+D del CONICET que forman parte de FIGyP son: Instituto de Investigación y Desarrollo en Ingeniería de Procesos y Química Aplicada (IPQA, CONICET-UNC), Centro de Química Inorgánica (CEQUINOR CONICET-UNLP), el Instituto de Física Enrique Gaviola (IFEG, CONICET-UNC), Instituto de Física de Líquidos y Sistemas Biológicos (IFLYSIB, CONICET-UNLP), Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN), Planta Piloto de Ingeniería Química (PLAPIQUI, CONICET-UNS), a los que se suma un equipo de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ). Actualmente, también se está incorporando el Instituto de Nanociencia y Nanotecnología (INN, CNEA-CONICET). Las empresas adherentes son YPF, Pluspetrol, ESSS, FDC (a Kappa Company) y Transeparation.

Tareas y objetivos del consorcio

La misión de la red-consorcio se articula en torno a cinco objetivos fundamentales: 1) Proveer un ámbito de encuentro, intercambio y discusión entre diferentes actores interesados en la temática de fluidos en la industria del gas y el petróleo. 2) Atender demandas del sector productivo. 3) Aplicar conocimientos y recursos disponibles en la academia a la industria de gas y petróleo. 4) Fomentar el aporte de nuevos conocimientos científico-tecnológicos en la temática de fluidos, dirigiendo los esfuerzos a las prioridades de la industria de gas y petróleo. 5) Formar recursos humanos especializados.

“Sabemos que en la academia muchas veces se estudian cuestiones que podrían ser útiles para la industria, pero falta una conexión el ámbito productivo para que estos conocimientos puedan ser aplicados. En este sentido, la idea del consorcio es generar un espacio de encuentro entre las necesidades del ámbito productivo y los conocimientos y capacidades que están en el sistema científico argentino”, señala Sergio Bosco, presidente la Red y representante de YPF en el Consejo Técnico.

Bosco y Cismondi se conocieron en Y-TEC, la empresa de base tecnológica para la industria energética creada por el CONICET e YPF, donde el investigador del CONICET trabajó entre 2018 y 2020. Ya durante la pandemia, iniciaron una serie de reuniones informales por video llamada entre grupos académicos de diferentes puntos del país y actores de la industria del gas y el petróleo. De acuerdo con Bosco y Cismondi, esos encuentros fueron la semilla de lo que se terminó institucionalizando como red-consorcio en 2024, con la colaboración de GVT del CONICET. En noviembre de 2021, tuvo lugar, de manera virtual, el primer encuentro anual; situación que se repitió al año siguiente. En 2024, en la ciudad de Córdoba, se produjo el primer encuentro presencial de los integrantes de la red.

“Quienes participamos de este consorcio desde el lado de la industria, sabemos que hay problemas complejos que representan puntos huecos del conocimiento en el área de fluidos, vinculados a cuestiones de ciencia básica, respecto de los cuales, una mirada alternativa a la nuestra podría aportar soluciones que no son fáciles de descubrir. La idea del consorcio es poder exponerlos a especialistas del mundo académico, para que los científicos se pongan a pensar, con nuestro aporte y nuestra guía, cómo resolverlos”, afirma Bosco.

El beneficio que obtienen las empresas que adhieren a la red-consorcio está vinculado, en primer lugar, al acceso directo a una red de grupos de I+D del CONICET, que son referentes en distintas especialidades vinculadas a la temática de fluidos. En este sentido, tienen, por ejemplo, la posibilidad de proponer y orientar desarrollos o proyectos de investigación, así como de enviar muestras para análisis. Además, entre otras cosas, tienen acceso prioritario a manuscritos de publicaciones y tesis, al newsletter del consorcio y a los informes de avance de los proyectos.

Por su parte, los grupos de investigación que integran la red tienen la oportunidad de reorientar líneas de trabajo básicas y aplicadas con el objetivo de responder a necesidades o desafíos concretos de la industria. Esto les permitirá, a su vez, fortalecer capacidades y ampliar oferta de servicios y, de esta forma, captar “clientes” para financiar proyectos.

Líneas de trabajo

En esta primera etapa, Bosco y Cismondi, junto al resto del Consejo Técnico de la FIGyP, buscan articular el trabajo del consorcio en torno a cinco grandes líneas, que desde las empresas se han identificado como problemáticas para la industria. Estas líneas de trabajo son: aseguramiento de flujo, moléculas complejas, inyección de gas para recuperación mejorada, simulación composicional y el confinamiento de fluidos.

Para concluir, Cismondi destaca que el objetivo del consorcio no es solo abocarse a un desarrollo puntual o a una serie de desarrollos puntuales, sino, generar espacios para el desarrollo de conocimientos y capacidades que permitan brindar nuevas soluciones a problemáticas de la industria. “Se trataría de una asistencia técnica especializada que puede tomar distintas formas, como, por ejemplo, el desarrollo de softwares o la realización de estudios de laboratorio”, señala el investigador.

 

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