A través del Fideicomiso de Asistencia Vitivinícola, la provincia busca asistir a más de 9.000 productores en 130.000 hectáreas de viñedos, implementando un plan integral de manejo de la plaga.
En la sede de Mendoza Fiduciaria, el ministro de Producción, Rodolfo Vargas Arizu, y el presidente del Iscamén, José Orts, encabezaron el acto de apertura de sobres para la adquisición de productos, insumos y servicios necesarios para la próxima temporada de control de la Lobesia botrana.
Vargas Arizu destacó: “Ésta es una licitación integral que se ha realizado con éxito. Se están abriendo los sobres de los diez oferentes que han presentado sus propuestas, lo cual demuestra la importancia y la magnitud del trabajo que vamos a realizar.
Nunca antes habíamos tenido tanta participación, y esto refleja la relevancia de proteger a nuestros productores y asegurar la producción vitivinícola. La colaboración del productor es clave: deberá compartir información, cosechar toda la uva y colaborar con las trampas, ya que no podemos depender únicamente de la acción del Gobierno provincial. Esta campaña es una de las más grandes de la historia de Mendoza, con un presupuesto superior a los 10 millones de dólares, y busca cuidar la ruralidad, el empleo y las producciones”.
Por su parte, Orts afirmó: “Estamos llevando adelante la campaña más grande contra la Lobesia botrana a nivel internacional, involucrando a más de 9.000 productores y 130.000 hectáreas de viñedos. Desde el Iscamén contamos con el conocimiento técnico y el equipo necesario para ejecutar una campaña de esta envergadura, acompañando a los productores día a día. La estrategia se desarrolla en distintas etapas: distribución de feromonas, aplicación de insecticidas con drones y aeronaves, intervención en viñedos orgánicos y uso de feromonas asperjables. Todo esto permite proteger tanto la producción como el trabajo de los productores”.
El operativo de control que Mendoza desarrolla desde 2016 a través del Iscamén se centra en la supresión de las poblaciones de la polilla de la vid, manteniéndolas por debajo del umbral de daño económico, con especial atención en áreas de mayor presencia de la plaga. La campaña 2025-2026 estará organizada en etapas, considerando la biología de la plaga, la fenología de los cultivos y la dinámica del complejo socioproductivo. Se combinarán acciones del Gobierno provincial con tratamientos intraprediales que deberán realizar los propios productores.
Etapas del operativo y herramientas de control
Técnica de confusión sexual (TCS)
Se implementarán bloques de trabajo mediante la instalación de difusores de feromonas distribuidos de acuerdo con la dinámica poblacional del insecto. Esta técnica consiste en liberar feromonas sintéticas en el viñedo para confundir a los machos e impedir que localicen a las hembras para el apareamiento. El procedimiento licitatorio busca adquirir insumos para cubrir 50.000 hectáreas de viñedos con esta herramienta de control.
Servicio de tratamientos aéreos
Partiendo de experiencias previas con resultados comprobados, se ha proyectado un servicio de tratamientos aéreos mediante el empleo de productos Banda Verde, compatibles con producciones orgánicas, en zonas aptas para el uso de aeronaves. Estas acciones se desplegarán en los oasis Norte y Este, con una o más aplicaciones, hasta alcanzar el objetivo de 180.000 hectáreas cubiertas.
Servicio de drones aplicadores
En áreas donde no es posible intervenir con aeronaves se utilizarán drones aplicadores que permiten un trabajo más preciso y adaptado a parcelas de menor superficie. También se emplearán productos Banda Verde, adecuados para viñedos orgánicos.
Aplicaciones terrestres por parte de productores
Destinadas principalmente a zonas donde no se puedan realizar aplicaciones aéreas, se asistirá a los productores con la entrega de insecticidas específicos de bajo impacto ambiental, categoría IV (Banda Verde). Se prevé intervenir unas 47.500 hectáreas, de las cuales 7.500 corresponden a viñedos bajo producción orgánica.
Feromonas pulverizables
Para el control de la segunda generación de la plaga se planifica la compra de feromonas asperjables. Éstas podrán aplicarse mediante drones o aeronaves, según las características de cada cultivo y área. Se estima una cobertura de 70.000 hectáreas con esta herramienta.
Por último, durante toda la campaña se reforzará el monitoreo de la plaga con la adquisición de trampas e insumos necesarios para observar el comportamiento del insecto y evaluar el impacto de las acciones realizadas en todo el territorio provincial.





