San Rafael, Mendoza 02 de agosto de 2025

ACV: la atención inmediata es la clave

Reconocer los síntomas y actuar de manera rápida son dos pilares fundamentales al hacer frente a un accidente cerebrovascular (ACV), que requiere atención médica inmediata. Es necesario llamar al servicio de emergencia, aunque los síntomas desaparezcan. Factores de riesgo.

El compromiso de la comunidad y de cada uno de nosotros es prioritario para evitar secuelas invalidantes, discapacidad y hasta muerte. Algunos síntomas que indican que podríamos estar frente a un ACV son: pérdida de visión, alteración del habla, debilidad o falta de fuerza y pérdida de sensibilidad.

Hay dos tipos de accidentes cerebrovascular: el hemorrágico (15%) y el isquémico (85%), en el que la pérdida del flujo sanguíneo determina que las neuronas queden sin oxígeno y puedan dañarse hasta debilitarse o morir. Así, dejan de funcionar determinadas partes afectadas del cerebro provocando, por ejemplo, trastornos en el habla, debilidad en algún miembro o pérdida de conocimiento.

La consulta inmediata reduce riesgos y permite, si la persona reúne las características médicas específicas, incorporar un tratamiento farmacológico o por hemodinamia (trombectomía mecánica) especial, en el caso del isquémico, que anula o reduce las consecuencias de esta enfermedad.

La consulta debe realizarse en el menor tiempo posible y ante cualquiera de los siguientes síntomas:

  • Debilidad o imposibilidad para movilizar alguna parte o lado del cuerpo, como cara, brazo, mano, pierna.
  • Trastornos para hablar.
  • Dificultad para entender.
  • Confusión.
  • Mareos, pérdida de equilibrio.
  • Dificultad en la coordinación.
  • Problemas para ver con uno o los dos ojos.
  • Dolor de cabeza muy intenso y de comienzo súbito.

¿Cómo actuar ante un ACV?
En caso de detectar algunos de los síntomas mencionados:

  • Recostar a la persona afectada sobre uno de sus costados, para evitar que se caiga o ahogue con vómito o saliva.
  • Llamar inmediatamente al servicio de emergencias.
  • No administrar ningún tipo de medicación al paciente ni siquiera para bajar la presión arterial, que es esperable que en ese momento esté elevada. Cualquier medicamento puede empeorar el cuadro.
  • No dar agua ni nada por boca
  • Si la persona afectada es diabética se debe controlar su nivel de azúcar. Si es menor a 80 mg/dl, administrar alimentos o bebida azucaradas, siempre y cuando esté despierto, sentado y no se ahogue al ingerirla.
  • Otra de las claves es llamar al servicio de emergencia (911), aunque desaparezcan los síntomas.

Factores de riesgo

Las personas más expuestas a padecer un ACV son las que tienen factores de riesgo cardiovascular como:

· Hipertensión arterial
· Tabaquismo
· Diabetes mellitus
· Hipercolesterolemia
· Obesidad
· Estrés
· Sedentarismo

 

 

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