Emitieron un comunicado recientemente donde llevan tranquilidad a la población, ya que la situación se encuentra bajo monitoreo constante por parte de los organismos especializados. El Servicio Geológico Minero Argentino y su par chileno elevaron el nivel de alerta técnica del volcán sin registrar actividad superficial, pero con un aumento en la sismicidad interna: Recalcan que no hay motivo de preocupación, pero sí de mantenerse informados por canales oficiales.
El Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), a través del Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV), en conjunto con el Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur (OVDAS) de Chile, informaron este viernes 19 de julio que el Complejo Volcánico Planchón-Peteroa ha cambiado su nivel de alerta técnica a color Amarillo.
Por su parte, la Dirección de Protección Civil emitió un comunicado donde indica que «por el momento, no se han registrado fumarolas ni pulsos de cenizas, y que el área de afectación potencial, según el reporte técnico, comprende un radio de 2 km. Por lo tanto, se lleva tranquilidad a la población, ya que la situación se encuentra bajo monitoreo constante por parte de los organismos especializados.«
Ubicado en el límite internacional entre Argentina y Chile, en el Departamento de Malargüe, al sur de Mendoza, el Planchón-Peteroa ocupa el segundo puesto en el Ranking de Riesgo Volcánico de nuestro país. Se encuentra a pocos kilómetros de Las Loicas, Bardas Blancas, Malargüe y de los centros de esquí El Azufre y Las Leñas, además de estar próximo al Paso Internacional Vergara.
¿Qué motivó el cambio de alerta?
La decisión de aumentar el nivel de vigilancia se basa en un incremento en los parámetros de actividad sísmica, registrados desde el 10 de julio, particularmente eventos asociados a la dinámica interna de fluidos en el volcán (sismos tipo LP y Tremor). La señal de Tremor continuo, medida a través del índice RSAM, alcanzó su valor máximo el 16 de julio, superando ampliamente los niveles de base del volcán.
Aunque la actividad superficial sigue siendo limitada, este tipo de comportamiento ha antecedido episodios eruptivos previos. No se descarta la posibilidad de explosiones súbitas de baja o moderada magnitud, que podrían originar columnas eruptivas de ceniza como ocurrió entre 2018 y 2019, con dispersión hacia el sureste.
El Lic. Ciencias Geológicas Sebastián García, Director del Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV) del SEGEMAR, explicó que este aumento en la sismicidad está vinculado al movimiento de fluidos internos, como agua y gases, que interactúan con un cuerpo magmático en profundidad. “Hay muchos volcanes con aguas termales asociadas, como las Termas del Azufre en esta zona, y eso ya nos indica que el sistema volcánico está activo bajo la superficie”, detalló.
Aclaró que el cambio a alerta amarilla no implica una erupción inminente, sino que el volcán está mostrando una actividad por encima de su nivel habitual, y por eso el monitoreo se intensifica. De hecho, la última erupción del Peteroa en 2018 fue precedida por un aumento de alerta en 2016, es decir, pasaron tres años de observación antes de una actividad eruptiva leve.
García fue enfático en señalar que actualmente no hay emisiones visibles ni actividad superficial, y que muchos medios han utilizado imágenes antiguas (como las del 2018 o incluso de 1991) generando confusión. “Hoy el volcán casi no emana gases. La señal es interna y sísmica, y por eso se refuerza la vigilancia, no porque esté en erupción”.
Por otro lado, gracias al trabajo conjunto entre Argentina y Chile, el complejo volcánico está monitoreado en tiempo real mediante más de 7 sismógrafos, 3 estaciones GPS de alta precisión, 4 cámaras en vivo, imágenes satelitales y un sistema de telemetría que permite transmitir la información directamente desde la base del volcán hasta los servidores del SEGEMAR en Buenos Aires.
Los especialistas observan y analizan las 24 horas del día la evolución de la actividad interna del Peteroa, clasificando eventos sísmicos, estimando magnitudes, y evaluando los posibles mecanismos que los originan. “El trabajo de los observatorios es como el de médicos volcánicos. Diagnosticamos en base a señales objetivas y damos reportes oficiales para que la población y autoridades estén informadas y puedan prepararse si fuera necesario”, expresó García.
Los reportes de alerta técnica refieren al comportamiento del volcán, no al riesgo inmediato sobre la población. Cualquier eventual medida preventiva será informada oportunamente por autoridades locales y de protección civil, en el marco del Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR).
Por el momento, no se esperan afectaciones inmediatas sobre zonas urbanas. No obstante, una eventual emisión de cenizas podría impactar el entorno rural y zonas cercanas al cráter, especialmente en épocas estivales, cuando se encuentran animales en las veranadas.
A su vez, se recomienda a la comunidad informarse únicamente a través de canales oficiales:
Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV – SEGEMAR): https://oavv.segemar.gob.ar/
Municipalidad de Malargüe: https://www.malargue.gov.ar/
Dirección Protección Civil: Protección Civil
Recordá: mantener la calma, seguir fuentes oficiales y estar informados es la mejor forma de prevenir.
SEGEMAR: «No hay que preocuparse, hay que informarse»






