El Laboratorio de Aguas Cuyanas hizo una visita al edificio central del Departamento General de Irrigación, donde sus integrantes tuvieron la oportunidad de conocer la historia del organismo, intercambiar saberes y poner en práctica una cultura colaborativa, además de revalorizar el patrimonio público, el patrimonio hídrico, el saber público, la ciencia pública y la educación pública en general.
El Laboratorio de Aguas Cuyanas es una red de investigación en humanidades digitales ambientales compuesta por especialistas del CONICET, archivos públicos y organismos de gestión del agua como el Departamento General de Irrigación que articula historia, tecnología y ciencia para contribuir a una gestión ambiental más consciente y sustentable del recurso hídrico.
La Asesora Jurídica de Irrigación, Marcela Andino, recibió a investigadores nacionales e internacionales y expresó: “Es significativa esta colaboración ya que debemos entender el pasado para poder pensar el futuro y al mismo tiempo, contribuir con la educación y la concienciación en materia hídrica”.
Este encuentro fue auspiciado por la Universidad de Talca, el departamento de historia de la Universidad de Connecticut, UNCuyo, Ianigla, Incihusa e Irrigación y se denominó: “Rastreando el clima, preservando la memoria: archivos andinos para la memoria ambiental y las humanidades digitales.”
Por otra parte, este encuentro contribuye a la recientemente lanzada plataforma web: https://aguascuyanas.org/, un espacio abierto donde puede encontrarse información sobre el Archivo Histórico del Agua, dependiente de Irrigación; publicaciones científicas; proyectos de investigación e innovación tecnológica, pasados y en curso, realizados en articulación con distintas instituciones públicas y académicas.
En esta reunión, los visitantes tuvieron oportunidad de recorrer las instalaciones de Irrigación, conocer la historia edilicia y el patrimonio arquitectónico, también apreciar el acervo documental del organismo y finalmente exponer sus saberes en una mesa redonda y diseñar acciones bilaterales a futuro.
Es importante destacar que el Laboratorio de Aguas Cuyanas tiene su origen en 2013, cuando Mark Healey —profesor asociado y director del Departamento de Historia de la Universidad de Connecticut, y también codirector del Laboratorio— visitó Mendoza para realizar una estancia de trabajo en el CONICET.
Durante esa visita, lograron acceder a lo que, en aquel momento, se denominaba “archivo pasivo” del Departamento General de Irrigación.





