San Rafael, Mendoza lunes 28 de julio de 2025

Alianza público privada para transferir una levadura probiótica con impacto en las industrias alimentaria y agropecuaria

El CONICET y la UNLP firmaron un convenio de licencia de tecnología con la empresa Beneficial Germs. El acuerdo promueve desarrollos científicos con aplicación productiva.

El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) firmaron un convenio de licencia tecnológica con la empresa Beneficial Germs S.A. para la transferencia de la levadura probiótica Kluyveromyces marxianus CIDCA 9121, desarrollada por investigadores del Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnología de Alimentos (CIDCA, CONICET-UNLP-Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires), el Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos (IIFP, CONICET-UNLP) y el Centro de Investigación en Fermentaciones Industriales (CINDEFI, CONICET-UNLP).

El campo de aplicación de esta tecnología abarca ingredientes alimentarios, suplementos y coadyuvantes tecnológicos tanto para consumo humano como animal. La empresa licenciataria, Beneficial Germs S.A., se compromete a escalar la producción, gestionar el registro ante organismos regulatorios, y comenzar la comercialización en Argentina dentro de los próximos dos años. La Gerencia de Vinculación Tecnológica del CONICET cumplió un rol clave en la estructuración y concreción del convenio, articulando las capacidades científicas de los grupos de investigación con las necesidades del sector productivo.

Durante la firma, el presidente del CONICET Daniel Salamone, destacó el trabajo llevado adelante por los investigadores, la importancia de la vinculación tecnológica y la transferencia de tecnologías, y sostuvo: “Este acuerdo es un hito en la consolidación de vínculos estratégicos entre el sistema científico-tecnológico y el sector productivo. Permite avanzar en el escalado industrial y la comercialización de una tecnología con alto potencial de impacto en la salud humana y animal”.

La levadura probiótica K. marxianus CIDCA 9121 posee propiedades validadas in vitro e in vivo que contribuyen a la salud gastrointestinal. Se produce a partir de permeado de lactosuero, un subproducto de la industria láctea, lo que representa una solución innovadora y sustentable para su valorización. La tecnología incluye tanto el know-how asociado al proceso de fermentación y formulación como una patente presentada en Argentina y Brasil.

En tanto, el presidente de Beneficial Germs S.A., Germán Cairó, resaltó la expertise de los científicos y de su equipo de trabajo, y expresó: “Para nosotros como PYME argentina resultó muy beneficioso este convenio público-privado ya que muchas instancias de investigación y desarrollo en una empresa biotecnológica son difíciles de transitar y en esta asociación se potencian los distintos rasgos del ámbito científico y del sector privado para obtener un producto que pueda salir al mercado”.

Beneficial Germs S.A. es una empresa argentina con sede en Moreno, provincia de Buenos Aires, orientada a la innovación en biotecnología aplicada a la nutrición animal y humana.

A su turno, el director de Vinculación Tecnológica de la UNLP, Juan Pedro Brandi, expresó: “Es un ejemplo virtuoso porque vincula equipos de investigación con fuerte vocación transferencista, una empresa que tuvo la sensibilidad y el entendimiento para poder trabajar conjuntamente y además en conjunto con el CCT del área territorial del CONICET, así que es un caso que nos sirve para aprender a todos y comunicar las posibilidades de transferencias que tiene la potencia de la ciencia argentina”.

Tecnología basada en una cepa probiótica

“Los probióticos ejercen diversos efectos beneficiosos sobre el consumidor. Al llegar vivos al intestino compiten por recursos con microorganismos potencialmente dañinos. Algunos probióticos estimulan la inmunidad intestinal y contribuyen al buen funcionamiento de la mucosa que se traduce en una mejor absorción de nutrientes”, explica Graciela Garrote, bioquímica e investigadora del CONICET perteneciente al CIDCA.

La idea es incorporar la tecnología basada en la cepa probiótica K. marxianus CIDCA 9121 para suplementar la alimentación de cerdos y aves de corral. “En la producción animal se utilizan una gran cantidad de antibióticos para favorecer el crecimiento en distintas etapas los cuales son vertidos al medio ambiente propagando la resistencia antimicrobiana. Esto último impacta negativamente en la salud humana, amenazando la eficiencia de los antibióticos de uso terapéutico existentes”, afirma por su parte Martín Rumbo, bioquímico, investigador del CONICET y director del IIFP.

En esa línea, Sebastian Cavalitto, bioquímico, investigador del CONICET y director del CINDEFI, destaca: “Hemos probado en forma experimental que el uso de K. marxianus CIDCA 9121 constituye una alternativa al empleo de antibióticos como promotores de crecimiento durante la cría, abriendo interesantes campos de aplicación de esta tecnología. En definitiva, esta tecnología contribuye al uso racional de antibióticos mejorando la salud humana y animal”. Garrote, Cavalitto y Rumbo desarrollaron esta tecnología con María Dolores Pendón, becaria posdoctoral del CONICET en el CIDCA.

Esta alianza público-privada refuerza el compromiso del CONICET con la transferencia de conocimiento y la generación de valor agregado, promoviendo una ciencia al servicio del desarrollo productivo y la mejora de la calidad de vida.

La rúbrica del convenio contó con la participación del vicepresidente de Asuntos de Tecnológicos Alberto Baruj; el gerente de Vinculación Tecnológica del Consejo Tomás Mazzieri junto a parte de su equipo, el director del Centro Científico Tecnológico (CCT) CONICET La Plata Gonzalo Veiga, los investigadores que desarrollaron la tecnología y representantes de la empresa.

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail