La Cámara de Empresarios Panaderos aplicará un nuevo ajuste de precios en panificados desde el 1 de julio. El fuerte encarecimiento de la materia grasa y la baja en el consumo empujan al alza. El kilo de pan pasará de $2.400 a $2.800
El pan no escapa al aumento de algunos insumos y vuelve a subir en Mendoza. A partir del lunes 1 de julio, los mendocinos deberán afrontar un nuevo incremento en el precio de los productos panificados. Según anunció la Cámara de Empresarios Panaderos de la provincia, el ajuste será del 13% al 15% y responde principalmente a la suba explosiva en el precio de la materia grasa, especialmente la grasa vacuna, y a una caída sostenida en el consumo.
«El problema lo tenemos en la materia grasa, que tuvo aumentos del 50 al 60%», explicó Diego Cutiño, secretario de la Cámara. La harina, en cambio, aumentó de manera más moderada, con una variación del 10 al 12% desde febrero, cuando se aplicó el último ajuste.
Actualmente, el kilo de pan se comercializa a $2.400, pero con la nueva actualización el precio sugerido subirá a $2.800. El incremento también impactará en productos tradicionales de las panaderías mendocinas:
Docena de tortitas: de $4.200 a $4.900
Facturas comunes (medialunas, sacramentos): de $6.000 a $6.900
Facturas con pastelera o dulce: alrededor de $8.500 la docena
«Estamos vendiendo en temporada alta lo mismo que en verano, que es temporada baja», dijo Cutiño, en referencia al freno en el consumo que complica aún más la rentabilidad del sector.
Además de los aumentos en insumos, las actualizaciones salariales también presionan los costos. Un maestro panadero o trabajador de mostrador cobra actualmente cerca de $930.000 mensuales, según el convenio del sector.

El dirigente también comparó la situación local con la del Área Metropolitana:
«Estamos muy lejos de lo que se habla en Buenos Aires. Allá ya están cerca de los $4.500 por kilo de pan».
Aunque hasta el momento no se registran cierres masivos de panaderías en Mendoza, el sector atraviesa una situación crítica. La falta de insumos esenciales agrava el panorama:
«Hay proveedores que directamente no tienen grasa ni margarina», advirtió.
A pesar del contexto, desde la Cámara aseguran que si los insumos bajan, también trasladarán la baja al precio final, aunque hoy la prioridad es sobrevivir en un mercado cada vez más desafiante.