El Papa Francisco aprobó este lunes (14 de abril de 2025) el reconocimiento de las «virtudes heroicas» del arquitecto español Antoni Gaudí (1852-1926), según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
El diseñador de la Sagrada Familia, la famosa basílica neogótica de Barcelona consagrada por Benedicto XVI en 2010, es, por tanto, ahora «venerable». Se trata del hombre apodado «el arquitecto de Dios».
Los trámites del proceso de su beatificación iniciaron con la conformidad de la Santa Sede, en Barcelona el 12 de abril de 2000. En la ciudad condal falleció el 7 de junio de 1926 tras ser atropellado por un tranvía en la Gran vía barcelonesa.
Gaudí fue enterrado en la cripta de la Sagrada Familia a la que dedicó los últimos catorce últimos años de su vida, en los que rechazó cualquier otro proyecto.
De los tres frontales realizó uno, dedicado a la Natividad. El segundo, dedicado a la Pasión de Cristo, se realizó sobre diseños de Gaudí tras su muerte. El tercero, la Gloria, está aún por realizar.
Gaudí confesaba ser católico por educación y por convicción. “La fe en Dios me ayuda, me consuela y me da fuerzas en las situaciones delicadas”, afirmó en una ocasión.
Apasionado por la perfección, vivió heroicamente las virtudes cristianas, intentando dar gloria a Dios mediante su obra. Cada día, después de misa, buscaba con serenidad el breve contacto con la naturaleza, verdadera causa de su inspiración.
Trabajador infatigable, convencido del espíritu franciscano, buscaba en la naturaleza el Espíritu de Dios. Su arquitectura, única en el mundo, ha quedado reflejada en numerosos ejemplos en Barcelona: el Palacio Güell, Casa Milá, Balcones de la Pedrera, Escuelas de la Sagrada Familia y la finca Güell en la Avenida de Pedralbes, donde jugó con cristales y azulejos, combinados con inteligencia.
Su devoción mariana ha quedado plasmada en el edificio de las misiones africanas de Tánger, y el Rosario en la Montaña de Montserrat. La huella de Gaudí también está presente en el monasterio benedictino de Villaricos, en Cuevas de Vera (Almería), y en el colegio de Jesús María, en San Andrés del Palomar.
Ser declarado «venerable» por el Papa en la Iglesia Católica significa que la Iglesia reconoce que una persona fallecida ha vivido virtudes cristianas en grado heroico. Es un paso en el proceso de canonización, que precede a la beatificación y la canonización. La declaración de «venerable» es un reconocimiento de la santidad de la persona.
El proceso de ser declarado venerable implica lo siguiente:
- Fase Diocesana:
Se investiga la vida y la fama de santidad de la persona, incluyendo testimonios de personas que la conocieron.
- Fase Romana:
Un relator de la causa de la Congregación para las Causas de los Santos elabora la «Positio», un documento que resume la vida, virtudes y escritos del candidato.
- Reconocimiento de Virtudes Heroicas:
La Congregación para las Causas de los Santos evalúa la documentación y, si se determina que la persona vivió virtudes cristianas en grado heroico, se declara venerable por el Papa.
Gentileza:
Beatriz Genchi
Museóloga – Gestora cultural.
bgenchi50@gmail.com
Puerto Madryn – Chubut.
