San Rafael, Mendoza lunes 16 de junio de 2025

Sede Vacante también constante y sonante – Por:. Beatriz Genchi

Cuando un templo tiene el título de basílica, entre otras cosas, tienen derecho a usar unas determinadas insignias. La primera es la umbrela (sombrilla) basilical, que es una umbrela hecha con doce franjas de seda que alternan los colores rojo y amarillo, que son heredados del Senado Romano, y que fueron adoptados para la umbela como insignia del gobierno papal. Se remata por un globo con una cruz, ambos de metal dorado, todo montado en una pértiga. Se coloca en algún lugar de la basílica, y se lleva en las procesiones. La umbrela permanece semiabierta esperando al pontífice, y solamente se abre del todo para recibir a éste.

Por esto, la umbrela semiabierta es signo de la espera del papa. De ahí que se use en la heráldica para representar la espera al nuevo papa durante los periodos de Sede Vacante. En estos periodos, las armas de la Santa Sede sustituyen la tiara por una umbrela. De esta forma, tienen las dos llaves –la plateada y la dorada- entrelazadas por un cordón rojo y son timbradas por la umbrela semiebierta.

Además, en este periodo en las armas del cardenal camarlengo se coloca, en la parte superior, las llaves, pero sin cordón, que son timbradas por la umbrela semiabierta. Las armas del camarlengo pueden verse, por ejemplo, en las monedas que se acuñan durante la Sede Vacante.

Por lo que no ha habido que esperar mucho tiempo entre la noticia del fallecimiento del papa Francisco y la curiosa asociación que han hecho en su mente los amantes de la numismática. Mientras el mundo centra su curiosidad en el cónclave, los coleccionistas elucubran sobre la posibilidad de que el Vaticano retome su actividad con una nueva moneda de sede vacante.

No hay que olvidar que, además de líder de la Iglesia Católica, el Papa es el jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano, un territorio que anualmente acuña moneda en euros. Sus piezas suelen figurar entre las más solicitadas debido a sus limitadas tiradas y su restringido proceso de adjudicación.

Si el organismo encargado de emitir las monedas del Estado Vaticano estuviera funcionando con normalidad, las pesquisas quizá serían más sencillas, pero en estos momentos, la Oficina Filatélica y Numismática del Vaticano está sumida en un profundo proceso de renovación: no permite nuevos registros para comprar monedas y tampoco está disponible su tienda online. Además, para aumentar la confusión, entre los círculos numismáticos se ha filtrado la noticia de un posible robo de monedas de oro por parte de los trabajadores y de ahí la actualización de su inventario.

Esto último son rumores sin confirmar, pero lo que sí que está claro es que desde octubre de 2024 el Vaticano no ha funcionado con regularidad. De las dos monedas conmemorativas de 2 euros anunciadas para el año pasado, solo una, la dedicada al 750 Aniversario de la muerte de Tomás de Aquino, salió a la venta. De la segunda, en homenaje al 150 Aniversario del nacimiento de Guglielmo Marconi, todavía no hay ni noticias ni fechas.

Con este panorama, la moneda de sede vacante tras la muerte del papa Francisco es toda una incógnita.

A lo largo de la historia ha habido dos monedas en euros con el escudo de sede vacante. La primera se acuñó en 2005 tras la muerte del papa Juan Pablo II. En aquel momento, el Vaticano emitió el conjunto de 8 monedas de euros con el escudo de sede vacante, que llevaba en el anverso el blasón del cardenal carmalengo Chamberlain y el conopeo, que es la sombrilla que se coloca en el escudo de armas de la Santa Sede en periodo de sede vacante.

Con el paso de los años, la Comisión Europea estableció que el hecho de que una jefatura de estado quedara vacante no daba derecho a modificar las caras nacionales, por lo que las monedas de circulación de sede vacante pasaron a ser piezas conmemorativas de 2 euros.

Así, tras la renuncia de Benedicto XVI, el Vaticano acuñó una pieza conmemorativa de 2 euros de sede vacante. En este caso, la pieza llevaba el escudo de armas del camarlengo Tarcisio Bertone además de las leyendas ‘CITTÀ DEL VATICANO’ y ‘SEDE VACANTE MMXIII’ y, por supuesto, el característico conopeo.

Si el Vaticano retomara actualmente su actividad, cabría la posibilidad de que este año dedicara una de las dos monedas conmemorativas de 2 euros que tiene derecho a acuñar a la sede vacante con el escudo del cardenal camarlengo Kevin Farrell. Si optaran por mantener el diseño de las emisiones anteriores, la pieza llevaría en el anverso el blasón de Farrell con el conopeo y las leyendas ‘CITTÀ DEL VATICANO’ y ‘SEDE VACANTE MMXXV’.

Mientras se desvela esta incógnita, todavía pueden encontrarse en diferentes tiendas de numismática monedas de sede vacante, tanto de 2005 como de 2013 por precios que oscilan entre los 90 y los 400 euros.

El papado de Francisco ha durado doce años, un periodo en el que el Vaticano ha ido acuñando euros anualmente para su puesta en circulación. Los visitantes que estos días caminen por Roma pueden terminar con monedas en sus bolsillos correspondientes a este tiempo, pero solo encontrarán la efigie del papa Francisco en las emitidas en 2014 y 2015, ya que en el resto figura su escudo de armas.

Gentileza;

Beatriz Genchi

Museóloga – Gestora cultural.
bgenchi50@gmail.com

Puerto Madryn – Chubut.

 

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