El 23 de marzo vence el beneficio y el Gobierno no lo prorrogará; las personas que lleguen a la edad para el retiro, pero no tengan los años de aportes recibirán a los 65 años un ingreso que es un 20% menor al haber mínimo; la oposición promete dar pelea en el Congreso
Pese a que el presidente Javier Milei aseguró que “no está en agenda” una reforma jubilatoria integral –medida que había anticipado el exjefe de la Anses Mariano de los Heros, lo que le costó su puesto-, en los hechos el sistema de seguridad social sufrirá un cambio profundo a partir del 23 del mes próximo. En efecto, ese día vence la última moratoria previsional y, con ella, la posibilidad de que mujeres y hombres en edad de jubilarse puedan acceder al régimen general y cobrar un haber mínimo, aunque no hayan cumplido con los 30 años de aporte que exige la ley.
Las estadísticas que la Anses difunde cada cuatrimestre demuestran que, una vez concluida la moratoria vigente, solo tres de cada diez hombres y apenas una de cada diez mujeres estarán en condiciones de jubilarse porque habrán cumplido los dos requisitos que establece la ley: la edad jubilatoria (60 años para las mujeres y 65 años para los hombres) y contar con 30 años de aportes. Quienes no cumplan con estas exigencias solo podrán acceder a la Prestación Básica Universal al Adulto Mayor (PUAM), que representa el 80% del haber mínimo. Con el agravante de que las mujeres deberán esperar a cumplir 65 años para cobrarlo.
Ante el inminente vencimiento de la moratoria, legisladores de la oposición planean impulsar distintas alternativas para evitar que este vasto segmento de nuevos jubilados quede totalmente fuera del sistema previsional.
La oposición más dura –el kirchnerismo y la izquierda- reclaman lisa y llanamente una nueva prórroga del beneficio por otros dos años. Otros bloques, en desacuerdo con las moratorias aunque sensibilizados por la gravedad del problema, proponen la instrumentación de una prestación proporcional (es decir, un haber que se ajuste a la cantidad de años aportados) que se sume a la PUAM.
Los planteos opositores prometen desatar, en las puertas de un año electoral, un nuevo capítulo de enfrentamiento con la Casa Rosada en un tema altamente sensible como es el de las jubilaciones.
“Mariano de Los Heros, un funcionario de segunda línea, no tenía por qué hablar de un tema que no está en la agenda. Me pareció una falta de respeto”, fue la explicación del mandatario para despedir al funcionario.
Especialistas en materia previsional, en tanto, lamentan la demora en avanzar en una discusión de fondo sobre el problema previsional.
“Nuestro sistema es caro, injusto e ineficiente –advierte Rafael Rofman, investigador principal de Cippec-. Es caro porque gasta mucho más de lo que debería: gastamos parecido a países como Bélgica, cuando ellos tienen el doble de población adulta mayor. Es injusto por la enorme cantidad de excepciones y reglas especiales; tratamos muy distinto a personas con historias laborales muy parecidas. Y es ineficiente porque, a causa de tener muchos beneficiarios jóvenes, personas con dos o más beneficios y grupos con haberes muy superiores a los del régimen general, no logramos proteger a nuestros adultos mayores con la calidad que deberíamos.”
“Arreglar esto requiere decisión política y acuerdos que eliminen privilegios e ineficiencias. En pocas semanas se cierra la moratoria previsional vigente y esa es una buena oportunidad para dar una discusión integral”, señala Rofman, quien trabaja junto a un grupo de legisladores de distintos bloques en una propuesta de reforma previsional integral en el marco de la Red de Acción Política (RAP), dirigida por Alan Clutterbuck.
Prórroga, ¿sí o no?
El kirchnerismo sostiene que la única salida plausible en esta coyuntura es la prórroga de la actual moratoria. Aprobada en 2023, se la justificó en el vasto universo de personas que no pudieron completar sus aportes por haberse desempeñado en la actividad informal. La moratoria les permitía acceder a una jubilación mediante un plan de pagos en cuotas con la Anses que les permita saldar su deuda.
“La Ley Bases permite condonar la deuda de los empleadores que no cumplieron con sus obligaciones a la seguridad social. Sin embargo, cuando el trabajador quiere pagar lo que su empleador no pagó, se da de baja esta moratoria y se lo condena a caer en la PUAM, que representa el 80% de la mínima, aunque les falte un año para completar sus aportes”, advirtió el diputado Leopoldo Moreau, autor de un proyecto para prorrogar la actual moratoria por otros dos años.
El diputado Nicolás del Caño (Izquierda) intentó -sin éxito- que este tema se discutiera en la última sesión. “Esto es un problema gravísimo: eleva la edad jubilatoria de las mujeres de 65 años y además reduce en un 20% la jubilación mínima”, alertó.
Otros bloques opositores, sin embargo, no creen que la continuidad de la moratoria sea la solución; hace veinte años que se aplica este tipo de remiendos al sistema previsional que no hicieron otra cosa que provocar el quiebre del régimen jubilatorio, aducen. De acuerdo con un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), en 2023 el 85,2% de las altas de jubilaciones por vejez del Sistema Previsional Argentino (SIPA) fueron a través de esta moratoria.
En esta disyuntiva, plantean como alternativa la instrumentación de una prestación proporcional.
“El Congreso aprueba blanqueos de capitales para grandes fortunas que no pagan un peso de impuesto pero no damos la discusión para votar una suerte de blanqueo previsional donde los que sí aportaron, pero no llegan a los 30 años, puedan cobrar proporcional a lo que aportaron –acicatea Nicolás Massot (Encuentro Federal)-. La Argentina tiene un problema de informalidad fuerte hace décadas. Hay una enorme cantidad de gente que tiene entre 5 y 15 años de aporte y no reconocerlos sería una enorme injusticia.”
En rigor, la prestación proporcional no es una idea nueva; fue una propuesta de la UCR que el Gobierno tomó durante la discusión de la Ley Bases. En el debate del proyecto en el Senado este capítulo se descartó; De los Heros, en su última entrevista, planteó que podría ser una alternativa frente a la caída de la moratoria. Sin embargo, sus declaraciones le costaron el puesto.