San Rafael, Mendoza 04 de enero de 2025

El Talón de Aquiles de Milei – Por:. Rogelio López Guillemain

Hemos llegado al final de un intenso y disruptivo 2024 y en todos lados escuchamos y leemos balances sobre lo que sucedió durante este año.  No quiero escribir un artículo más sobre ello por lo que tan solo me limitaré a decir que más allá de los innegables y trascendentes cambios económicos que estamos viviendo, considero más relevante el cambio de mentalidad y la decisión de dejar de ser políticamente correctos de una gran parte de la ciudadanía, ciudadanos cansados del victimismo, hartos del maltrato cívico y enojados con la “casta”.  El principal cambio de este año no ha sido en lo económico sino en el campo de la llamada batalla cultural.

Ahora nos toca emprender un nuevo desafío llamado 2025 y en esta oportunidad el reto es principalmente político.

Milei se enfrenta a las elecciones de medio término con inmejorables oportunidades de “dar el batacazo” en las urnas, pero para que ese triunfo sea verdaderamente productivo necesita de representantes que estén a la altura de los hechos.  Conseguir personas idóneas, no contaminadas y con consciencia cívica a lo largo y ancho del país no es una tarea simple y el atajo de colocar a legisladores obedientes que obedezcan sin chistar las órdenes del presidente ha demostrado ser muy poco aconsejable.

La falta de un soporte partidario en el que hagan carrera los libertarios es un problema para el actual gobierno y sus alternativas no son claras, quizás la fundación Faro que conduce Agustín Laje sea una alternativa, pero demandará un tiempo inapelable ver sus resultados.

La otra dificultad con la que se encontrará es lo que la vieja política pretenderá hacer para estas elecciones, lo mismo de siempre, demagogia.  La oposición, principalmente el peronismo, es consciente de que se encuentra en una situación muy delicada, está de moda y paga ser austeros y ellos no saben cómo serlo, y si a pesar de ello y aún en contra de sus banderas lo hiciesen, no serían para nada creíbles.  Parten de muy atrás en la carrera electoral y van a quemar sus naves (y tú dinero) en un intento desesperado por revertir lo inevitable.

El problema político de la oposición es para Milei un problema económico.  No resulta significativo lo que puede seguir recortando de gastos a nivel nacional y necesita recortar los costos provinciales y municipales para poder ejecutar la tan anhelada reducción de la carga impositiva y eso está fuera de su órbita.

Sólo se me ocurre una forma.  Si focaliza la limitada baja en los impuestos a aquellos que son coparticipables, obligaría a los gobiernos opositores o bien a cuidar sus gastos, o a subir impuestos o tasas, o a endeudarse, o a emitir cuasi monedas.  De todas estas opciones la que mejor manejan es la de asfixiar a los contribuyentes y para que esto se disimule la “fiesta” debe ser muy atractiva.

La jugada es peligrosa y delicada.  Los peronistas explotarán el poco cariño que el interior le tiene a “los porteños” y muchos “federales” pueden caer en el engaño.  Nuevamente Milei deberá apoyarse en los individuos, principalmente en los jóvenes, y exponer el señoreaje con el que la corporación política parasita a quienes producen.

El presidente debe cuidar su talón de Aquiles redoblando su comunicación directa a través de las redes y sobre todo debe minimizar los errores propios.  No alcanza con ser anti casta sino también hay que parecerlo.  Cuestiones como por ejemplo ficha limpia, la relación con la vicepresidente o Ariel Lijo son temas delicados que considero deberían ser reconsiderados.

En este 2025 el León libertario deberá parecerse más al Zorro del Desierto Rommel o a nuestro Zorro autóctono Roca para moverse con astucia y quizás incluso ceder algunas batallas para poder ganar la guerra.

Gentileza: 

Rogelio López Guillemain

idias1967@gmail.com

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