Despejó buena parte del calendario de pagos que estaba fijado para el período electoral al consiguir una tasa de adhesión del 64% en un contexto de liquidez más acotada
El Gobierno consiguió hoy acompañamiento del mercado para postergar $14 billones en vencimientos de la deuda debía enfrentar este año entre mediados de mayo y comienzos de noviembre, sobre un total canjeable de $22 billones, mediante una operación por la que redujo el costo promedio de ese pasivo del 3,94% al 2,20% mensual, aunque sólo si se consideran las tasas originalmente pactadas a las que habían sido colocados algunos de los instrumentos canjeados en relación al promedio convalidado hoy.
A su vez, la tasa de adhesión del sector privado rondó el 55%, nivel no desdeñable en un contexto en la que, por caso, la liquidez del sistema bancario local se sigue contrayendo, al punto que “el stock de Lefi que mantienen en sus poder las entidades privadas tocó en los últimos días un mínimo de $2,35 billones”, hicieron notar desde Target de Mercado.
El objetivo oficial es comenzar a despejar la carga de vencimientos en el semestre electoral para evitar la chance de posibles contratiempos que sumen ruido al mercado en ese contexto, además de limitar la liquidez, para mantener la plaza cambiaria tranquila.
Los nuevos instrumentos, a ser acreditados el miércoles 29 cuando se liquiden, pagan el máximo entre la capitalización de una TEM fija que irá del 2,14 al 2,27% mensual y una TEM variable construida en base a la tasa TAMAR, que replica el promedio que los bancos pagan por los plazos fijos mayoristas superiores a los $1000 millones.
Una buena aceptación de la oferta oficial estaba en buena medida descontada por los analistas y operadores por el “premio” que el Gobierno propuso a quienes accedieran a alargar plazos, al establecer precios de intercambio algo por encima de los valores que regían al momento de la convocatoria en el mercado.
“Despejaron casi la mitad de los vencimientos con privados que estaban previstos para el año entero. Es lo destacable y, de algún modo, esperado, dado que la canasta de Duales que se ofrecía operaba con un ligero premio contra la curva de Lecap y con costo cero para su opcionalidad dual”, valoró el analista Juan Pedro Maza, estratega de Cohen.
El economista Gabriel Caamaño, director de la consultora Outlier, coincidió: “El canje fue bueno: por los porcentajes se nota que entró todo el sector público y el sector privado acompañó. Sólo hay que señalar que la lectura oficial sobre la baja de tasas es algo engañosa, porque toma las Lecap de más corto vencimiento en la comparación”, apuntó.
El usuario de X Juancito Nieve lo explicó así: “Es verdad que el canje de hoy bajó la tasa, pero fue en contrapartida de un aumento de la deuda total. No representa un ahorro. Emitiste una letra a un año a una tasa del 4%. Esa tasa comprimió al 2%. Esa letra cotiza en el mercado al 102% de paridad (así rinde 2%) Hoy lo canjeás tomando el valor de mercado (no el valor técnico). Ese 102% de paridad. Es decir, por cada 100 bonos que canjeaste, diste 102. La tasa de la deuda bajó 2%, pero la deuda subió 2%”, explicó en un posteo.
“La apuesta era aliviar las obligaciones financieras previstas para el tramo más sensible de 2025 y trasladarlas a 2026, con el objetivo de reducir tensiones en el mercado cambiario en un año electoral”, comentaron desde Criteria.
El secretario Quirno, precisamente, explicó que la estrategia oficial estuvo centrada “en la extensión del perfil de vencimientos a tasas nominales descendentes”, para sumar un pilar más “al ancla monetaria requerida para sostener el proceso de desinflación con crecimiento económico”.