Según destacó Jimena Grilli, encargada del SUM, el número de actividades ha crecido notablemente, pasando de solo dos el año pasado a siete este año. Este aumento refleja el interés y la participación activa de la comunidad, beneficiando a un grupo diverso de aproximadamente 20 a 25 niños, así como a adultos, incluyendo a abuelas que han encontrado en el taller de costura una forma de compartir habilidades y aprender nuevas técnicas.

Los talleres no solo han proporcionado un espacio para la diversión y el aprendizaje, sino que también han generado oportunidades laborales para los participantes. A través de estas actividades, se busca empoderar a los vecinos, brindándoles herramientas que pueden ser útiles tanto en su vida diaria como en su desarrollo profesional.

La variedad de actividades ha permitido que tanto niños como adultos se involucren en diferentes áreas, promoviendo así un ambiente inclusivo donde todos pueden aprender y crecer juntos. La murga ha fomentado la expresión artística y cultural, mientras que los talleres de panadería y costura han ofrecido habilidades prácticas que pueden ser aprovechadas en el hogar o incluso para iniciar pequeños emprendimientos.

  • El éxito del programa en el SUM del Barrio Parque es un claro ejemplo del poder del trabajo comunitario y la importancia de ofrecer espacios donde todos puedan participar activamente. Con cada taller, se están construyendo no solo habilidades, sino también lazos entre los vecinos que fortalecen la comunidad.