El Cuerpo de Canes de Zona Sur tiene más de cinco décadas de historia. Su origen remonta a 1973, cuando un grupo de agentes de la Policía de Mendoza recibió capacitación para trabajar junto a perros entrenados en la Compañía de Canes “Tomás Godoy Cruz”. Aquellos primeros ejemplares fueron Elko, Mingo y Boboy.
En 1977, la unidad se consolidó con la creación de la Sección Canes dependiente de la Unidad Regional II. Al año siguiente, la Policía obtuvo autorización para construir un centro de crianza y entrenamiento de perros en Isla del Río Diamante, en San Rafael, que sigue siendo la base operativa hasta hoy.
En 2019, como homenaje a los perros que participaron en la Guerra de Malvinas, la Sección Canes fue renombrada Cuerpo de Canes, Perros Héroes de Malvinas Argentinas, en reconocimiento a la valentía de estos animales en la defensa de la soberanía nacional.
Actualmente, la unidad cuenta con 18 ejemplares en todo el Sur provincial. En San Rafael hay 14 perros: 11 son ovejeros alemanes, y 3, pointers ingleses. Además, las delegaciones de General Alvear y Malargüe tienen 4 canes más.
El entrenamiento de los animales es un proceso riguroso que lleva entre 2 y 4 años, dependiendo de la especialidad. Los canes de intervención, como los ovejeros alemanes, son entrenados para actuar en situaciones de alto riesgo, como persecuciones, allanamientos y disturbios. En tanto, los pointers ingleses son expertos en rastrear personas desaparecidas, localizar objetos y seguir huellas en escenarios de investigaciones complejas.
El éxito de las intervenciones depende en gran medida del trabajo conjunto entre el perro y su guía. Este binomio, basado en la confianza mutua, es esencial para llevar a cabo las operaciones de manera eficiente. Los guías de los perros deben conocer a fondo a sus compañeros caninos, interpretando cada uno de sus movimientos –desde la posición de la cola hasta el comportamiento de su hocico– para determinar la dirección del rastreo o para decidir el momento adecuado de la intervención.
Este trabajo de equipo ha quedado demostrado con los últimos hechos ocurridos en el transcurso de 2024, que pusieron en evidencia una vez más la valía de los perros y su capacidad para enfrentar todo tipo de situaciones. En un caso clave, el 9 de agosto, Duque participó en el rastreo quienes habían cometido un robo en la Ruta 144. Con su agudo sentido del olfato, el perro guió a los efectivos policiales hasta un domicilio cercano, lo que permitió recuperar los bienes robados y detener a los responsables.
Otro hecho que marcó el año fue el rescate de dos mujeres atrapadas en el cauce del canal Marginal el 11 de agosto, tras un accidente de tránsito. Coni y China fueron claves en la búsqueda al localizar a las víctimas en un escenario peligroso. A pesar de que una de las mujeres lamentablemente falleció, la intervención de los perros evitó que la tragedia fuera aún mayor y salvaron a la otra víctima.
En octubre, Coni y China volvieron a jugar un papel crucial en la investigación de un homicidio ocurrido en Monte Comán. Tras la habilidad para rastrear y localizar pistas, las perros contribuyeron a la identificación de un domicilio clave, lo que permitió la detención de las sospechosas. Por otro lado, el 10 de octubre, Mingo fue fundamental durante un operativo en Victorino de la Plaza, donde su presencia y capacitación en intervención fueron determinantes para evitar que un asalto armado: se logró la detención de tres delincuentes y el secuestro de varias armas de fuego.
Asimismo, en 2024, la delegación también ha dado un paso adelante en cuanto a la eficacia operativa con la incorporación de cámaras corporales (body cam ), una herramienta que permite grabar las intervenciones, garantiza transparencia y ofrece valiosas pruebas para las investigaciones.