La premiación y la apertura de la muestra será el próximo 7, a las 19, en el ECA Eliana Molinelli, 9 de Julio y Gutiérrez, Ciudad de Mendoza. Esta edición tuvo excelente convocatoria: se recibieron 48 excelentes obras de artistas mendocinos.
Para celebrar los 100 años de la muerte de Giacomo Puccini, el Concurso de Pintura Madama Butterfly de la Fundación Bologna Mendoza, con apoyo de la Subsecretaría de Cultura de Mendoza, realizará su segunda edición, que en esta oportunidad recorre la trayectoria artística del compositor italiano.
Durante el acto, se entregarán las distinciones y menciones Alma Mater 2024. Habrá un intermedio musical a cargo de Rodolfo Aberastain, para continuar con la premiación del concurso, que tiene tres premios principales, una medalla estímulo y tres menciones.
Pinturas sobre Madama Butterfly
La ópera de Giacomo Puccini está en el centro de la actividad de este concurso, que a través de estas nuevas producciones de una de sus obras más trascendentales pretende ofrecer una experiencia estética y artística especial.
Un siglo después de su muerte, la popularidad de Giacomo Puccini nunca ha disminuido. Lo que la hace actual es el hecho de que seguimos reconociéndonos en su teatro, en la música y en la profunda humanidad de sus criaturas. Su obra habla a todo el mundo, es universal.
Esta muestra concurso Madama Butterfly es para todos los apasionados de Puccini y para todas las personas interesadas en la música, en este caso, a través de la pintura.
La gran ópera de Giacomo Puccini
Todo lo exótico, lo lejano, siempre ha atraído a la ópera, desde el maravilloso Barroco y el ilustrado y curioso siglo XVIII. En la época de Puccini, Japón estaba de moda, como todo Extremo Oriente, desde la música a las artes figurativas.
Iris, de Mascagni, drama sobre una doncella japonesa, data de 1898; desde Francia, Pierre Loti, con sus aventuras amorosas de jóvenes occidentales en tierras lejanas, inspiró la novela Madame Butterfly, de John Luther Long, de la que procede la ópera de Puccini. El tema de esta muestra concurso adopta el punto de vista de la geisha seducida y abandonada por el apuesto oficial estadounidense. Incluso, el despreciable acercamiento de Pinkerton en su primera noche con la joven de 15 años se nos presenta a través de los ojos de ella, con una malicia irresistible. La obra maestra es fruto del propio Puccini. En 1904, tras el fiasco del estreno en La Scala, rehízo y llevó al éxito la ópera en Brescia, pero, no contento con ello, siguió perfeccionándola durante casi toda su vida.