Tener en cuenta el momento del día más idóneo para administrar un tratamiento médico permite mejorar los resultados de las terapias y reducir los efectos secundarios
Hay medicamentos que se tienen que tomar cada 8 horas, otros cada 6, algunos cada 12… Con estos no hay duda ya que debemos repartirlos a lo largo de toda una jornada, pero también los hay que se toman solamente una vez al día. ¿Qué hacemos entonces? ¿Los tomamos con el desayuno, con la cena o a media tarde? Puede parecer que no tiene importancia, pero tiene más de la que podríamos imaginar.
¿Qué es la cronofarmacología?
Nuestro cuerpo no es el mismo a las ocho de la mañana que a las siete de la tarde, y es que aunque muchas veces no seamos conscientes los procesos biológicos que tienen lugar en nuestro interior varían rítmicamente a lo largo del día. La ciencia que estudia ese comportamiento y sus cambios se llama Cronobiología, y la que estudia cómo la eficacia y seguridad de los medicamentos se ve afectada por esos cambios, Cronofarmacología.
¿Esos cambios en nuestro cuerpo son tan importantes?
Desde luego que sí, tanto que influyen para que tengamos más o menos riesgo de sufrir enfermedades o más o menos síntomas.
Tenemos más posibilidades de sufrir un ictus entre las 8 y las 12 de la mañana, un infarto de miocardio entre las 6 y las 12 o una subida de tensión arterial a las 9 y a las seis de la tarde. Así que si por ejemplo necesitamos tomar un medicamento que mantenga a raya nuestra hipertensión, parece que no tendría mucho sentido tomarlo durante la cena.
Los diferentes medicamentos y sus horas ideales
Salvo que tu médico o tu enfermera te hayan dicho lo contrario, como norma general la Cronofarmacología recomienda tomar los siguientes medicamentos a las horas que te indico para lograr una mayor eficacia:
– Estatinas. Son medicamentos destinados a bajar las cifras de colesterol en sangre, y deberían tomarse con la cena. Esto se debe a que nuestro hígado sintetiza el colesterol LDL sobre todo entre las diez de la noche y las dos de la madrugada. Si antes de ese momento tomamos la pastilla, conseguiremos una reducción mayor de los niveles de colesterol.
– Diuréticos. Estos medicamentos hacen que nuestros riñones produzcan más cantidad de orina, y se ha comprobado que su eficacia es mayor si los tomamos con el desayuno. Además, tomarlos durante la cena probablemente interrumpirá nuestro descanso en mitad de la noche para tener que ir al baño.
– Antihipertensivos. Como hemos visto, lo habitual es que los picos máximos de tensión arterial se produzcan a las nueve de la mañana y a las seis de la tarde. Es por ello que estos fármacos se deben tomar a primera hora de la mañana para que nos protejan frente a esas peligrosas subidas de tensión.
– Anticoagulantes. Si nos han recetado ácido acetilsalicílico lo ideal es que lo tomemos con la cena, ya que producirá menos irritación de estómago. Además a primeras horas de la mañana suele producirse un aumento de la agregación plaquetaria que podría derivar en trombos, por lo que nos ayudaría a prevenirlos. En el caso del Sintrom también se recomienda tomarlo durante la tarde o la noche.
– Digoxina. Este conocido medicamento se emplea generalmente para tratar arritmias o casos de insuficiencia cardiaca. Lograremos una mayor eficacia si lo tomamos con el desayuno.
– Protectores de estómago. Este es el nombre con el que coloquialmente se conocen a los fármacos inhibidores de la bomba de protones, es decir, omeprazol, pantoprazol, esomeprazol, lansoprazol… Su efecto es estable y dura algo más de 24 horas, por lo que en este caso es indiferente la hora del día en la que los tomemos.
– Antihistamínicos. Son medicamentos a los que recurrimos cuando necesitamos cortar síntomas como la rinorrea, la congestión nasal… Unos fármacos bien conocidos por las personas alérgicas, especialmente en primavera y verano, y que tendrán una mayor eficacia si los tomamos por la tarde.– Inhaladores. Si tomamos estos fármacos a diario por un problema respiratorio, lo ideal sería hacerlo durante la tarde para lograr una mayor eficacia de cara a evitar los episodios nocturnos.
Revisa tu medicación, y siempre que sea posible y un profesional de la salud no te haya dicho lo contrario, trata de seguir las horas marcadas por tu cuerpo para lograr una mayor eficacia de los medicamentos y ganar salud.
Fuente:https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2024/11/10/672e136dfc6c83be6a8b4593.html