El bando, como se llamaba a las normas que emitía San Martín como Gobernador Intendente de Cuyo, dictado por el General en 1851, sienta las bases de la primera iniciativa de catastro de Mendoza y se erige como un histórico paso para ordenar la justa distribución del recurso hídrico. Además, 70 años antes de la redacción de la Ley de Aguas, promueve usos y costumbres que, por mantenerse útiles a través de los años, sirvieron de base para el articulado de dicha ley.
“Los bandos son una muestra de autoridad, con una semejanza a un decreto actual, en el caso del bando que dictó San Martín que hoy se exhibe en el Centro de Interpretación de la Cultura del Agua, reflejó su claro objetivo por un lado de administrar y generar recursos a futuro, con una planificación admirable de lo que fue y es la Mendoza actual. El bando inicialmente fue conocido a través de la difusión dado desde la agrimensura, donde la provincia siempre ha sido avanzada en materia catastral, fue la primera por ejemplo que estableció la obligatoriedad de un plano de agrimensura en cualquier transferencia o transacción inmobiliaria. San Martín ordenó que se mensuraran aquellas propiedades rústicas suburbanas, se había generado una demanda de agua que muestra la escasez que ya existía en aquél tiempo”, dice Sergio Marinelli, Superintendente del Departamento General de Irrigación.
Es importante destacar que, desde el centro de Documentación, Patrimonio histórico y Cultura del Agua, del Departamento General de Irrigación, se produjo la restitución documental de una copia autenticada del bando del General San Martín sobre el agua. Hoy, la copia se encuentra exhibida en el Centro de Interpretación de la Cultura del Agua (CICA), ubicado en Sede Central de Irrigación, dela Ciudad de Mendoza.