San Rafael, Mendoza viernes 20 de septiembre de 2024

Símbolo rojo grosella – Por:. Beatriz Genchi

En el corazón vibrante de Londres, donde la modernidad y la historia coexisten en un delicado equilibrio, se erigen silenciosos testigos de una era pasada: las icónicas cabinas de teléfono rojas.

Estas estructuras, aunque hoy en día son más reliquias fotográficas que puntos de comunicación, cuentan la historia de un Londres que alguna vez fue diferente, un Londres donde las palabras viajaban a través de cables y no de ondas invisibles.

05Las famosas cabinas telefónicas rojas fueron desarrolladas por Sir Giles Gilbert Scott y están presentes en muchos lugares del Reino Unido y en las colonias británicas actuales y anteriores. Se eligió el color “rojo grosella” para hacerlas fácil de detectar y hay una regla que todas estén pintadas del mismo color. A partir de 1926, las cabinas comenzaron a estar adornadas con una corona prominente, que representaba a la monarquía británica. aunque son un símbolo británico, se han reducido drásticamente en los últimos años. Esto sucede porque los teléfonos públicos están cayendo rápidamente en desuso debido a la popularización de los teléfonos celulares.

 El modelo tal y como lo conocemos hoy en día no es el original, ya que con el paso de los años las cabinas telefónicas rojas se han ido modificando. En 1920, el primer modelo desarrollado, conocido como el llamado K1 (Kiosk N° 1), fue el primer quiosco de teléfono público estándar introducido en el Reino Unido por la Oficina General de Correos (un servicio que coincidió con el servicio postal, incluida la venta de sellos, con telecomunicaciones). Este quiosco fue realizado en hormigón y quedan muy pocos ejemplares conservados. Uno está ubicado en Trinity Market en Kingston-upon-Hull.

En 1924 apareció el K2, que fue el resultado de un concurso organizado por Correos, cuyo diseño ganador fue el de Scott. Sin embargo, se hicieron muchas modificaciones al diseño desarrollado por él: las cabinas estaban hechas de hierro fundido (Scott había sugerido acero dulce) y estaban pintadas de rojo (Scott había sugerido plata, con un interior azul verdoso), entre otros cambios menores. . .

Durante la Segunda Guerra Mundial, estas cabinas proporcionaron un servicio esencial, permitiendo a los londinenses mantenerse en contacto con sus seres queridos, a pesar de los bombardeos y la incertidumbre. Eran refugios momentáneos donde se compartían noticias, se enviaban mensajes de amor y se escuchaban voces familiares.

En 1935, el K6 (Kiosco Nº 6) fue diseñado para conmemorar las bodas de plata del Rey Jorge V y pasó a ser conocido como el quiosco “Jubilee”. Entró en producción en 1936, convirtiéndose en el primer quiosco telefónico rojo que se utilizó ampliamente fuera de Londres. En 1935 había 19.000 teléfonos públicos en el Reino Unido y solo 5 años después, gracias al K6, había 35.000. El diseño fue realizado nuevamente por Scott, y era esencialmente una versión más pequeña y simple del K2, que se producía a un costo considerablemente menor y ocupaba menos espacio.

Pero estas ideas no fueron amadas por todos desde el principio. A muchas personas no les gustó el color rojo y hubo muchos pedidos de colores más discretos.

Desde octubre de 2014, varias de las cabinas telefónicas K6 en desuso de Londres se pintaron de verde y se convirtieron en estaciones de carga para dispositivos móviles, y fueron nombrados cajas solares, ya que son funciona con energía solar. El servicio se puede utilizar gratis por parte de la población para recargar celulares, tabletas y otros dispositivos electrónicos. El SolarBox tiene un panel solar personalizado para el techo de la cabina y tiene capacidad para recargar hasta 100 dispositivos por día. Genial, ¿eh?

Con el tiempo, las cabinas de teléfono se convirtieron en un símbolo tan británico como el Big Ben o el autobús de dos pisos.

Hoy en día, las cabinas de teléfono rojas son veneradas como iconos culturales y turísticas. Muchas han sido restauradas y reimaginadas: además del beneficio utilitario descripto algunas sirven como mini bibliotecas y unas pocas han sido convertidas en pequeñas galerías de arte.

Sin embargo, la esencia de su historia permanece intacta. Al acercarnos a una de ellas, es fácil imaginar el tintineo de las monedas, el sonido del disco marcando números y la emoción de una conversación esperada.

Gentileza:

Beatriz Genchi
Museóloga-Gestora Cultural-Artista Plástica.

bgenchi50@gmail.com

Puerto Madryn – Chubut.

 

 

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