El presidente Javier Milei quiere dar un golpe de efecto con ese logro. La semana próxima se conoce el costo de vida de julio.
El Gobierno tiene por delante un escenario desafiante para lo que resta del año. No será el famoso “hay que pasar el invierno” de Álvaro Alsogaray, pero se le parece bastante. Necesita dejar escapar la menor cantidad de divisas en medio de su puja con los agentes económicos, que pugnan por llevar el dólar a otro nivel.
Todo empezó con el “sincericidio” del presidente del Banco Central, Santiago Bausili, cuando reconoció que durante la temporada invernal se perderán reservas por entre US$ 3.000 y US$ 4.000 millones.
Fue en la ya lejana conferencia de prensa sorpresa en la que junto al ministro Luis Caputo anunciaron la segunda fase del programa económico. El mercado esperaba precisiones sobre la salida del “cepo cambiario”, es decir, en qué momento el Gobierno iniciará un proceso para liberar los controles a la moneda norteamericana. Pero esos anuncios no llegaron.
El Gobierno quiere ir con pies de plomo con el levantamiento de las restricciones cambiarias. Lo hará recién cuando tenga un fuerte colchón de reservas. Por ahora, imposible.
Desafiante como siempre, el presidente Javier Milei denunció que intentaron hacer dos corridas cambiarias, y se jactó de haber salido indemne. Asegura contar con más de 17 billones de pesos depositados en el Banco Central para hacer frente a cualquier intento del mercado.
Las corridas bancarias explicaron la mayor parte de los traspiés sufridos por los gobiernos desde el retorno de la democracia en 1983. Milei pretende curarse en salud. Detrás de cada ruido en los mercados denuncia que está la mano de la oposición. En especial apunta a Sergio Massa, el candidato al que derrotó en 2023, que según el Presidente, tiene llegada al sistema financiero y a la burocracia del FMI.
Por ahora, el Gobierno cumplió su objetivo de reducir la emisión monetaria, tras lograr que la mayoría de las entidades financieras aceptara reemplazar los bonos con seguros de liquidez. Ahora es el Tesoro el que respalda esa deuda, ya no el Banco Central.
El objetivo es evitar una devaluación y que la inflación siga bajando. Milei y Caputo pretenden estabilizar el costo de vida en torno del 2% mensual. Será una tarea titánica.
El gran objetivo es reducir la brecha cambiaria al menor nivel posible, para reducir las expectativas de depreciación de la moneda, mientras siguen las tensiones entre Caputo y los bancos de inversión, que consideran que la devaluación de diciembre “se quedó corta”.
El Gobierno necesita además que el riesgo país caiga a la zona de los 1.000 puntos. Es uno de los grandes objetivos fijados para este año. Si esa sobretasa no cae fuerte, será muy difícil para la Argentina, y sus empresas, salir a negociar créditos en el mundo.
Caputo calcula que para salir del cepo se necesitará plata fresca por unos US$ 15.000 millones. Una parte la podrían aportar un grupo de bancos con respaldo del oro enviado por la Argentina al Banco de Inglaterra. La otra podría llegar del FMI, si en Estados Unidos asume una administración cercana al presidente argentino, es decir, Donald Trump.
Milei admite que se lleva bien con el republicano, pero aclara que por encima de eso la Argentina mantiene un alineamiento con Estados Unidos… Y con Israel, acota. ¿Estarían en condiciones los banqueros de la comunidad judía en acerca parte del capital que el país necesita para levantar el cepo? Milei tiene una estrecha relación con varios hombres de negocios cercanos a Israel, tanto en el sistema financiero como en el comercio y hasta los medios de comunicación.
El mercado también está pidiendo subas en las tasas de interés. Caputo prometió hace semanas que la tasa empezaría a ser positiva. Para eso se necesitan más ajustes y también una persistente baja de la inflación.
“Mientras la inflación no perfore con comodidad 4% mensuales las tasas de interés pasivas se mantendrán en terreno negativo, desincentivando los depósitos en pesos”, señalan desde la consultora Delphos.
Con todo, en el mercado entienden que esta nueva estrategia monetaria apunta a profundizar la hoja de ruta para la salida del cepo que fue planteada por Milei.
TEMORES
El Presidente busca alejar temores sobre posibles cesaciones de pago o reperfilamientos durante el 2025. “Ya tengo los fondos para el año próximo”, asegura para llevar tranquilidad.
Una variable que miran los bonistas está vinculada con las reservas netas del BCRA. A fines de julio eran negativas en unos US$ 4.000 millones. Mala señal para los ahorristas.
Así, las dudas están puestas en el frente cambiario, sobre todo en la capacidad del Banco Central de recomponer las reservas necesarias para afrontar los vencimientos de deuda que vienen.
Lo que resta del año será muy desafiante, en buena medida por la decisión de limitar a cero la emisión por la monetización del resultado comercial, es decir, la compra de los dólares que ingresan por la exportación, que el BCRA compra por debajo de los $1.000 y vende en el contado con liqui a niveles de $1.300.
El panorama de vencimientos de deuda para lo que resta del año arroja unos US$ 1.700 millones con el FMI. El año próximo, en tanto, arranca en enero con el pago de intereses de Bonares y Globales, y vencimientos de capital, por US$ 2.800 millones. Con ese fin, el Gobierno tomaría deuda de bancos internacionales. ¿Respaldadas por el oro?
Milei dijo que el pago de los intereses de enero ya los depositó en el BCRA y confió en que los vencimientos de capital los puede rollear porque tiene abrochado los grifos de emisión. «Tenemos armadas las REPO para cubrir, nosotros pagamos como sea», asegura el jefe de Estado. “Nosotros mostramos que tenemos la plata para pagar. Los dólares se compran con superávit fiscal, no con emisión monetaria del BCRA», explica Milei.
RUIDOS EN LA RELACIÓN CON EL FMI
Mientras tanto, la relación con el FMI se puede ver impactada por el duro ataque de Milei contra el director para el Hemisferio Occidental de ese organismo, el chileno Rodrigo Valdés. Lo acusó casi de conspirar contra la Argentina y ser aliado de Massa.
Es un mal antecedente para la negociación con el organismo que encaró Caputo. ¿El ministro de Economía estaba al tanto de la ofensiva lanzada por el Presidente? ¿Quién otro que Caputo puede haberle informado a Milei que Valdes juega en contra de la Argentina? Son preguntas que se hace el mercado. Valdés fue ratificado por la jefa del Fondo, Kristalina Georgieva. Todo indica que un nuevo acuerdo estará directamente vinculado con la luz verde que brinde el nuevo Gobierno que asumirá en Estados Unidos en enero próximo.
Mientras tanto, el equipo económico intenta llevar buenas noticias al mercado. El vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, dijo que la inflación seguirá bajando en lo que resta del año. Y que será en un escenario en que las canillas de emisión monetaria se irán cerrando. En contacto con inversores de Wall Street, Werning dijo que la fase 3 del programa económico será la transición a un régimen de competencia de monedas, que incluirá un abandono «prudente» del cepo.
Por ahora, el equipo económico defiende el dólar blend, por el cual los exportadores pueden liquidar el 20% de los dólares a través del contado con liqui. La medida es criticada por el mercado porque impidió el ingreso de unos US$ 10.000 millones a las reservas. ¿Se equivocó Caputo con esta medida? Por ahora el ministro la defiende, como también la depreciación del 2% mensual del peso, el denominado “crawling peg”.
La otra discusión en danza es si la economía empezó a rebotar. Los últimos datos del INDEC indicarían que podría haberse tocado un piso en la baja del Producto Bruto. Pero también refleja que el rebote no sería en V, como pregona Milei, sino más bien una tenue línea ascendente. Por ahora, tanto el FMI como el Banco Mundial empeoraron su pronóstico sobre el crecimiento de la Argentina. La economía caería casi 4% este año.
Desde la devaluación de diciembre, el Banco Central acumula compras netas en el mercado de cambios por US$ 17.500 millones. Y el stock de reservas internacionales mejoró en USD 6.500 millones o 30,2%, desde los US$ 21.200 millones de principios de 2023.
QUÉ DICEN LOS ESPECIALISTAS
Para analistas como Gustavo Ber, el Gobierno apuesta a profundizar la estrategia de ‘emisión cero’. Y lo hace a pesar de que se teme que podría complicar la acumulación de reservas y la recuperación de la actividad. El especialista en mercados confirma que lo más ansiado por los inversores es la salida del cepo.
“A la espera de un nuevo régimen cambiario, los inversores evaluarán el costo de oportunidad en la acumulación de reservas”, indicó.
Para la agencia de riesgo Moody’s, la exposición de los bancos al Tesoro a través de las tenencias de deuda del BCRA y el Gobierno es significativa, aunque ha ido disminuyendo.
Las entidades financieras estaban más cómodas teniendo sus bonos respaldados por el BCRA. El Tesoro no tiene buenos antecedentes en la Argentina.
La duda es qué pasará cuando Caputo salga a renovar deuda y qué tasa le pedirán los bancos para obtener los fondos necesarios para ir cumpliendo con los vencimientos. La economía argentina sigue siendo día a día, por más que Milei y Caputo, a quien el presidente considera el “mejor ministro de Economía de la historia”, busquen transmitir estabilidad a largo plazo.
“Todo dependerá de que se demuestre que la Argentina es capaz de recuperar reservas una vez que pase el invierno, de lo contrario persistirán las dudas”, sostienen en el mercado.
Mientras tanto, Milei destaca que su Gobierno hizo “el ajuste fiscal más grande de la historia de la humanidad” y advierte: “La motosierra no para nunca. No solo no va a parar, sino que va a seguir. Siempre hay algo para cortar, todo lo que se pueda cortar lo vamos a cortar».
Y asegura: «Hasta que no vea la inflación en cero, no paro”.
Fuente;https://noticiasargentinas.com/economia/-puede-haber–inflacion-cero–en-la-argentina–como-es-el-plan-de-caputo-y-bausili_a66b65255c29ac9c07651d268