Juan Ignacio Roncoroni – EFE
Según estas proyecciones, el aumento de precios del mes actual estará alrededor del 4%, una cifra menor que el 4,6% de junio que informó el Indec; la estimación más optimista se ubica en 3,5% aunque la más desfavorable en 4,8%
Luego de la primera suba de la inflación en la era Milei experimentada en junio, cuando el Indec marcó 4,6% para el Índice General de Precios (IPC) después del 4,2% de mayo, en julio el Gobierno parece haber retomado el sendero de la desaceleración. De hecho, de siete consultoras económicas privadas contactadas por LA NACION, sólo una proyectó una cifra peor que la del mes pasado mientras que las seis restantes reportaron una mejora aunque más lento que el ritmo “desinflacionario” del primer semestre del año. Fuera de las oficinas de cálculo y cerca de las góndolas, los supermercados midieron aumentos por debajo del 4%.
Solamente C&T Asesores Económicos proyecta en julio una inflación más alta que la de junio con un 4,8%. De las otras seis, tres tienen sus estimaciones con el número tres por delante y las otras entre 4 y 4,5%.
“Podés seguir bajando pero no 1 punto por mes”, comentó el economista director de EconViews, Miguel Kiguel, quien tiene pasado en la función pública. Por su parte, Aldo Abram, de la Fundación Libertad y Progreso, consideró que “se ha moderado la desinflación”. Incluso, Melina Sala, de la consultora con la proyección más baja para julio (3,5%), LCG, indicó que “la convergencia de la inflación hacia niveles más bajos se sostiene, pero a un ritmo más lento”.
Durante julio se observaron varias cuestiones relevantes en términos de precios, según los especialistas. Una de ellas es “el efecto helada” por las bajas temperaturas que provocó un aumento más alto en frutas y verduras durante las primeras semanas del mes. A su vez, la brecha cambiaria creció durante el inicio de julio, lo cual representó un rasgo desfavorable para la formación de expectativas económicas. Y un factor que alivió al bolsillo es que los regulados como las tarifas de servicios públicos o el combustible no registraron saltos.
Los supermercados realizan un diagnóstico similar. “Las listas de precios que llegan en su gran mayoría tienen aumentos que le empatan o están por debajo de la inflación. Y en muchos casos, directamente los proveedores no te mandan una nueva lista, es decir que se mantienen los precios del mes pasado”, explicaron en una de las grandes cadenas.
Los representantes de Carrefour, Cencosud, Chango Más, Coto, Día y La Anónima participaron el martes pasado de una reunión con el ministro de Economía, Luis Caputo. Según narraron quienes estuvieron allí, el funcionario se mostró confiado en que antes de fin de año la inflación en alimentos y bebidas se ubicará en el 0%. Incluso, tal como recordaron, Caputo reiteró que, según su visión, ya no existen razones macroeconómicas para que haya inflación.
Lejos de ese 0% estuvo la medición realizada por EconViews. Para la consultora dirigida por Kiguel el alza mensual en alimentos ascendió a 5,8%, apalancado por “el efecto helada” en frutas y verduras, al cual catalogó como “temporario”. Pese a eso, en el índice general de bienes y servicios su proyección marcó 4,5%. En ese sentido, pronosticó que espera meses de “inflación estable pero con una tendencia a la baja”. En relación a la solidez del programa económico y el sendero “desinflacionario”, agregó que el éxito en los próximos meses “va a depender” del nivel de reservas, así como también del desarrollo de las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional.
A propósito del “efecto helada”, el relevamiento de EcoGo muestra que las verduras fueron los alimentos con mayor incremento en julio con un 9%. En la primera semana del experimentaron una suba del 5%. En cambio, fiambres y pescados, tal cual indica el estudio, registraron deflación del -0,2% y -7,1%, respectivamente.
A su vez, el índice general de esta consultora estimó 4,2% en julio, mismo valor que el IPC de mayo. Para uno de sus economistas, Sebastián Menescaldi, “va a ser difícil romper la barrera del 4% – 3,5% porque todavía quedan ajustes por hacer” como el precio del transporte y los combustibles, según citó. Además, realizó especial énfasis en “la cantidad de dólares que tenga el Gobierno” para controlar la brecha cambiaria entre el dólar oficial y los paralelos, y no generar expectativas negativas.
Una observación interesante de cara a la recuperación de la actividad la agregó Sala, de LCG: “La inflación podría estabilizarse en valores de entre 2,5% y 4%. Seguimos creyendo que el verdadero test de si continuamos hacia un régimen de inflación baja (debajo de 1% mensual) se verá recién cuando la economía se reactive, los salarios se recompongan un poco de los mínimos de ahora, y el tipo de cambio deje de funcionar como ancla”.
En julio comenzó a aparecer más firme el factor cambiario como una preocupación entre los economistas. Para Claudio Caprarulo de Analytica, consultora que proyectó 4,4% para este mes, “la principal amenaza para la inflación está en las presiones sobre el dólar”.
Para Fundación Libertad y Progreso (FLyP), la inflación del mes de julio rondará entre 3,9% y 4,1%. Esto significa que el Gobierno lograría un nuevo valor mínimo de la inflación mensual durante la gestión de Milei. Pese a eso, Abram consideró que “no haber tocado tarifas ayudó” aunque faltan más medidas porque “si no hacen nada difícilmente vean un 2%”. En ese sentido, señaló que “hay que sacar pesos” de la plaza más rápido.
En esa dirección apunta la segunda etapa del plan del Gobierno llamada “emisión cero”. Esta fue anunciada a finales de junio y puesta en práctica ya comenzado el mes de julio. Por lo tanto, el debut de la estrategia para “exterminar la inflación” tendrá en agosto su primer partido completo.