San Rafael, Mendoza viernes 26 de julio de 2024

Estragos de la famosa gaseosa – Por:. Beatriz Genchi.

 Chamula, es un municipio enclavado en las montañas del estado de Chiapas, al sureste de México, es conocido por su cultura indígena vibrante y sus profundas tradiciones. Sin embargo, en las últimas décadas, ha surgido un fenómeno inusual que ha puesto a Chamula en el mapa global: su extraordinario consumo de la bebida cola. Esta es la historia de cómo una bebida global se entrelazó con las tradiciones y la vida cotidiana de esta comunidad indígena.

Todo comenzó en la década de 1960 cuando ese brebaje inició una expansión agresiva en mercados rurales y remotos de México. Chamula, con su población mayoritariamente tzotzil, fue uno de los destinos. La bebida, con su sabor dulce y refrescante, rápidamente capturó la atención de los habitantes locales.

Allí, la integración en la cultura local no fue simplemente un fenómeno de consumo, sino una fusión con las prácticas y rituales indígenas. Los chamulas, conocidos por sus sincretismos religiosos que mezclan catolicismo con creencias indígenas, comenzaron a utilizarla en sus ceremonias religiosas.

La bebida se convirtió en una ofrenda a los dioses y una herramienta para las curaciones espirituales. Se creía que el gas que contenía ayudaba a expulsar los malos espíritus del cuerpo, una práctica que sustituyó el uso tradicional de bebidas alcohólicas como el posh.

 El pox o posh históricamente se ha elaborado destilando de forma artesanal y casera en alambiques rupestres un fermento a base piloncillo de caña saborizado con maíz. Encontrando sus orígenes en la cultura Maya, era y es usado por terapeutas tradicionales entre los tseltales y tsotsiles de Chiapas durante ritos y ceremonias religiosas.

En tsotsil y en tseltal, la palabra Pox significa: ‘medicina, curación’. Pox se refiere también a medicamentos. Así, la palabra poxtaiwanej es relativa al médico y poxna es la casa de las medicinas o farmacia.

Haciendo un poquito de historia…La Nueva España y la Capitanía General de Guatemala, buscando defender en prioridad el monopolio de los licores españoles, intentaron frenar la destilación informal de este aguardiente que no requería grandes conocimientos sobre la destilación (seguían los procedimientos más primitivos).

En 1599 el Virreinato de España juzgo necesario frenar la expansión de la industria azucarera “debido al abuso que la gente común va haciéndose de los azúcares para golosinas y bebidas” recordemos que en realidad lo que se buscaba no era preservar la salud, sino imponer los destilados que traían allende los mares.

En 1824, se dio mayor peso a la producción nacional prohibiendo la importación de licores extranjeros y por decreto el 22 de abril de 1831 se prohibió en el estado de Chiapas el establecimiento de fábricas de aguardiente en los pueblos habitados solo por indígenas. El ayuntamiento estableció que “las personas que introdujeran aguardiente a los pueblos indígenas pagarían un impuesto por cada garrafón´.

Volviendo aquí…
Otra razón clave para el auge del consumo de la gaseosa fue su disponibilidad y, en muchos casos, su costo más bajo en comparación con el agua potable. En muchas comunidades rurales de Chiapas, el acceso a agua potable segura es limitado. Las tiendas locales están bien surtidas con coca-cola, y las campañas de marketing de la empresa han asegurado que la bebida esté siempre al alcance de todos.

El consumo masivo de la gaseosa no vino sin consecuencias. A medida que el hábito se arraigaba, comenzaron a aparecer problemas de salud asociados con el alto consumo de azúcar y calorías. La diabetes, la obesidad y las enfermedades dentales se convirtieron en preocupaciones crecientes en la comunidad. Estos problemas de salud se agravaron por la falta de acceso a atención médica adecuada. En respuesta a estos desafíos, ha habido intentos tanto locales como externos para abordar los problemas de salud.

Organizaciones de salud han trabajado para aumentar la conciencia sobre los riesgos del consumo excesivo de bebidas azucaradas y fomentar hábitos alimenticios más saludables.

Además, se han implementado programas para mejorar el acceso al agua potable segura en las comunidades rurales de Chiapas.

El fenómeno del consumo de coca-cola en Chamula representa un dilema moderno donde la tradición y la globalización se encuentran. Mientras la bebida se ha entrelazado con las prácticas culturales, sus efectos negativos en la salud plantean una serie de desafíos que la comunidad y los profesionales de la salud continúan enfrentando. Hoy en día, Chamula sigue siendo un lugar donde las antiguas tradiciones se mezclan con las influencias modernas. coca-cola, con su omnipresencia, sigue siendo una parte integral de la vida cotidiana y ceremonial.

Sin embargo, los esfuerzos para educar y proporcionar alternativas saludables están en marcha, con la esperanza de equilibrar las influencias externas con la preservación de la salud y la cultura local.

La historia es un reflejo de cómo una bebida global puede encontrar un hogar en las costumbres locales, transformándose en algo más que una simple mercancía y convirtiéndose en un símbolo de las complejas interacciones entre la tradición y la modernidad».

Sin embargo, cabe preguntar: ¿es esto una justificante racional para permitir su permanencia, o se debe oponer una resistencia social y gubernamental a este fenómeno que puede tener causas catastróficas a mediano y largo plazo?

Que cada cual discierna y concluya.

Gentileza:

Beatriz Genchi.
Museóloga-Gestora Cultural-Artista plástica.

bgenchi50@gmail.com

Puerto Madryn – Chubut.

 

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