San Rafael, Mendoza miércoles 26 de junio de 2024

El preludio de un drama – Por:. Beatriz Genchi

El 19 de octubre de 1943 fallecía en el hospital psiquiátrico de Montdevergues Camille Claudel, posiblemente la mejor escultora de la historia. Y la imagen que da lugar a este escrito corresponde a un grupo escultórico suyo, titulado …de varias maneras.

La obra aparentemente, se presenta con una clara protagonista, la escultora suplicando a los pies de su amado, el cual no solo la abandonó, sino que, más tarde, se casaría con otra mujer, la que, durante toda su vida había sido su compañera. Todo indica que posiblemente, sea un autorretrato premonitorio de su olvido y abandono en un sanatorio durante treinta años.

Ante ella, aparece la figura de un hombre, que sin duda representa a Auguste Rodin. Se presenta vertiginosamente atraído por la figura que representa la vejez (Rose Beuret, la esposa de Rodin), mientras tiende una inútil mano hacia la juventud (Camille Claudel) anunciando la inminente partida. El drama se ha consumado, la anciana ha atrapado al hombre en una especie de tela de araña mientras la joven, solitaria, ha quedado abandonada a su suerte.

Paul Claudel, hermano de la escultura dijo respecto a esta obra: “Mi hermana Camille, implorante, humillada de rodillas, está soberbia, está orgullosa, y sabe lo que se desprende de ella, en ese mismo momento, delante de su mirada, es su alma”.

En las entrañas del Musée d’Orsay de París se puede respirar sutilmente una versión de esta desesperación implorante. Esa eterna súplica, un conjunto escultórico de bronce moldeado a yeso y a lágrimas por Camille Claudel. Llorando olvido y abandono en un sanatorio durante treinta años.

En 1913 fue internada en un centro siquiátrico donde murió 30 años después. Fue en 1984 que por primera vez se realizó una gran exposición de la obra de Claudel en el museo Rodin de París. Su obra se compone de unas 80 esculturas.

“La Edad Madura”, tres edades, tres maneras de sentir. Un sentimiento que va más allá de la piel, del ser… La implorante, un sacrificio por amor, el horror al abandono, y la rendición de la voluntad.

“Mi hermana Camille, implorante, humillada de rodillas, está soberbia, está orgullosa, y sabe lo que se desprende de ella, en ese mismo momento, delante de su mirada, es su alma”. Manifestó, Paul Claudel.

Todos creen que es de una lectura obvia. Pero, si leemos desde las primeras versiones de esta escultura? La primera versión de L’Âge mûr (La Edad madura), de la que solo se dispone un ejemplar en yeso, se puede fechar en 1894-1895 a partir de la carta enviada por Camille Claudel a su hermano Paul, en diciembre de 1893, en la que la artista la nombra, bajo el título del «Grupo de tres». La escultora manifestó que pensaba introducir un árbol inclinado en el grupo, para expresar con mayor intensidad la idea del destino, central a su parecer.

La segunda versión se realiza tras un encargo del Estado francés, en 1895. Pero, aunque la artista acabase la obra, nunca llegó a ser entregada al Depósito de los mármoles. Sin embargo, se realizaron dos fundiciones en bronce, en 1902, por Thiébaut Frères, por cuenta de un particular, el capitán Tissier (museo de Orsay, París) y en 1913, por Carvilhani (museo Rodin, París), antes que el yeso que había servido de modelo para las fundiciones desapareciese.

A menudo interpretada en un sentido autobiográfico, como ilustración de la indecisión de Rodin entre su vieja pareja, y su joven amante, según indicios de Camille Claudel, aparece sobre todo como una variación en torno al tema del destino. En un movimiento de irresistible arrastre, el hombre, todavía sujetado con firmeza por la juventud y la vida, la vejez y la muerte le arrancan de los brazos tendidos de la joven suplicante. Los drapeados atormentados, las sombras violentas aproximan la estética del «Art nouveau».

Gentileza:

Beatriz Genchi
Museóloga-Gestora Cultural-Artista Plástica.

bgenchi50@gmail.com

Puerto Madryn – Chubut.

 

 

 

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