La estrategia aplica electroestimulación de forma transcutánea en la zona de la lesión medular mientras el paciente realiza ejercicios de rehabilitación
Una técnica no invasiva, basada en la electroestimulación externa de la médula espinal, ha conseguido mejorar la función de brazos y manos en 43 pacientes tetrapléjicos por lesión medular.
Así lo demuestra un ensayo clínico diseñado para probar la seguridad y explorar la efectividad de la estrategia cuyas conclusiones se publican en el último número de la revista Nature Medicine.
Cuando son graves, las lesiones medulares imposibilitan la correcta comunicación entre el cerebro y la médula, impidiendo distintas funciones neurológicas en función del área dañada. Por ejemplo, una lesión en el cuello, a la altura de las cervicales, dificulta una función adecuada de brazos y manos, además de las extremidades inferiores.
Un equipo dirigido por el científico Gregoire Courtine, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL, Suiza) y muy conocido por sus investigaciones para restaurar la función motora en pacientes con paraplejia y tetraplejia, ha querido evaluar las posibilidades de un nuevo abordaje para ayudar a los pacientes con este tipo de lesiones.
Hace casi justo un año, Courtine presentó el desarrollo de una especie de ‘puente digital’ que permitía restaurar la comunicación entre el cerebro y la médula espinal, una estrategia que hizo posible al tetrapléjico Gert-Jan Oskam recuperar y controlar en cierta medida la marcha. El abordaje se basaba en la colocación de implantes tanto en el cerebro como en la zona de la lesión medular.
Para probar su seguridad y testar su eficacia, los investigadores pusieron en marcha un ensayo multicéntrico y abierto en 65 pacientes tetrapléjicos (completaron el ensayo 60) que habían sufrido una lesión medular a la altura de las cervicales. Todos ellos sufrían la lesión desde al menos un año atrás y en algunos casos el daño era muy anterior. De hecho, uno de los pacientes llevaba más de 30 años viviendo con tetraplejia.
Todos los pacientes se sometieron a un programa de rehabilitación durante un periodo de dos meses. Después, durante otros dos meses, al mismo programa se le añadió la electroestimulación con ARC-EX.
La evaluación puso de manifiesto que en 43 de los 60 pacientes se producía una mejora tanto en la fuerza como en la funcionalidad de brazos y manos. No se registraron efectos secundarios graves.
«Vimos que al aplicar la estimulación se facilitaba inmediatamente el movimiento», señaló Courtine en una rueda de prensa para presentar los resultados del trabajo. Pero, además, destacó, «también observamos el crecimiento de nuevas conexiones entre los nervios», una mayor sensibilidad, una mayor capacidad para hacer movimientos de pinza y fuerza, además de una «mejoría significativa en la calidad de vida de los pacientes». Los afectados, señaló, manifestaron una disminución en la frecuencia y la severidad de los espasmos musculares, una reducción del dolor y una mejoría en la calidad del sueño, además de una mejoría en sus niveles de independencia para realizar actividades de la vida diaria.
EL TESTIMONIO DE LOS PACIENTES
Así lo pusieron de manifiesto pacientes presentes en la rueda de prensa, como la británica Melanie Reid, con tetraplejia desde hace 14 años por un accidente montando a caballo.
Antes de someterse al ensayo, su mano izquierda era prácticamente inservible, destacó. «Y ahora puedo usarla. Puedo hacer scroll en una tablet o un teléfono con mi mano izquierda y puedo volver a hacerme una coleta de caballo de nuevo, que era algo que no podía hacer».
También Sherown Campbell, de Colorado, EEUU, señaló que tras el ensayo era capaz de teclear mucho más rápido y «podía participar más en casa, cocinar y hacer cosas con mis hijos, como atar globos en las fiestas de cumpleaños», indicó.
En su trabajo, el equipo subraya que los hallazgos del estudio señalan que la técnica es segura y efectiva y sugieren que puede servir como nuevo abordaje para mejorar la recuperación neurológica de brazos y manos en pacientes con una lesión medular crónica. La técnica ya ha solicitado su aprobación a la FDA, el organismo que regula los medicamentos y los dispositivos médicos en EEUU y espera hacer lo propio en Europa en los próximos meses.
Para Helena Bascuñana, presidenta de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), que la semana pasada celebró su 62º Congreso Nacional, esta «innovadora técnica es de entrada muy prometedora» porque «se habían hecho cosas similares con estimulación intramedular pero esto supone un cambio importante porque la estimulación que realiza es transcutánea, no invasiva, lo que facilita mucho el tratamiento de los pacientes».
En su opinión, lo más relevante de este estudio es que «está hecho en pacientes crónicos en los que la rehabilitación clásica ya no tiene mucho que ofrecer».
«Una paciente con una lesión medular entre las vértebras c2 y c8 tiene una afectación discapacitante muy severa, tiene una discapacidad para la movilidad de las manos muy importante», recuerda Bascuñana. En estos casos, una pequeña mejoría, como mover un poco los dedos si el paciente únicamente podía flexionar el codo, puede suponer un cambio muy significativo en su día a día, señala.
Antonio Oliviero, responsable del Grupo de Exploración funcional y Neuromodulación del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo y neurólogo del Hospital Los Madroños (Madrid), muestra «moderado optimismo» sobre el abordaje.
El hecho de que sea una técnica no invasiva y a priori fácil de implementar podría facilitar una rápida traslación a la clínica, señala el especialista. Sin embargo, «antes tendrían que llevar a cabo un ensayo específico de eficacia con un comparador», señala Oliviero. «Por ejemplo utilizar frecuencias diferentes de estimulación para ver si una estimulación menor produce que no haya eficacia y también probablemente comparar la rehabilitación que ellos hacen con una rehabilitación estándar para demostrar que el protocolo de aplicación es fundamental», indica.
Por su parte Hatice Kumru, neuróloga y miembro del equipo de Neurorrehabilitación del Institut Guttmann de Barcelona, señala que la intervención es «muy prometedora para su utilización en rehabilitación para el futuro», tanto en casos de lesión medular como en otras patologías neurológicas, como el Parkinson.
Todos los especialistas consultados coinciden en subrayar que la estimulación siempre debe ir acompañada de estrategias de rehabilitación y en ningún caso permite la recuperación de la funcionalidad completa de las extremidades superiores.
Fuente:https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2024/05/20/664af62ae4d4d8136a8b4581.html