El Superintendente General de Irrigación, Sergio Marinelli, junto a la Presidenta de la Fundación para el Estudio y la Intervención Socio-Ambiental (FEISA), Nidia Amaya, firmaron un convenio donde se estipula los alcances de una colaboración que activará acciones en pos de conservar y restaurar ecosistemas de humedales. Estas acciones mejorarán la accesibilidad al agua y los servicios ecosistémicos para los pobladores locales que dependen de ellos.
FEISA desarrolla proyectos a nivel nacional, que contribuyen a mejorar el entorno y el desarrollo sociocultural de las comunidades. Sus mayores objetivos se sintetizan en impulsar proyectos integrales, gestionar financiamiento para iniciativas sustentables y colaborar con diversos sectores.
En este sentido, Amaya expresó sobre el acuerdo: “Esta alianza con Irrigación nos facilitará todo tipo de proyecto que acumule agua de lluvia. Este elemento es esencial para el desarrollo de la vida y en las comunidades huarpes se concibe muy necesario. Estos proyectos que permitan a esta comunidad desarrollarse en el lugar y no tener que irse y así desarrollar la ganadería o la agricultura mejora su calidad de vida y mejora también su forma de vida sin perder su cultura ni tener que estar trasladándose hacia otros lugares.”
La fundación EISA, que ha desarrollado proyectos como el plan de conservación del bosque nativo de la comunidad huarpe, ‘Guanacache’ de Las Trancas, San Luis o en nuestra provincia la rehabilitación, saneamiento y reacondicionamiento del habitáculo de los flamencos del Ecoparque Mendoza; hará en este caso de lazo con la comunidad que habita las zonas no irrigadas de nuestra provincia, mientras que Irrigación pondrá a disposición su vasta experiencia técnica e infraestructura para evitar fenómenos como el desarraigo por falta de agua que se produce en estos lugares.
Marinelli, aclaró al respecto: “Desde Irrigación administramos todo lo que tiene que ver con el agua, incluso el agua de lluvia, así lo establece toda la legislación vigente, porque es un bien público de todos los mendocinos y es justo que nos ocupemos también de aquellos mendocinos que viven en otros lugares. Este año pudimos ver cómo llegó el agua a Lavalle y un mes de agua para estas poblaciones puede significar la posibilidad de vivir todo el año, tener una producción ganadera adecuada. Por lo tanto, tenemos que sistematizar y buscar otra forma de poder atenderlos.” Y acotó: “En estos confines lo atendemos de esta forma, para que a través del agua de lluvia puedan capturarla y vivir el resto del año. Se trata de dar seguridad hídrica a futuro a toda la población, independientemente de donde viva”.