San Rafael, Mendoza 23 de noviembre de 2024

¡El Rancho de Rosas…!

 Su estructura exterior, su techo de paja, el trabajo artesanal de sus techos interiores, están cargados de historia. Imposible dejar de visitarlo, de introducirse en la intrincada historia del federalismo argentino, de enconados debates, de la actualidad del pensamiento de su dueño, de la época, de caudillos, de Los Colorados del Monte, de roja pasión… un rancho que hace historia…

La construcción, que se puede ver en San Miguel del Monte Bs.As, perteneció realmente a Rosas. No se encontraba donde se la ve en la actualidad, sino en la Estancia de Los Cerrillos, que estaba a unos 30 kilómetros de distancia y era un verdadero fuerte protegido por pozos y cañones

Actualmente es la única pertenencia de Rosas que quedó en pie y fue construido hacia 1817.  Con posterioridad perteneció por más de un siglo a la familia Bemberg, propietaria de “Los Cerrillos”, hasta 1987, año en que fue trasladado hasta su emplazamiento actual sin que sufriera ningún tipo de daño y sin haber sido desarmada. En una tarea que demandó tres meses de intensa labor y en la que trabajaron arquitectos, ingenieros, técnicos y un equipo de operarios, se procedió a extraer de cuajo el rancho, asentado en la estancia. Las tareas comenzaron el 1 de octubre y culminaron el día 31 de diciembre.

Fue trasladado hasta el lugar donde estuvo la famosa «Guardia del Monte». Una verdadera hazaña de ingeniería pues se necesitó un carretón de 120 ruedas hidráulicas, para transportar la casa de 5 metros de ancho por 24 de largo. Está hecha de paredes de adobe que el «Restaurador de las leyes» mandaba pintar de color rosa por supuesto.

Esta construcción pudo mantenerse en pie durante más de doscientos años y cuenta con cinco habitaciones que dan a una galería, aunque cada una tiene entrada independiente para salir sin necesidad de circular por el interior de la casa. Sin cocina ni baño adentro como se acostumbraba entonces. Las puertas eran tan bajas que había que agacharse un poco para entrar. Eran así para evitar que los aborígenes entraran a caballo en algún ataque.

Otra razón por la que las puertas tenían poca altura era porque el promedio de la estatura de los hombres de esa época era mucho menor que el actual, 1,55 – 1,60 metros contra 1,75 actualmente. El color rosado de las paredes de debe a que en aquellos años se pintaba con una mezcla de leche de vaca con sangre de animales carneados, generalmente vacunos. La mezcla del color rojo con el valor blanco resulta en rosa. La leche recién ordeñada le daba propiedades impermeabilizantes a esa pintura de la época, que no era rosa por casualidad, ya que Don Juan Manuel, había decretado que, en honor a su apellido, todas las casas debían estar pintadas de color rosado. También se utilizaba la cal para pintar, que tiene propiedades antisépticas, y desinfectantes, lo cual se sabía desde hacía ya mucho tiempo.

Fue trasladado porque la familia Bemberg -propietaria de «Los Cerrillos»- lo donó a San Miguel del Monte. Ellos mismos pagaron el traslado. El ingeniero José Blanco debió planificar la operación, estudiando todos los detalles para que saliera bien.

Entonces cavaron por debajo del rancho, donde colocaron tres vigas transversales y pusieron criquets hidráulicos para levantarlo y subirlo al carretón, especialmente diseñado para su transporte. El peso alcanzó las 140 toneladas.

El viaje fue por 30 km de tierra y 30 de asfalto. Al llegar a destino fue descendido y las vigas quedaron enterradas como cimientos.

La estructura se resuelve con palos hincados en el suelo, para lo que se utiliza madera dura, posteriormente se une la estructura con alambres o tientos a modo de hilado, de los cuales se colgarán los chorizos. Los chorizos se confeccionan con manojos de pasto esparto, bien embebidos en el barro.  Luego se cuelgan de la hilada por la parte media de su longitud, de modo que los extremos cuelguen, y se retuercen entre sí y montan y abrazan a la hilada inferior, cuyos extremos se entierran en el piso.  Las paredes laterales se llaman costaneras y las que conforman el triángulo, mojinetes. Se completa la técnica con revoques con barro y trozos de paja.  El revoque se realiza tirando la mezcla con la mano y utilizando la misma a modo de fratacho.

Es quizás uno de los pocos ranchos pampeanos que se conservan en tan buenas condiciones, además del agregado que, en su interior, Juan Manuel de Rosas delineó, pensó, parte de las políticas que lo convertirían en uno de los hombres más influyentes de la segunda mitad del siglo XIX. Desde algunas de sus habitaciones esperó para emprender su “Campaña al Desierto” en 1833 y en sus alrededores quizás Encarnación jugó con Manuelita, en una cálida tarde de septiembre. Este rancho también fue testigo entre otras cosas, del nacimiento de milicias rurales (Los colorados del Monte), que participaron en las luchas de las provincias defendiendo las instituciones.

Los Colorados del Monte, ligados por su nombre con el sitio que los vio crecer, estuvieron presentes en cada hora decisiva que vivió el país. Por la disciplina mostrada en sus intervenciones se ganan el reconocimiento y respeto de toda la ciudad. En más de 20 años de existencia, este cuerpo militar contó con verdaderos talleres de maestranza que trabajaban el cuero para aprovisionarlo de los elementos para la tropa y los aperos para la caballada; también se fabricaron moharras (punta de la lanza), lanzas, estribos, espuelas y el vestuario mismo.

San Miguel del Monte fue sede de ese cuartel militar, un ejército regular de la provincia de Buenos Aires: “Los Colorados del Monte” aunque una vez dejados sus uniformes debieran vigilar sus campos, sembrar su trigo y cuidar sus animales. Lo primero era un servicio a la patria y lo segundo el sustento.

Como locales y con todo el apoyo de su pueblo, son la columna vertebral de la expedición al desierto en 1833 y luego varios combates más. En todas estas acciones “Los Colorados del Monte” estuvieron junto a su jefe y creador, cayendo junto a él cuando fue vencido el 3 de febrero de 1852 en Caseros.

En 1979 (159 años después de su primera aparición pública), este escuadrón reaparece a instancias del Sr. Adolfo Guiraldes en Monte con una formación simbólica creada el 18 de noviembre. Finalmente han sido declarados Custodios Honorarios del Gobernador de la provincia.

Aquí el traslado: https://www.youtube.com/watch?v=zbxl0ofHml4&t=180s

Gentileza:

Museóloga-Gestora Cultural-Artista Plástica.

bgenchi50@gmail.com

Puerto Madryn – Chubut.

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