Una jovencita que se reúne para fumar
Una investigación de la OMS confirma el gran incremento del abuso de bebidas alcohólicas y tabaco en los menores de 15 años, la subida es más acusada en las niñas
La OMS alerta de un problema en el abuso de sustancias nocivas como el alcohol, el tabaco y la iniciación en el consumo de cannabis a edades tempranas entre los menores de 15 años en Europa. Un informe elaborado por la Oficina Regional para Europa del organismo internacional en colaboración con el estudio Health Behavior in School-aged Children (HBSC) subraya que estamos ante un importante problema de salud pública debido a los riesgos potenciales en el bienestar de los jóvenes y en lo que se puede traducir todo ello en la edad adulta.
El estudio recopila información sobre «los comportamientos de salud y el entorno social de los adolescentes de 11, 13 y 15 años» de 44 países y regiones en Europa, Asia Central y Canadá. Esta investigación comparte importantes hallazgos vinculados «al sexo, la edad, los factores socioeconómicos y los cambios a lo largo del tiempo» relacionado con el consumo de dichas sustancias.
Según el informe, el abuso ha sido tradicionalmente más frecuente entre los chicos. Ahora, estos resultados muestran una diferencia de género bien establecida en cuanto a los niños y niñas de 11 años, no obstante, cuando se alcanza los 13 años, las diferencias de género disminuyen o hasta llegan a desaparecer. «Entre los jóvenes de 15 años, las chicas suelen declarar un consumo de estas sustancias más frecuente que los chicos».
En España, en 2018 se reportaba que un 40% de niñas de 15 años consumía alcohol. Para 2022, este incrementó alrededor de un 5%, aumentando así el porcentaje de niñas adolescentes que bebían alcohol a un 45%, comparado con los niños un 33%.
Aún así, el informe aclara que a pesar del descenso del abuso de sustancias como el tabaco y el alcohol en los últimos años en algunos de los países, tras la pandemia, los cigarrillos electrónicos se han convertido en una tendencia global, mayoritariamente entre los más jóvenes. Estas sustancias están ligadas a comportamientos de riesgo, es por eso que se debe de prestar total atención a los cambios en «las diferencias de género a lo largo del tiempo, para orientar mejor las políticas e intervenciones de apoyo a los jóvenes en la prevención y el abandono del consumo de sustancias».
EL CONSUMO DE ALCOHOL EN LOS ADOLESCENTES
Uno de los hallazgos principales trata sobre la convergencia de género en el consumo de sustancias, el informe destaca una tendencia creciente en cuanto al consumo de alcohol a partir de los 13 años, donde las niñas adolescentes «declaran niveles similares o incluso superiores de consumo de alcohol e incidentes de embriaguez». En general, el 35% de los adolescentes informaron haber bebido alcohol en algún momento de sus vidas, mientras que el 20% lo había hecho en los últimos 30 días.
Esto sugiere que una proporción considerable de adolescentes ha experimentado con el alcohol, tanto en el pasado como en un período más reciente. «Uno de cada cinco jóvenes de 15 años se había emborrachado al menos dos veces en su vida, sin diferencias significativas entre sexos en la mayoría de los países y regiones». Entre 2018 y 2022 hubo un incremento entre las niñas mayores al beber alcohol y estar embriagadas, en contraste con los niños de 15 años que se observó un descenso.
Estos datos proporcionan una visión general del consumo de alcohol entre adolescentes, mostrando patrones de aumento con la edad y variaciones significativas entre países. Cabe resaltar que la prevalencia del consumo de alcohol aumentó a medida que los adolescentes envejecían: «el 33% de los adolescentes de 13 años informaron haber bebido alcohol en algún momento de sus vidas», y esta cifra aumentó al 57% entre los adolescentes de 15 años.
Se encontraron variaciones significativas en el consumo de alcohol entre países y regiones. Tajikistán mostró la prevalencia más baja en todos los grupos de edad, 1%, mientras que el Reino Unido (Inglaterra) tuvo la prevalencia más alta entre los niños de 11 (35% niños y 34% niñas) y 13 años (50% niños y 57% niñas). Por otro lado, Dinamarca registró la prevalencia más alta entre los adolescentes de 15 años (83% niños y 84% niñas).
EL USO DE CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS
Al igual que con el consumo de cigarrillos tradicionales, el uso de e-cigarrillos también aumentó significativamente. 1 de cada 6 adolescentes (18%) mencionaba haber usado cigarrillos electrónicos por lo menos una vez en su vida y más del 30% de adolescentes de 15 años ha usado vapeadores a lo largo de su vida, y el 20% mencionaba haberlo hecho en los últimos 30 días. «El consumo aumentó significativamente con la edad, tanto en chicos como en chicas, y en casi todos los países y regiones».
El uso de cigarrillos electrónicos a lo largo de la vida aumentó del 6% entre los de 11 años, al 16% y 31% entre los de 13 y 15 años, respectivamente. Una tendencia similar se observó entre las niñas, con un aumento del 4% entre los de 11 años, al 16% y 33% entre los de 13 y 15 años, respectivamente. Se observó que el mayor uso de este tipo de sustancia se da en Lituania, con una prevalencia de casi el 60% en ambos géneros a los 15 años.
En cuanto al uso del cigarrillo tradicional, el informe señala que «en la mayoría de los países y regiones no se encontraron diferencias significativas en el consumo actual de tabaco entre chicos y chicas» pero que generalmente, el 13% de chicos y chicas mencionaba haber fumado cigarrillo alguna vez en su vida.
En cuanto al uso de cannabis, «Más de uno de cada 10 jóvenes de 15 años (12%) había consumido cannabis alguna vez en su vida, con una prevalencia mayor entre los chicos (13%) que entre las chicas (11%)». Dentro de los países con un porcentaje alto varones se encuentra Reino Unido (Escocia) con 23%, seguido de Polonia 22%, y para chicas en Canadá con 25% e Italia con un 22%.
El mayor problema de salud subestimado para los jóvenes ahora mismo es la adicción a los vapers o cigarrillos eléctricos
En resumen, mientras que la prevalencia del uso de cannabis en la vida disminuyó ligeramente entre 2018 y 2022, el uso actual permaneció estable. Además, se observaron diferencias en el uso de cannabis en la vida según el nivel socioeconómico de las familias, con una ligera inclinación hacia una mayor prevalencia entre aquellos de familias de alto y bajo nivel socioeconómico.
Fuente:https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2024/04/25/6629422fe9cf4aa9048b45ac.html