Por la Mañana de ayer, en la puerta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), se vieron decenas de trabajadores en una extensa fila. El objetivo era informarles si habían sido despedidos o podían ingresar a realizar sus tareas habituales.

Los empleados se vieron obligados, ante el despliegue policial que rodeaba el Polo Científico, a dar su nombre y apellido, uno por uno, para constatar si se encontraban en la lista de personal desvinculado.

Por su parte, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) publicó, en su cuenta oficial de la red social X, que éste es “un CONICET militarizado y que repudian “el amedrentamiento contra los trabajadores”.

El procedimiento de hoy, después de hacer una cuadra y media de cola, implicaba bajar al subsuelo y, si estabas despedido, la policía te acompañaba a retirar tus cosas, contó uno de los científicos que se encontraba en el lugar.

Paralelamente, el Gobierno no muestra demasiados indicios de invertir en Ciencia y Tecnología, dado que paralizó el otorgamiento de becas, no paga subsidios ni se firman compras de equipos.

Uno de los climatólogos e investigadores del organismo, Leandro Díaz, publicó en sus redes que, además de esta situación, hay “1.300 sillas están vacías en institutos del sistema científico por las becas doctorales que no se otorgaron como correspondía”.

Cabe destacar que, actualmente, los científicos e investigadores del CONICET cobran sueldos menores al millón de pesos.

N.A.