La 49° edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires está al caer y este año se enfrentará a los desafíos económicos del país y los embates del Gobierno contra la cultura, con una programación que promete mantener su esencia. La edición 2024 se realizará en los pabellones del Predio Ferial La Rural del 25 de abril al 13 de mayo.

Según Alejandro Vaccaro, presidente de la Fundación El Libro, «podríamos pensar la Feria de mil maneras distintas, con distintos tipos de actividades y formatos, pero sin la gente no habría Seria. Apuntamos a hacer todo lo posible para que sigan viniendo, si bien somos conscientes de que muchos no van a poder comprar un libro».

Los precios de las entradas, que reflejan la inflación actual, no escaparán a la realidad económica, pero se han implementado medidas para facilitar el acceso, como el canje de bonos en la feria y librerías adheridas al programa Chequelibros, así como la entrada gratuita para menores de 12 años, jubilados y docentes.

Uno de los puntos destacados será la participación del presidente Javier Milei, quien presentará su nuevo libro, Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica. El otro será la reaparición pública del ex candidato presidencial Sergio Massaquien acaba de concluir un libro que promete sacudir el panorama político y social del país,

Además, la narradora y ensayista Liliana Heker pronunciará el discurso de apertura, prometiendo abordar la realidad actual con franqueza.

A pesar de la ausencia del Gobierno nacional en esta edición, la feria contará con una amplia representación de autores locales e internacionales, así como homenajes especiales a figuras literarias como Adolfo Bioy Casares y Julio Cortázar.

La participación de Lisboa como ciudad invitada de honor promete añadir un toque internacional, con una delegación que celebrará los 50 años de la Revolución de los claveles y ofrecerá diálogos con autores y artistas portugueses y argentinos.

Además, se presentarán novedades como el encuentro de escritores originarios y un debate de cierre sobre el financiamiento de la cultura, que busca promover el pensamiento crítico más allá de los confines de la feria.

A pesar de los desafíos económicos, los organizadores confían en mantener una alta concurrencia y continuar fortaleciendo el vínculo entre los lectores y la literatura en esta edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

N.A.