San Rafael, Mendoza lunes 29 de abril de 2024

En el Día Mundial del Arte Irrigación homenajeó al pintor Antonio Sarelli

El artista trabajó en el organismo del agua durante 18 años como técnico aforador de ríos y dibujante proyectista. Su labor lo llevó a pasar gran parte del año en un refugio de Malargüe, desde donde en condiciones extremas monitoreaba el clima, las nevadas y el comportamiento de los cauces, que luego plasmó en sus obras.
El Departamento General de Irrigación desarrolla en forma sostenida desde el año 2018, acciones tendientes a poner en valor y difundir el patrimonio histórico y cultural vinculado al agua. La iniciativa busca rescatar la memoria, saberes y anécdotas que permitan comprender grandes capítulos de la historia de Mendoza y del agua.
Es por eso que este lunes, y en el Día Mundial del Arte, Irrigación decidió realizar un emotivo homenaje al gran maestro mendocino de la pintura, Antonio Sarelli, una pieza clave del arte de la Provincia, pero además muy valiosa por su relación con el mundo del agua, aspecto de su vida poco conocido.
Sarelli se desempeñó como empleado del Departamento General de Irrigación durante 18 años, en el Área Hidrología, como técnico aforador y dibujante proyectista. Una tarea que lo llevó cada año y durante 8 meses, a instalarse en el refugio Putalivo, de la localidad de Valle Hermoso, en Malargüe. Su función allí consistía en observar y enviar información relacionada con el clima, a las nevadas y a monitorear el comportamiento de los cauces. Esta valiosa información luego era utilizada también por el Servicio Meteorológico, ya que desde el refugio se operaba una antigua radio, que había sido utilizada en la Segunda Guerra Mundial, para comunicar el parte climático de la zona.
Este alejamiento durante buena parte del año, y su escaso contacto con la civilización, contribuyó en proyectos como el estudió del desvío de los ríos Cobre y Tordillo hacia el Salado y, además, formó parte de la generación que marcó los inicios de la nivometría en Argentina.
Es por eso que Irrigación lo homenajeó y recordó su importante paso por el organismo del agua. Además, una de sus valiosas obras quedará para siempre en la institución, ya que el maestro obsequió la pieza “Cacheuta”, un óleo sobre tela de 1,50 x 2 metros, confeccionada en 2005, pieza que desde hoy conformar parte del patrimonio de Irrigación.
En tanto que, el Consejo Honorífico Asesor del Archivo Histórico del Agua de Mendoza, lo invitó a formar parte como miembro por las anécdotas e historias que atesora en su memoria. Y miembros del Consejo le hicieron entrega de una placa alusiva.
El acto comenzó con unas palabras alusivas del Superintendente de Irrigación, Sergio Marinelli, quien aseveró: “El agua traviesa todos los aspectos de la vida y si uno presta atención todos los días se podría relacionar alguna efeméride con el agua, pero hoy es un día muy especial porque es el día mundial del arte en honor a Leonardo da Vinci, que además de ser un gran artista fue ingeniero hidráulico. Por lo tanto, elegimos este día y de algún modo quisimos simbolizar en la persona de Antonio Sarelli y valorar lo que es el arte vinculado al agua. Más allá del gran artista que es Antonio, es el reconocimiento del gran compañero que evidentemente fue. Así que la figura de Antonio también nos ayuda a hacer trascender la importancia del agua y la verdad que en esto también confieso que existe una cuota de interés, estamos usando un poco la importancia de Antonio como artista y de su obra para que ayude a que la gente valore el agua y la cuide”, aseguró.
Y más tarde, el propio Sarelli fue quien tomó la palabra y entre los agradecimientos a irrigación y a todos presentes, aseguró: “En Valle Hermoso comenzó la gran aventura de mi vida. No sabía si iba a ser pintor o continuar con el primer trabajo que me permitía ayudar a mi familia. Allí encontré el silencio total, absoluto y doloroso de eseaislamiento, el trabajo enorme de sobrevivir. Eso me permitió seguir pintando. Agradezco enormemente a Irrigación por ello y esta radio que está aquí a mi lado, me produce mucha emoción, ya que permitió comunicarme con mis padres y hermanos, a quienes podía informarles si seguíamos vivos allí”, recordó el artista en su homenaje.
“Celebro esta iniciativa del señor Superintendente, de crear un espacio para la historia de Irrigación, porque el hombre es lo que tiene atrás. Irrigación es lo que es por todo lo que hicieron desde los aborígenes hacia la modernidad con las grandes inversiones. Esto ha sido mi vida y con este granito de arena contribuí para que continúen las investigaciones. El agradecimiento es a tanta gente que me ayudó y que me permitió tener tantas satisfacciones”, finalizó el artista, quien cerró con una reflexión “todos estos regalitos al final de la vida son tan importantes. Quiero dejar una reflexión ante el torbellino que vivimos, creo que el arte va a terminar de salvar al hombre. Ojalá así sea”.
Además del Superintendente, el homenaje contó con la presencia de María Teresa Badui, Subsecretaria de Infraestructura y Desarrollo Territorial de Mendoza; Alejandro Slotolow, Secretario de Gobierno y Participación Ciudadana de Godoy Cruz, Cristina Sonego, Directora de Patrimonio de la Provincia, el Dr. Mathus Escorihuela y la Arq. Eliana Bórmida, miembros del Consejo Honorífico Asesor del Archivo Histórico del Agua, distintas personalidades del arte mendocino y familiares del pintor.
Sobre su tarea
En el marco de las acciones que desarrolla el Programa Agua patrimonio cultural de Mendoza, se contactó al pintor quien, con la humildad de los grandes, abrió las puertas de su atelier y compartió datos, información, anécdotas y toda la valiosa experiencia de su paso por Irrigación y por el Refugio Putalivo.
En 1960 recibió el título de Profesor de Dibujo, pero dos años antes, ingresó a Irrigación donde estuvo hasta 1976. Allí descubrió la profundidad de la soledad y del silencio. “El mayor desafío de la pintura es el silencio, porque no existen palabras, ni notas. Hay una búsqueda permanente con lo más íntimo de uno mismo. Vi demasiada hermosura en la naturaleza, la gran belleza del silencio de la montaña y decidí hacer mi paisaje, vale decir, el paisaje como emoción, como un sentimiento”, aseguró Sarelli.

 

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