San Rafael, Mendoza 28 de abril de 2024

Galgos en el arte – Por:. Beatriz Genchi

Resulta difícil hablar de arte canino y sobre todo si tratamos solo ciertas razas.

Desde la antigüedad el hombre y el perro se han beneficiado mutuamente. Hemos pasado de tener al perro como un utensilio más del ser humano a ensalzarlo como colaborador, amigo fiel y parte muy importante en nuestras vidas. Desde que esa coalición surgió, el hombre ha interpretado estéticamente esa unión entre dos animales, uno irracional y otro «racional». Me he centrado en las representaciones de lebreles, esencialmente de Galgos o Whippets. Dado que el Whippet es relativamente moderno he querido resaltar los orígenes de la raza incluyendo todo lo referente a galgos y greyhounds que han sido parte esencial en el inicio de esta raza.

El galgo constituye una de las razas más antiguas que se conoce. los egipcios y los griegos lo usaban frecuentemente para cazar animales pequeños, como demuestra la gran variedad de objetos que se han encontrado con representaciones de este tipo.

Los lebreles ya en la antigüedad se utilizaban como herramienta de caza y sobre todo en el norte de África donde se inició la caza con lebreles. Los egipcios ya tenían representaciones de animales tipo lebrel como Anubis que era representado como un hombre con cabeza de cánido, o como un perro egipcio (o chacal) negro, por el color de la putrefacción de los cuerpos, y de la tierra fértil, símbolo de resurrección. Ocasionalmente, aparece como un cánido que acompaña a Isis. La asociación con el chacal se debe, probablemente, a su hábito de desenterrar los cadáveres de las tumbas para alimentarse. Anubis era representado con pelaje negro, a pesar de que los chacales en el Antiguo Egipto tenían un pelaje rojizo, debido a que ese color simbolizaba la resurrección y la fertilidad, por el color del limo traído por el Nilo cada año, que renovaba la fertilidad de los campos.

En tiempos de los romanos existía ya la mayoría de las formas y tamaños de perros conocidos actualmente. Usaban Galgos y perros de presa para cazar, mientras que los grandes Mastines se consideraban ideales para la pelea y para la guerra. Igual que el actual letrero “Cuidado con el perro”, los romanos escribían “Cave canem” que significa lo mismo en latín. Todo esto se sabe por los restos óseos de estos perros, pero mejor aún por las figuras, pinturas y otras obras de arte que representan a estos animales. La escultura de los Galgos Townley, fue hallada en el monte Cagnolo, cerca de Roma, en los últimos años del siglo XVIII. En el mundo antiguo se tenían perros para cazar, pastorear, como guardianes, para el deporte y como hoy en día, de compañía. En el Lejano Oriente se usan los perros con muchos fines y se les incluye en el culto religioso.

La relación de las dos especies, al menos es una teoría reciente, comenzó como competidores, no complementándose. Donde el que cometiera un error terminaba siendo comido por el otro; aún peor, porque el perro tenía una piel que también seguramente era deseada por el hombre.

El hombre empezó a exigirle otras cosas al lobo con respecto a comportamiento y aspecto. Desde entonces, empezó a crecer la variedad de razas caninas y se han criado perros por aspecto, comportamiento y capacidad de caricias, lo que actualmente sigue pasando, pero a pesar de que se ha mantenido una fina selección de razas, algunas veces suelen presentarse problemas debido a que algunas razas no son compatibles.

Existen tantas muestras de arte representando lebreles que hasta aquí, va solo hasta el s. XVII. Por allí vendrán épocas posteriores.

Gentileza:

Beatriz Genchi
Museóloga-Gestora Cultural-Artista Plástica.

bgenchi50@gmail.com

Puerto Madryn – Chubut.

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