Entre Zárate y Campana, descubrieron hace unos dos años un pequeño anillo que gira sobre su propio eje y esconde múltiples delta del pantanoso río Paraná, se encuentra la insólita isla «El Ojo». Tiene 118 metros de diámetro, se asienta sobre una superficie de agua algo mayor y sus orillas planas forman un círculo bien definido.
La Isla tiene la misma forma circular que el lago donde se encuentra y ocupa unas cuatro quintas partes de la superficie de la masa de agua, lo que hace que el agua del lago parezca una medialuna.
Se realizó un breve informe sobre las características físicas del agua y descubrieron que es increíblemente clara y fría, algo peculiar en la zona. Además, la tierra que se ubica sobre la superficie de El Ojo es muy sólida, algo que no ocurre en sus alrededores.
Pero lo más curioso de todo es que la isla se mueve y gira sobre su eje con movimientos en el sentido de las agujas del reloj. Esto se puede observar de manera muy fácil con imágenes satelitales de Google, al observar las fotografías de años anteriores.
Los investigadores también descubrieron que los lugareños conocen este fenómeno desde hace mucho tiempo pero no sé arriesgan a acercarse a él, ya que creen que ahí vive una antigua deidad.
El lugar fue un asentamiento de querandíes, grupo étnico del noreste de la región pampeana. A orillas del río Luján, cerca de «El Ojo», hay restos de alfarería indígena. También hubo cementerios en la zona. El problema es que llegar hasta ella es casi imposible. El terreno circundante está formado por pantanos. No hay vehículo que pueda acercarse a menos de dos mil metros. Desde allí solo queda una travesía inhumana que incluye zambullidas y tramos a nado. Y los isleños son claros: no les gusta ir a ese lugar. Los caballos y el ganado no quieren acercarse. Y ellos tampoco.
Y también están los barcos. Cargueros inmensos de los años 30 que por algún designio del destino terminaron en los pantanos del Delta, a la vera de un río que por tramos no pasa los 15 metros de ancho y los 50 centímetros de profundidad. ¿Cómo llegaron los barcos hasta ese lugar?¿Por qué hay vehículos con orugas militares abandonados apuntando a los pantanos que conducen a la isla misteriosa?
Incluso el director de cine argentino Sergio Neuspiller, quien aseguró haber descubierto la isla alrededor de 2003 luego de empezar a filmar una película en el Delta del Paraná, sostenía la existencia de reportes de supuestas entidades en la zona. Neuspiller y el ingeniero hidráulico Ricardo Petroni comenzaron a financiar colectivamente una expedición a la isla con la esperanza de realizar buceo, recopilación de datos con drones y análisis de suelos y plantas; sin embargo, sus intentos de recaudación de fondos fracasaron y alcanzaron sólo US$ 9898 de su objetivo de US$ 50 000. El 10 de octubre de 2016, Kickstarter declaró infructuosa la campaña de recaudación de fondos.
Sin embargo, todo lleva a pensar que se trata de un embalse de vegetación, una formación terrestre que cuando se desprende puede generar una isla flotante y se mueven por las corrientes de agua y por la influencia del viento. Este lugar se encuentra a escasos 7 km de la Reserva Natural Otamendi y a sólo 15 km de la ciudad de Campana.
Todo contribuye al misterio. Algunos aseguran que se trata de una zona energética.
Gentileza
Beatriz Genchi
Museóloga-Gestora Cultural-Artista Plástica.
Puerto Madryn – Chubut.
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