Una neuroprótesis ha devuelto la capacidad de caminar a hombre francés de 62 años con párkinson. Marc Gautier tenía graves dificultades para andar y la estimulación epidural dirigida en la médula espinal mejoró la funcionalidad motora y el equilibrio. Este avance, publicado en Nature Medicine, resalta el potencial del uso de este tipo de dispositivos para tratar los déficits de movimiento en personas con enfermedad de Parkinson.
El paciente sufría caídas frecuentes y no podía andar con normalidad. En el pasado ya había intentado otros tratamientos, dado que convive con la enfermedad neurodegenerativa desde hace tres décadas. Después de ensayos en primates no humanos, es la primera vez que se prueba esta tecnología en una persona, que ahora lleva dos años usando la neuroprótesis durante unas ocho horas diarias.
Alrededor del 90% de las personas con enfermedad de Parkinson avanzada experimentan déficits locomotores que incluyen alteraciones de la marcha, problemas de equilibrio y episodios de congelación de la marcha. Estos déficits merman la calidad de vida, aumentan la gravedad de las afecciones relacionadas y las terapias disponibles actualmente carecen de la eficacia necesaria. La estimulación eléctrica epidural dirigida (EES) de la médula espinal lumbosacra modula la actividad de las neuronas que controlan los movimientos locomotores y recientemente se ha demostrado que restablece las funciones de bipedestación y marcha en personas con parálisis debida a una lesión de la médula espinal.
Grégoire Courtine y su equipo conjunto de Instituto Federal Suizo de Tecnología y el Hospital Universitario CHUV Lausana (Suiza) desarrollaron una neuroprótesis basada en eléctrica epidural dirigida para restaurar la activación natural de las neuronas de las piernas que se interrumpen al caminar en personas con enfermedad de Parkinson.
«La estimulación precisa de la región lumbar de la médula espinal consigue una mejoría remarcable en los déficits de movimiento debidos a la enfermedad de Parkinson. Creo firmemente que este hallazgo abre una perspectiva realista para desarrollar un tratamiento que alivie los déficits de la marcha [en estos pacientes]», explica Jocelyne Bloch, neurocirujana del CHUV y codirectora junto a Grégoire Courtin del centro NeuroRestore, y quien lleva más de 20 años utilizando la estimulación cerebral profunda en la enfermedad de Parkinson.
La neurocirujana ha avanzado que esperan probar la neuroprótesis en otros seis pacientes, con el apoyo de la Fundación Michael J. Fox. Así, podrán validar la tecnología e identificar qué tipo de enfermos tienen más probabilidad de beneficiarse de ella.
¿CÓMO FUNCIONA Y HAN CONSEGUIDO ‘COLOCAR’ LA NEUROPRÓTESIS?
Después de una extensa validación de esta neuroprótesis en modelos de primates no humanos, los autores iniciaron un primer ensayo en humanos en un hombre en el que no se había dado mejorías tras someterse a diferentes tratamientos farmacológicos y de estimulación cerebral profunda. En primer lugar, se generó un mapa anatómico personalizado de las regiones de la médula espinal a las que se dirigiría la eléctrica epidural dirigida, que guió la implantación quirúrgica precisa de la neuroprótesis.
Luego se emplearon sensores inalámbricos usados por el participante para detectar intenciones locomotoras y activaron estimulación para activar las neuronas de las piernas para generar movimientos naturales al caminar. Los resultados del estudio muestran que la neuroprótesis mejoró la marcha y los déficits de equilibrio en el participante, quien además informó una mejora sustancial en su calidad de vida (el participante ha estado usando la neuroprótesis durante casi dos años, durante aproximadamente ocho horas por día).
Los resultados preliminares sugieren que la eléctrica epidural dirigida tiene un papel como posible opción terapéutica para el tratamiento de los déficits locomotores que son comunes en personas con enfermedad de Parkinson. Sin embargo, cabe subrayar que este ha sido un estudio de prueba de concepto con un solo participante, y se necesitan más estudios en ensayos clínicos más grandes para validar la eficacia de este enfoque.
Eduardo Fernández, director del Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández de Elche y director del grupo de Neuroingeniería Biomédica del Centro de Investigación Biomédica en Red de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN), cuenta, como recoge SMC que «el estudio está muy bien diseñado y es de gran calidad«.
Pero, el director del CIBER-BBN recuerda que estamos ante una prueba de concepto y aunque «el futuro es esperanzador», subraya que resulta «necesario avanzar poco a poco y no crear falsas expectativas que podrían dañar la credibilidad de estas investigaciones».
Sé el primero en comentar en «Una neuroprótesis ayuda a caminar a un paciente de párkinson»