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Un informe que elabora un consenso entre más de 50 bancos y consultoras estima una mayor suba de precios para el año que viene, aunque con un escenario particularmente incierto
En un contexto catalogado como de alta incertidumbre en la previa a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, más de 50 consultoras y bancos, locales y del exterior, realizaron sus nuevos pronósticos para el nivel de actividad, la inflación y la evolución del tipo de cambio oficial, publicadas en el informe de LatinFocus.
El escenario general de la economía argentina se centra en la caída del Producto Bruto Interno (PBI) a causa de lo que en el texto consideran una “hiperinflación, controles de capital, el colapso del peso y la disparada en las tasas de interés”.
La contracción durante el año, sin embargo, varió sus niveles en los diferentes trimestres y, pese a que hubo momentos de caída “suave”, los datos relevados estiman una intensificación de la caída en el cuarto trimestre, debido a la crisis de los combustibles, la inflación descontrolada y el aumento de las tasas de interés.
Por otro lado, la inflación en septiembre se disparó al 138,3% anual frente a un 124,4% en agosto (los niveles más altos hasta el momento), y cerraría a 178% anual en diciembre. La media anual aumentó hasta el 110,5% en septiembre (frente al 105,4% de agosto). Además, los precios subieron 12,7% en septiembre, según el Indec. Ante esta situación, el escenario futuro podría implicar un 2024 con promedios aún más altos, también debido al colapso del peso en medio de una política monetaria “desenfrenada”. Uno de los mayores riesgos que observan los participantes del informe es el ajuste fiscal poselectoral: “Los panelistas ven una suba de los precios al consumo del 189,7% en promedio en 2024 (154,5% anual al final del período)″, explican, y agregan que, para 2025, el aumento promedio rondaría el 82,5%.
Al referirse a los números y la situación inflacionaria, Santiago Manoukian, de la consultora Ecolatina, sostiene la necesidad de un cambio en la política económica que apunte a que no se profundicen más los desequilibrios macroeconómicos: “Como condición necesaria para la implementación de un programa de estabilización, al inicio del nuevo mandato en 2024 será necesario que la economía transite ciertos ajustes en los precios relativos (como la corrección, al menos parcial, del atraso cambiario y la suba de tarifas de servicios públicos) que harán que la inflación muestre una aceleración en el arranque para, eventualmente, moderarse más adelante. Esto definiría un 2024 que, en promedio, no mostraría una desaceleración de la inflación frente a 2023″, analiza el especialista.
En consonancia con Manoukian, Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de la consultora Equilibra, asegura que el informe muestra cómo suben las perspectivas de inflación para 2024, y que lo más probable es que deba haber ajustes: “Cuando se ve el promedio de hace uno, dos o tres meses, va creciendo. Nosotros estamos observando mucha inflación para el año que viene. También puede haber algo de esto para fines de 2023, según quién sea electo presidente y si busca alguna política más de shock en materia de precios”, explica, y sostiene que estas medidas pueden apuntar a corregir rápidamente el atraso del dólar oficial, de las tarifas de servicios públicos y los precios que se congelaron desde las elecciones primarias el pasado 22.
Respecto del dólar, LatinFocus informa sobre los diferentes valores y establece que, al 3 de noviembre, el tipo de cambio oficial cotizaba a $350 y el paralelo, a $925: el primero se mantuvo invariable mes a mes, mientras el segundo sufrió una depreciación del 12,4% intermensual. Las proyecciones establecen que, para fines de 2023, el dólar oficial valdrá $583, mientras que en 2024 cerrará a $1351, y que terminará 2025 a $1799.
“Necesitás un tipo de cambio real competitivo, necesitás bajar los subsidios, las tarifas de electricidad, agua, transporte público también. Todas esas correcciones necesarias que se pueden hacer de forma gradual o de shock. Pero nosotros vemos, sobre todo, un impacto negativo de esto en 2024″, insiste Sigaut Gravina. También observa que, debido a la aceleración de la inflación, los salarios caen, por lo que también lo hará el nivel de actividad, para lo que calcula una depreciación del 3% el año que viene. En resumen, el especialista estima un año de alta inflación y nulo crecimiento.
La incertidumbre que se vislumbra a nivel político y económico en el país es extensible al nuevo documento de análisis económico. Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, explica que el informe no termina de recoger todas las proyecciones, ya que el escenario no será el mismo si gana Milei que si gana Massa. Por esto, el economista sostiene la dificultad de encontrar un pronóstico único en estos momentos.
Aunque también afirma que hay ciertas coincidencias: “En general, con independencia de quién gane, lo más probable es que las exportaciones jueguen a favor el año que viene, pero parece difícil evitar que la economía caiga, o sea que el PBI vuelva a caer en 2024. Parece lo más probable. Y lo que es muy incierto también es todo el tema de inflación y tipo de cambio, porque va a ser absolutamente distinto con Milei que con Massa. Entonces, la realidad es que uno lo único que puede saber es que la inflación el año que viene también va a volver a ser muy alta, que este año probablemente termine en 170%/180%, más o menos, y que el año que viene seguramente veamos, sobre todo en la primera parte del año, más inflación”, detalla, y enfatiza que estamos a 10 días de definir un poco más el escenario, luego de las elecciones del 19.
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