Más voces se alzan en defensa de los océanos, las comunidades y el ambiente en general. Victoria Emanuelli, guía de Campaña para “350 América Latina”, nos cuenta qué hace la Organización, quiénes adhieren, en qué sitios actúan y algunos otros aspectos importantes de este grupo activista latinoamericano. 

El día 4 de noviembre del año en curso, el movimiento arribó a Puerto Madryn, ciudad costera de la provincia del Chubut, y entrevisté a Victoria.

La intención de la visita grupal fue llevar a cabo una campaña más, de concientización y lucha por un clima seguro y un mundo sin combustibles fósiles, impulsando energías renovables sin impacto en el ambiente y con arraigo en la equidad y la justicia. La denominaron ATLANTICAZO Por un mar libre de petroleras y una transición energética justa.

Al igual que en otras ciudades de Argentina y Colombia, Victoria coordina campañas vinculadas a temas energéticos para una transferencia justa. También lleva adelante campañas de soporte en Bolivia, Perú y México, principalmente con activistas, aunque también participan algunos profesionales comprometidos con la causa y algunos periodistas. Las organizaciones territoriales en Latino América son destinatarios prioritarios, ya que considera que hay una gran disociación con las ciudades, concentradoras de las decisiones y el poder. Agrega que esas comunidades no tienen idea de cómo se genera la energía, sólo sufren los desatinos de aquellas decisiones. Y luchan y resisten en sus territorios, y ahí está 350. Así actúan cruzando informaciones, ideas, campañas también con Brasil y Ecuador. Reflexiona: ….”el norte global es gran consumidor de energía…”.

A esta altura de la entrevista, se me ocurrió preguntar por qué el nombre de la Organización es “350” y contó que hace referencia a la concentración máxima de partículas de dióxido de carbono (CO2) que debería tener la capa de ozono si estuviera limpia, 350 p.p.m (partes por millón, unidad de concentración de sólidos). Esa cifra es indicativa de seguridad climática. Interesante, no? Es un nombre técnico que se originó en una universidad de Estados Unidos.

La Organización funciona desde hace aproximadamente 8 años y no siempre fue con equipo local. Trabajan con una sede virtual mediante actividad remota. Se movilizan en avión porque recorren muchos kilómetros, y se financian con donaciones individuales o suscripciones y con donaciones de fundaciones.

Puerto Madryn es atrayente para ellos para apoyar a la Multisectorial del Golfo San Matías y su resistencia al viaducto Sur y los puertos petroleros que ponen en peligro los ecosistemas costeros con los emprendimientos offshore. Esta conversación dio pie para hablar de los molinos eólicos que atraviesan la meseta en la región del valle chubutense, desde su capital, Rawson, pasando por Trelew y Puerto Madryn y también hacia más al sur.

Los denomina “megaparques” muy llamativos, granjas novedosas, pero acotó que el Movimiento no está de acuerdo con esos emprendimientos “con formato de la industria petrolera, que se construyen sin consultas a las comunidades, sin demasiada mediación de impacto ambiental, apropiándose de las ganancias”.  Incluso agregó que las empresas petroleras ahora están abocándose a la energía eólica o solar, otra forma adecuada de energía aceptada por la Organización. Manifiesta que se alegran por la transición, pero más les gustaría que fuera justa, integradora y no impuesta, sin respeto por el ambiente.

Prefiere pequeños parques distribuidos, a los grandes parques con alto impacto ambiental.

Hablamos también a instancias de una pregunta que hice, sobre la energía mareomotriz, posible en el istmo de Península Valdés debido a la diferencia de altura de las mareas entre Golfo San José y Golfo Nuevo. Iniciativa que celebra, con la limitación que impone los emprendimientos que requieren de tecnología compleja, propia y al alcance sólo de grandes empresas internacionales.

Se expresó en contra de la reciente aprobación de la Suprema Corte de Justicia de Argentina, sobre extracción petrolera frente a las costas de Mar del Plata, que claramente se opone a los principios que sostiene el Movimiento 350, por la depredación sobre los ecosistemas costeros, por ejemplo, cientos de mamíferos afectados en su tránsito hacia el norte o viceversa. Con el agravante, según Victoria, de que la extracción es para exportar o pagar deudas internacionales y no para proveer energía a poblaciones que carecen del servicio de luz o agua.

Finalmente, y consultada por las formas de comunicación e intercambio de los interesados con la Organización, compartió la dirección de la web 350.org que está en diferentes idiomas y con mucha información, y es el sitio para suscribirse. En las redes sociales: Instagram 350americalatina y en Twitter 350alatina.

Victoria aceptó una foto con quien escribe y se despidió saludando a quienes leerán este artículo.

Gentileza

*Prof. Marilina Scarlata

Directora de Divulgación Científica Asociación Amigos de Parques Nacionales

Miembro Comisión Educación y Comunicación CEC- IUCN