La Casa de Malargüe en San Rafael celebró con entusiasmo su segundo aniversario como un hito significativo en su contribución a la comunidad. Wanda Sandoval, referente del lugar, compartió los logros y el impacto positivo que ha tenido esta casa en la comunidad.

El aniversario marca un hito importante en un proyecto que hace dos años era un sueño y que hoy se ha convertido en una realidad palpable. En sus palabras iniciales, Sandoval expresó su satisfacción por haber logrado mantener esta casa en funcionamiento en San Rafael, donde anteriormente no se tenía en cuenta esta necesidad.

A lo largo de estos dos años, la Casa de Malargüe ha demostrado ser un recurso valioso para la comunidad. Sandoval enfatizó que ha sido un período de intenso trabajo y logros notables. “Indudablemente ha sido un proyecto que ha venido para quedarse dentro de nuestra sociedad”, afirmó.

La funcionaria comentó que este espacio ha demostrado ser versátil que ha atendido una variedad de necesidades de la comunidad. Entre los logros notables, Sandoval mencionó el aumento de la capacidad de la residencia de estudiantes, que pasó de 16 estudiantes en el primer año a 30 en el segundo año.

También indicó que el sitio ha desempeñado un papel esencial en la comunidad, brindando alojamiento a personas con necesidades de salud graves y sin un lugar donde quedarse. Sandoval destacó la ubicación estratégica de esta instalación, que se encuentra a una cuadra y media del hospital y ofrece un refugio a aquellos que requieren tratamiento médico en la ciudad de San Rafael.

La Casa de Malargüe también se ha convertido en un centro de actividades culturales, académicas y de capacitación, albergando clases de yoga, taekwondo, gimnasia funcional, charlas y reuniones de todo tipo.