Las obras de riego se convierten hoy en un desarrollo fundamental a la hora de conducir las aguas cordilleranas, pero al mismo tiempo son prospectos que ayudan cada vez más a cuidar el agua en su calidad. El agua es fundamental en los oasis que los mendocinos han sabido crear en zona desértica. Cada obra concretada, cada metro de hormigón es un paso más en la lucha contra aspectos actuales de la climatología y una mejora visible para el entorno social, productivo y económico de la provincia.
La cuenca del río Diamante se ubica en el centro de la provincia de Mendoza atravesándola de Oeste a Este. Nace a más de 4000 m de altura, en la cordillera de los Andes y desagua en el río Desaguadero en una zona llana donde el curso se bifurca. En este caso, se han concretado una serie de obras que permite maximizar la eficiencia de las aguas que la naturaleza nos brinda.
Estas obras se lograron gracias al financiamiento que otorgó el Gobierno Provincial y se construyeron durante la corta anual de aguas de la cuenca del río Diamante:
-Reparación de la compuerta de la cámara desripiadora del dique Galileo Vitali: $12.485.000
-Anclaje de muros del Canal Marginal Izquierdo: $8.000.000
-Modernización del Canal Bombal: $12.740.000
-Construcción de secciones de aforo de canales secundarios: $13.780.000
-Modernización del Canal Rama Caída González: $7.851.243
Éstas obras implican importantes beneficios, como una significativa mejora en la eficiencia de conducción, ya que no permiten la pérdida de agua por infiltración en canales de tierra. Al mismo tiempo, se logra una mejora en el aspecto social de la zona, que permite una mejor oferta de trabajo en las cercanías del proyecto.
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